XII

46 5 0
                                    

Cuando Zack vio a Arizona tan arreglada sintió algo extraño en el pecho y no pudo más que entreabrir la boca. Sin embargo, aunque solo la había visto unos días, sabía que aquel no era su estilo, no encajaba con ella y eso se notaba a simple vista. Pero eso no quitaba el hecho de Arizona estuviese preciosa con ese conjunto.

—Buenos tardes —Dijo él cuando la chica se colocó a su lado. "Estás preciosa" quiso decir, pero las palabras no manaron, se quedaron atascadas en su garganta para morir al instante.

—Buenas tardes, Zack —Respondió ella y él no pudo evitar sonreír porque le gustaba cómo sonaba su nombre en boca de ella y porque ella había sonreído y era inevitable imitarla cuando lo hacía.

El semáforo se puso en verde y cruzaron juntos en silencio, siempre ocurría lo mismo, se quedaban sin palabras que añadir, pero aquel día Zack quería decirle lo guapa que estaba y eso intentó hacer desde que la había visto. Y al fin lo dijo, pero ella no logró escucharlo puesto que ya había dado media vuelta para marcharse a su casa, y él se había quedado ahí parado observando cómo se marchaba.

—Estás preciosa. Eres preciosa. —Dijo él negando levemente con la cabeza como reproche por ser tan cobarde.

5Where stories live. Discover now