Game #1

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Estaba tan cansado que el solo hecho de pensar que tenía que entrar a la fiesta lo hacia querer regresar a casa. La luna estaba a su máximo punto y sus ojos estaban perdidos en ella. Sentía creer que de un momento a otro sus ojos se cerrarian y caeria dormido pero tenia que completar su misión. Ya habia pasado mucho tiempo desde que no ganaba un poco de dinero extra a parte de su trabajo como cazador. Metió sus manos en sus bolsillos y suspiro aburrido. Odiaba los eventos de gala, personas con dinero que solo fingen llevarse bien, ratas que dicen velar por el interes de los pobres mientras que ellos los pisotean día a día.

Todos los invitados habían llegado y era hora de que él entrara tambien. Estiro un poco su cuerpo para permanecer bien despierto pero usar un esmoquin ajustado era una tortura.

Lo primero que sintió fueron las miradas de todas las mujeres a su al rededor, estaba muy acostumbrado a ese tipo de cosas asi que solo les dirigió una sonrisa y procedió a buscar su objetivo. Su presa era una persona con mucho dinero y conocida en todos los barrios bajos, decian que era una persona fría y sin sentimientos, un robot viviendo en un mundo humano; sin embargo, a pesar de tener memorizado todos sus aspectos físicos y morales a la perfección no encontro tal persona:- Quizá estas perdiendo tu toque Hisoka ♥- Se dijo a si mismo y se recargo contra uno de los pilares del gran salón. Examinaba a la multitud desde ese lugar, personas que hablaban amablemente, sonrisas falsas brillando ante la luz hermosa del enorme candelabro de cristal, una fiesta donde todos los ricos fingen ser amigos...sin duda una obra teatral perfecta.

-Supongo que tendre que asesinar a todos ♠- Tenia tantas ganas de regresar a casa que se habia rendido en buscar a su objetivo, después de todo sabía que ese tipo de trabajo no involucraba el asesinato de personas fuertes, ¿qué diversión había en eso? Si no fuera por el dinero jamas se hubiera presentado a un lugar como ese. Tocaba las cartas en su bolsillo y analizaba quien seria la primer persona en caer para finalmente darle entretenimiento a esa fiesta, primero asesinaría a la persona que habia organizado el evento. saco una carta al azar y apuntó pero un cabello negro cegó su puntería, alguien con un delicioso aroma habia absorbido cada sentido de su ser. La carta cayo lentamente al suelo como un simple trozo de papel. Hisoka miro a la señorita que se alejaba entre la multitud, su espalda desnuda, su vestido caro y largo hasta el rose de sus tobillos y un cabello negro que lo invitaba a poner sus manos sobre el. Se divertía con mujeres todo el tiempo, las usaba y desechaba como muñecas de trapo pero uno de esos juguetes lo había capturado tanto...

Corrió tras ella, necesitaba ver su rostro, escuchar al menos una palabra pero la chica desaparecio entre la gente como un fantasma o el despertar de un sueño.

Ahora él se encontraba en medio de la pista de baile, muchas mujeres pidieron su mano para una pieza de música y aunque las complació, sus ojos buscaban a la chica que lo habia hechizado. ¿Dónde? ¿Dónde podría estar? Dio vueltas y vueltas con los muchos vals que los músicos componian, cada mujer era envidiada por las demás al momento en bailar con él, los hombres se preguntaban por su origen y todos asumian que debía ser el hijo de algun nuevo empresario. Idiotas, no sabian que él era su verdugo. Estaba decidido a darle fin a todo eso pero al tocar la cadera de la última mujer con la que bailó hizo que sus ojos chocaran con los de esa belleza, era el mismo perfume, el mismo cabello y vestido de la persona que por un momento había creido una ilusión. Su piel palida y suave pedia a gritos ser besada pero era obvio que si lo hacía probablemente recibiría una bofetada asi que optó por dejarse perder en sus ojos oscuros.

Era perfecta de la cabeza a los pies.

Las manos de la chica rodearon su cuello y continuaron bailando. Sus pechos rosaban el esmoquin y él trato de contener su excitación por medio de un pequeño interrogatorio:- ¿Cuál es tu nombre? ♦- Parecía que ella no quería responder o al menos eso penso Hisoka, era muy dificil de leer las expresiones de esa persona. Las luces comenzaban a bajar, el salon quedo apenas iluminado con las velas que decoraban las mesas. El tocó su rostro y le plantaría un beso pero cuando sus labios estuvieron a punto de rozarse, ella respondió la pregunta:-Illumi Zoldyck- Ambos dejaron de bailar, ese era el mismo nombre de su objetivo.

Tenía que asesinar a esa chica.

Ahora que lo pensaba, ella era diferente al resto, jamas había dibujado una sonrisa en ese rostro de porcelana, parecía que odiaba estar ahí tanto como él y que reprimía sus deseos de eliminar todo a su paso. Pero ¿qué podía hacer una simple chica? Continuaron bailando en la oscuridad. Él cerro sus ojos y olió el perfume de su cabello, disfruatria tanto destrozando a esa chica...En segundos dejo a la chica en el suelo, sacó sus cartas y apunto a su cuello:-¿ Porqué no muestras confusión ? ♠- Ella no respondió y la noche que habia parecido un sueño se convirtió en una pesadilla. Él incrusto sus cartas en sus brazos y rompió su vestido, tocó sus pechos y presionandolos con fuerzas los arranco de una forma irreal, dejándolos al nivel de un par de rosas desgarradas. La sangre y los gritos agudos de la chica bañaron el salon. Gotas de sangre salpicaron a Hisoka y eso le gustó. La chica comenzó a defenderse pero él sujetó sus brazos con una mano y con la otra la golpeó en el estomago hasta dejarla sin aliento. Hisoka lamió sus labios y tomo mas cartas, rebanó lo que quedaba de su pecho y luego su vientre hasta que pudo ver sus organos internos, lamió su ombligo y subió hasta su cuello, podía escuchar la voz de la chica tratando de decir algo pero el dolor y las lagrimas obstaculizaba su respirar, él la beso y de un mordisco arrancó su lengua, pudo sentir como la chica se estremeció y el dolor y el miedo se apodero de todo su cuerpo. Hisoka estaba disfrutando eso mas de lo que hubiera pensado. Toco su rostro nuevamente, sin duda era hermosa...

Que desperdicio.

Tomó su pierna derechar y la presionó hasta romper sus huesos, luego continuó con la otra y luego con los brazos. Cuando la chica no mostro señal de poder continuar moviendose, Hisoka penso en dar el tiro de gracia, pensaba cortale el cuello y observarla como se ahogaba con su propia sangre pero cometió un error y ese fue haberse tomado el tiempo de susurrarle al oido:-Gracias por divertirme esta noche, señorita Zoldyck ♥- Hisoka quedó absorto, ya que al momento de finalizar esas palabras un objeto puntiagudo fue incrustado en su cabeza. Escucho perfectamente el sonido de una aguja atravesar y romper su cráneo hasta llegar a su cerebro. Se alejó de ella tocando su cabeza y observando a su al rededor. Las luces habían sido encendidas de nuevo y todas las personas en el salon estaban muertas. Fue cuando lo comprendio: Había caído en una trampa. Todos en ese salon habían sido titeres para las delicadas manos de la asesina que que estaba en el piso, titeres controlados por hilos de encanto y ahora Hisoka se sumaba a esa colección.

Lo último que su visión borrosa le permitio apreciar fue el momento cuando lo que quedaba de la chica se puso de pie y camino hacia él.




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