— Yo también te amo. Mucho, ___. Muchísimo. Te lo prometo, ___, nunca te haré daño de nuevo.

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Durante la siguiente semana, Niall tuvo su manera de hacer dulces cosas románticas para mí. Llegué a casa del trabajo una noche y me encontré con un baño de burbujas iluminado por velas esperando por mí. Dejó pequeñas y dulces notas por todo el lugar para mí. Un cliente incluso me entregó una durante el trabajo una noche. Desperté dos veces para encontrar una camiseta del concierto de Aerosmith al lado de mi almohada. Una era del de 1984 en California y la otra era uno de Aero Force de 1986.

Me sentía lista para dar el siguiente paso, pero lo esperaría. Él necesitaba comprender que no lo iba a dejar. Que se había ganado mi perdón. Lo entendía, por supuesto. Llevábamos dos vidas muy diferentes. No era justo de mi parte esperar que manejara situaciones difíciles de la misma manera en que lo he hecho yo. Creció protegido de las malas situaciones. No sabía cómo lidiar con los golpes. Me sentía tan consumida por los celos que quería castigarlo. No quería que hubiera una razón para que se comportara como lo hizo. No se puede esperar que una persona protegida reaccione a la decepción de la forma en la que alguien que solo ha conocido la decepción reacciona.

Saliendo a la luz del sol después de haber estado encerrada en un salón de clases todos los días, alcé el rostro hacia la luz y respiré la salada brisa. El verano no tardaría en llegar y no podía esperar para pasarlo con Niall. Cage planeaba hacer un viaje de dos semanas por la carretera con algunos de sus amigos. Quería que fuera también, pero deseaba pasar esas dos semanas a solas con Niall. Esta sería la primera vez que Cage y yo estaríamos separados por tanto tiempo. Me preocupaba un poco, pero el miedo de quedarme sola empezaba a disminuir. Desde la mañana que vi las lágrimas en los ojos de Niall, cuando pensaba que me había perdido, me sentí más segura en nuestra relación. Me amaba tan ferozmente como yo lo amaba. Ya no dudaba de eso. Llamar a Cage cuando necesitaba a alguien no pasó nunca más por mi mente. La primera persona que quise fue a Niall. Además, Niall compraba mis Jarritos ahora. Nunca dejaba que quedaran pocos como para que Cage lo notara. Me mantuvo tan bien surtida que era cómico. Cage se quejó al principio, pero lo superó.

Mis felices pensamientos fueron interrumpidos cuando vi a mi hermana de pie contra un Mercedes SUV, sonriendo como el gato que cogió el canario. O más como el gato que cogió al viejo rico. Caminando hacia ella, fruncí el ceño al ver las nuevas llantas. Me preguntaba si se lo compró en uno de los lotes del padre de Niall.

— Tawny —dije, deteniéndome frente a ella.

— ¿Te gusta el auto? —casi ronroneó Tawny, llena de placer. No. No me gustaba la forma en la que lo había conseguido. Pero sí me gustó el hecho de que Larissa ya no sería transportada en esa trampa de muerte de mi hermana.

— Lo conseguiste abriendo las piernas, hermanita. No soy un fan de las rompe hogares.

Rodó los ojos y me dio una mirada de disgusto. Como si yo fuera la desagradable. Hola, señorita Jodo-a-alguien-que-me-dobla-la-edad.

— Lo que sea. Quería hacerte saber que me mudo y estoy vendiendo la casa. Jefferson dice que es lo mejor. Dejar que la tengas no tiene sentido. No vives allí. Es mía, de todos modos. Mamá me la dejó a mí.

La información picó, pero lo esperaba. Nunca me dio nada. ¿Por qué empezar ahora?

— ¿A dónde te vas a mudar? —Era mejor no estar lejos. No me podría importar menos Tawny, pero Larissa era mi sobrina. Quería ser capaz de verla.

Tawny sonrió y ladeó la cabeza, por lo que sus cobrizos rizos cayeron sobre su desnudo brazo. —Jefferson nos está llevando a Mobile. Tiene una gran y bonita casa que compró para nosotros, y se mudará con nosotras tan pronto como se seque la tinta en sus papeles de divorcio.

A una hora de distancia. No era malo, pero aún se encontraba más lejos de lo que me gustaría. Al menos Tawny no tendría la necesidad de trabajar. Estaría en casa con Larissa y tal vez ese estilo de vida despertaría a la madre en su interior. Tal vez ella y Larissa podrían formar un lazo. Tragué el sabor amargo en mi boca. Tawny realmente iba a destruir un matrimonio. Pero Larissa tendría un padre. Me sentía dividida. Saber que Larissa no tendría que vivir la vida que tuve era un gran alivio. Pero sabiendo que un matrimonio sería destruido, que otra familia iba a perder a su padre, me rompió el corazón. Dios, esto no podría estar más jodido.

— Toma. —Tawny me entregó un sobre. Extendí la mano para tomarlo. Tenía escrito mi nombre en el exterior, con la escritura redondeada de Tawny y estaba sellado.

— Es algo de dinero. Por todas las veces que cuidaste a Larissa y así puedas conseguir un lugar propio y salir de la cama de Cage York. También puse nuestra nueva dirección. Larissa querrá verte. —Miré a mi hermana sin habla. ¿Quién era y qué había hecho con Tawny?

— ¿Me estás dando dinero? —le pregunté, incrédula.

Enderezó los hombros y pude ver la máscara de indiferencia tomar su lugar en su rostro. Tawny no mostraba emociones.

— Siempre pago mis deudas, ___. —Me enseñó su sonrisa de reina de belleza y se echó el pelo sobre los hombros—. Bueno, tengo que encontrarme con mi prometido y recoger a Larissa con la niñera. —Se volvió para irse, luego se detuvo y me miró por encima del hombro.

— Eres inteligente, ___. Haz algo con ello.

Me quedé allí mientras subía a su nuevo SUV de lujo y se iba. ¿Qué acababa de pasar? ¿Esa era su manera de decir que lo sentía? Mirando hacia el sobre en mis manos, lo abrí con cuidado. Saqué un cheque por diez mil dólares. Lo miré en estado de shock. Entonces mis ojos se centraron en el endosante:

Jefferson M Horan II

Mercedes Benz de la Costa del Golfo.


Because Of ______ -NiallWhere stories live. Discover now