— También te quiero, Jay.
Suelta el aire que estuvo conteniendo y luego se acerca inútilmente a mí, quiere besarme pero no lo logra, me levanto y me siento a su lado, tomo su rostro entre mis manos y le beso tiernamente en los labios, se siente tan real como ese beso en nuestro lugar.
— Que poco romántico besarse en un hospital — comenta sobre mis labios —. Prometo que al salir de aquí nuestro primer beso será en nuestro lugar, igual a como lo he soñado — sonríe.
— Eso es esperar demasiado, Jay — bajo la mirada.
— Oye... — toma mi rostro con una de sus manos — Esperar vale la pena ¿no?
— No tanto, Jay — un nudo en mi garganta se forma — han tenido que pasar muchas cosas para poder estar juntos, añadiendo la muerte de Bart — mis lagrimas se hacen espacio entre mis mejillas.
— Lo siento tanto, si pudiera volver el tiempo atrás te juro que todo lo habría hecho diferente.
— Nada puede cambiar el destino, ya estaba todo escrito — me acuesto otra vez a su lado, pero esta vez apoyando mi cabeza en su hombro y él apoya su cabeza contra la mía —. Me alegro de que estés devuelta.
— Y yo me alegro de tenerte a mi lado, Amie.
Me despierto con el sonido de la televisión y con unas voces, abro mis ojos aun estoy abrazando al hombre que casi pierdo, me acomodo en la pequeña cama y refriego mis ojos para poder mirar bien, Jay me sonríe divertido.
— Buenos días, señorita — dice alegre — ¿Has dormido bien?
— Como en mucho tiempo — le dedico una sonrisa, miro hacia el sillón que estaba al lado de la cama, ahí están sentados Aaron y Connor mirando la televisión.
— Hola — les saludo.
— Hola — responden al unísono.
— ¿Qué ven? — vuelvo mi mirada hacia Jay.
— Sexto sentido — responde sin desviar la mirada de la pantalla.
— Coincidencia.
— ¿Cómo dices? — pregunta, ahora mirándome.
— Nada — le dedico una sonrisa.
— Amie, no quiero arruinar tu animo pero hoy es el funeral de Bart — su boca se convierte en una línea y de mi sonrisa ya no queda rastro.
«Bart, cuando te extrañaré.»
— He pedido permiso a mi doctor para acompañarte — me dedico una sonrisa tranquilizadora — Tengo derecho a despedirlo.
— No quiero ir.
— ¿Por qué no?
— Es doloroso — bajo la mirada, una lágrima sale rodando por mis ojos pero la alcanzo a secar antes de que llegue a mis mejillas.
YOU ARE READING
Destino © | D#1
Teen FictionAmie Dalton, una chica de veintiún años, con mucha historia que contar. Le han roto el corazón una vez y nunca más lo permitió, nadie superaría el daño que Bruno su ex novio le había causado. Aunque ella fue la responsable de todo lo malo que le suc...
Capítulo 13
Start from the beginning