Capítulo 13

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Corro lo más rápido que puedo a través del bosque, debo estar ahí para verlo, para sonreírle y abrazarle tan fuerte que me impida alejarme de él. Me tropiezo con una piedra y caigo seco al suelo, me levanto rápidamente del suelo sigo corriendo hasta llegar mi auto. Me subo a el y manejo lo más rápido que puedo, en solo diez minutos llego al hospital, dejo el auto mal estacionado y ni siquiera me doy el tiempo de cerrarlo. Entro corriendo, subo rápidamente las escaleras, entro a la habitación donde está Jay, miro a su alrededor, está rodeado por sus familiares y entre ellos también se encuentra mi hermana, él me mira sorprendido pero a la vez me dedica un pequeña sonrisa, me lanzo a sus brazos sin importar quien este a nuestro alrededor. Apenas lo toco hace una mueca de dolor, me vuelvo ha alejar, pero él me abraza tan pronto cuando el dolor fue. Suelto algunas lagrimas, tengo sentimientos encontrados no sé si reír, no sé si llorar, todo esto se estaba volviendo bastante confuso, triste por la muerte de Bart pero feliz porque a Jay no lo había perdido como una parte dentro de mi lo había pensado. Él toma mi rostro entre sus manos, analiza mira cara a la misma vez que lo hago con la de él. De verdad está despierto y no es producto de mi imaginación.

— Te has roto la ceja — dice al fin. Me alejo de él y toco mi ceja, mis dedos tienen un poco de sangre.

— Me caí mientras venia para acá, debí de rasmillarme con alguna rama — le sonrío inocentemente.

— Te ves cansada — acaricia mi mejilla.

— Tu también, aunque has dormido durante días, Jay — miro a mi a los demás, están todos mirándonos. Me ruborizo.

— Mamá, ven — llama Jay a la mujer de cabello rubio que está parada en una esquina al lado de Emma, ella se acerca lentamente con una pequeña sonrisa en su rostro —. Ella es Amie, Amie ella es mi madre.

— Hola, es un gusto señora — sonrío.

— Por favor Amie, dime Ana.

Asiento.

— Bueno como Jay ha vuelto a la vida — interrumpe Aaron — me voy a casa con Sam, ¿alguien se va con nosotros?

— Dejé el auto mal estacionado y abierto, Sam ¿te puedes encargar de él? — le dedico una sonrisa inocente, Jay lanza una pequeña carcajada y luego hace una mueca de dolor.

Mi hermana toma las llaves del auto, mientras que todos se van yendo, dejándonos solos en la habitación, me sorprende que hasta Emma accediera alejarse de Jay. Me acomodo a su lado, paso una de mis manos por su estomago, mientras que él ubica su mano libre en mi cintura.

— Sabes Amie — levanto mi cabeza para mirarle a los ojos — mientras estaba en coma, recuerdo que soñaba todo el tiempo contigo... se sintió tan real.

— Jay... — tomo aire — créeme que para mi fueron aun más reales — al final de todo creo que no me he vuelto tan loca.

— ¿Cómo es eso? — frunce el ceño.

— ¿Qué es lo último que soñaste? — vuelvo a apoyar mi cabeza en su pecho.

— Que nos besábamos y minutos después desperté.

Trago saliva; de verdad estuvo conmigo.

— Yo también lo soñé, Jay — un escalofrío pasa por mi espalda —. Pero lo soñé despierta, antes que Sam me llamara, yo estaba en nuestro lugar.

Con su otra mano levanta mi cabeza para poder mirarme a los ojos.

— Te quiero, Amie — dice y sus ojos brillan como siempre. Las mariposas de mi estomago reviven y vuelan dentro de mi, extrañé esa sensación.

Destino © | D#1Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα