Aún Hay Algo (2da Temporada)

Capítulo 79

Ya estaba por llegar a su casa, pero sentía que alguien la perseguía, no sabia quien, pero sentía una presencia, no podía ser Ucker, porque si él fuera ya la habría detenido, miro hacia atrás y solo había una poca niebla y absolutamente nadie.

Estaba doblando la esquina cuando de pronto siente un tirón del brazo

-¡Ay! Tenga cuidado- se quejó al ver a alguien encapuchado

-¿No me reconoces?- pregunto el encapuchado totalmente indignado

-No, ¿quien es usted?

-¿Y ahora?- dijo sacándose la gorra

-¡¿Qué?! ¿Que haces aquí?- dijo asustada

La noticia había sido fuerte, no pudo evitar abrir unos ojos de plato al escuchar esas palabras de su mejor amigo.

"-¡¿Qué?! Pero Christian si nosotros somos amigos, eso no puede ser

-Pero podríamos darnos una oportunidad no sé...

-Esto es un error- dijo triste y se fue derramando algunas lágrimas

Él solo atino a quedarsela viendo como se iba, no corrió a perseguirla ni nada por el estilo, sabia que Maite necesitaba tiempo para procesar todo lo que había sucedido."

Tanto Christian como Maite repitieron ese mismo momento una y mil veces en sus mentes, no sabían como iba a reaccionar el otro a la situación.

Mientras algunos estaban tristes, otros enojados, una parejita chateaba feliz por la computadora...

-¿Que tal si mañana nos damos una tarde solo para nosotros?- preguntó Poncho por el otro lado de la pantalla

-Me encantaría :) - le respondió -¿y a donde iríamos?- añadió

-¡Sorpresa!

-Ok, gatito :( me iré a dormir o me saldrán arrugas- le respondió

-Jaa, que descanses, te amo♥- terminó de escribir, envió el mensaje y dejando la computadora de lado se puso a leer un buen libro.

Las horas comenzaron a pasar y la angustia aumentaba, no sabía nada de Dulce, no la había llamado por si se quedaba en casa de Chris o se devolvía, así que decidió llamar al último.

-¿Aló?- respondió Ucker dudoso al ver que era de casa de Dulce, era extraño

-Hola mi niño- lo saludó cariñosa

-Ah Hola, ¿pasa algo?- preguntó extrañado

-¿Dulce esta allí?

-¿Dulce? se fue hace más de dos horas, tuvimos una pelea, es decir ella me reclamo unas cosas y se fue muy enojada, no la pude detener- le relato angustiado

-Pero es que ella no ha regresado

-¡¿Qué?!- exclamó del otro lado del teléfono

-Tengo miedo de que le pudo haber pasado algo...

-Hay que moverse ya- le dijo nervioso -Llamaré a los demás

-Esta bien, si tengo novedades te llamo- preocupada corto el teléfono intentando llamar a Dulce una y mil veces.

Las horas transcurrieron, ya todos estaban al día en la última novedad y sumamente preocupados por la chica de cabello rojizo. Se hizo de día y no sabían nada hasta que recibieron una llamada telefónica, al celular de Ucker.

-¿Si?

-Ya la encontramos- le respondió del otro lado del teléfono

-¿Qué? ¿Como esta?

-Llena de golpes, no dice palabra alguna pareciera que le hubieran cortado la lengua- respondió su amigo

-Dame la dirección

-Es cerca de tu casa...- le dio la dirección y después de despedirse partió hacia allá, se demoro más de lo que se hubiera demorado si estuviera en su casa pero no estaba en ella.

Verla toda golpeada era deprimente, como dijo Poncho es como si le hubieran cortado la lengua, no decía nada y solo miraba a su alrededor.

-Dul, ¿que tienes?- le pregunto poniéndose a su altura ya que estaba sentada en el piso

-Escapó- se limitó a decir

-¿Qué? ¿Quien te hizo esto?- tomándole las manos, de las que rápidamente se zafó.

-Fernando- dijo apenas

-¡¿Qué?! ¡pero como te pudo dejar así!

-Este es el comienzo de su venganza- lo observó, esos ojos cafés brillantes, ahora eran unos ojos cafés totalmente apagados y llenos de tristeza.

Intento abrazarla para poder protegerla, pero se apartó

-¿Para que estas aquí? Deberías estar con tu amor, ¿no?- respondió fría

-Y eso es lo que hago, ayer no te pude proteger, y lo sé y lo siento, pero tu sabes que con la única...- sin terminar

-No necesito de tu protección, estas perdiendo tu tiempo- aún más seca

-¡Eres injusta! Me la pasé toda la noche preocupado por ti, por si estabas bien, todos estábamos buscandote, ¿y tu me tratas así?- le reclamó gritando

-Se lo agradezco a los chicos, pero tu no tenías de que preocuparte...

-¡Eres de lo peor!- salió rápidamente y todo dolido, sabia que había sido duro lo que le había dicho pero ella también lo había herido profundamente.

Solo se limito a llorar en silencio, había sido dura, pero era lo que sentía después de todo lo sucedido en la cena del día anterior, más repuesta con la ayuda de Poncho y Annie salió de allí, ellos ya estaban al tanto de lo sucedido con Ucker y lo vieron salir mal, pero mucho no podían hacer y sabían que sus amigos nuevamente necesitaban tiempo, mucho tiempo para poder arreglar sus problemas.