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"Es mejor retirarse y dejar un bonito recuerdo que insistir y convertirse en una verdadera molestia."

{KIAN}

- No nos quedaremos mucho- digo serio mientras Jeremy me mira mal.
- Nos quedaremos lo suficiente para reponer fuerzas y descansar para el próximo viaje- dice Jeremy.
- Bueno, de todos modos como he dicho antes os podéis quedar todo lo que queráis y seguidme, os voy a enseñar vuestros cuartos.
Liv se da la vuelta y nos guía hacía una ala de la celda.
- Cada uno estaréis en una habitacióm diferente, las celdas son muy pequeñas... Sé que habéis venido juntos y que seguro queréis estar juntos pero ahora mismo es lo que tenemos,a lo mejor más tarde...
- No hace falta, gracias, así estamos bien- dice Jeremy muy amable y sonriendo.
- No nos quedaremos mucho tiempo- digo con una sonrisa falsa.
- Bueno esta será del chico pelirrojo .
- Jeremy- se presenta el zanahorio y ella sonríe, demasiada amabilidad.
- Bueno, de Jeremy, que descanses bien .
- Sí, gracias, hasta mañana.
- Una cosa antes de separaros, no hagáis caso a las malas miradas- dice ella y luego yo y la presidenta vamos hacia mi habitación, dejando a Jeremy atrás.
Miro hacia atrás y veo que todavia nos está mirando y le hago un corte de manga. Se nota que a él le gusta esta tía, no he podido evitar chulear un poco.
- ¿Pasa algo?- me pregunta Liv y la miró, aguantándome la risa.
- No, no- digo y llegamos a mi habitación.
- Aquí estamos, por la mañana tocarán tú celda para que vayas a desayunar, buenas noches- dice ella sonriendo.
- Adiós- digo con una sonrisa falsa y me meto en mi celda.
Cuando Liv ya se ha ido, echo un vistazo a los pasillos y veo que hay algunas personas hablando. Me meto en mi pequeña celda y me tumbo en mi cama, suspiro y pongo mis brazos detrás de mi cabeza.
Cuanto tiempo sin estar en un cama... Sin darme cuenta me duermo de un tirón.

- Kian, abre la puerta- dice mi madre .
- Mamá, ¿sabes que estoy hablando con Ariel por teléfono? Un momento.
- Vale...- dice y escucho como baja las escaleras.
- ¿Dónde lo dejamos?- digo hablando por teléfono con mi novia.
- Que hoy vi algo muy raro- dice con su voz dulce.
- Seguramente sea un niñato haciendo tonterías, no hagas caso. Oye, mi amor, mañana quedamos- digo.
- Vale, te amo, hasta mañana- dice.
- Yo también- digo y cuelgo.
Bajo las escalera y veo a mis dos padres en el sofá, sentados.
- ¿Y Joe?- digo sentándome en una de las sillas.
- Tu hermano está en casa de la abuela y tenemos que hablar contigo, cariño- me dice mi madre con una cara que no aventura nada bueno.
- Hablad.
- Nos han informado de que no podemos salir de casa y todos vamos a ir a la casa de la abuela.
- ¿Y eso ahora por qué?- digo enfadado-. No pienso no salir por que me lo digáis vosotros, ya soy mayorcito para cuidarme yo solo.
- Dicen que estamos en alerta roja y que no salgamos- me dice mi padre muy serio.
- Me da igual, adiós- les digo y me voy para arriba, me pongo los auriculares y me duermo.
Cuando despierto voy al piso de abajo a por agua y no veo a nadie, se habrán ido a la casa de la abuela. Después de mirarme en el espejo y ponerme el pelo bien salgo y camino hacia la casa de Ariel que no está muy lejos pero un tío se me echa encima y caemos.
- ¡¿Que coño haces?!- le grito, el tío parece poseído y me quiere morder.
- Dejame, tío, aparta- intento apartarlo pero pesa mucho, y cuando me iba a morder alguien le atraviesa la cabeza con un palo y muere.
Yo me quedo en shock y lo tiro al lado.
Un chico me da la mano.
- Vámonos, después te explico- me dice, me ayuda a levantarme y salimos corriendo.

Abro los ojos. Siento que me quedo sin aire y veo que un tío tiene sus manos alrededor de mi cuello, apretando y haciendo que me quede sin respiración pero le doy una patada en el costado y lo tiro hacia atrás.
- ¿¡Que coño te pasa tío , estás loco?!- digo gritando y respirando todo lo posible.
- ¡Tú lo mataste, hijo de puta, y ahora te voy a matar a ti!- dice enfadado y se abalanza sobre mí.
Yo salgo de la celda para pelear mejor y veo a Jeremy corriendo con la cámara en la mano.
- ¡No te escapes!- grita el hombre que intentó matarme y me giro hacia él.
- ¿De ti?- me río.
Se abalanza sobre mí e intenta darme un puñetazo pero yo lo esquivo y le doy en la mejilla derecha, él se hecha un poco hacia atrás y me da una patada en el costado haciendo que me cueste respirar.
- ¡Kian, tú puedes, pégale fuerte!- dice el zanahorio.
Me abalanzó sobre el hombre y le doy un puñetazo en el estómago y luego otro en la mandíbula. Cuando me mira veo que su nariz empieza a sangrar un poco y sonrío.
Entre puñetazos de los dos escucho a casi todos menos a Jeremy decir el nombre de este desgraciado, animándolo. Cuando me doy cuenta lo tengo debajo mía y no paro de darle puñetazos en la cara.
- ¡Basta!- dice la presidenta y todos los que se habían reunido allí y veían emocionados la pelea, se callan.
- Kian, ya, ya es demasiado- dice Jeremy cogiéndome de los brazos con su cámara en una mano.
- ¡Él empezó, él me quería ahogar mientras dormía, desgraciado!- grito enfadado e intentando deshacerme de los brazos de Jeremy.
- ¡Vosotros sois los culpables de que mi hermano esté muerto- grita el hombre en el suelo.
- Kian, Jeremy, venid- nos ordena Liv.
Veo como cogen al hombre, el cual me mira con una mirada de odio mientras por su nariz cae una cascada de sangre.
- Vamos- dice Jeremy y los dos seguimos a Liv.
Paramos en el despacho de ella y nos sentamos en una silla cada uno. Me toco el labio, tengo un poco de sangre, nada me duele, seguro qué más tarde sí pero ahora mismo sólo tenia en la mente todo lo que había pasado.
- No os voy a decir que os vayáis, está claro. Kian, no has tenido la culpa de todo esto y ninguno de vosotros dos, pero desde que estáis aquí habéis alterado la paz de la comunidad.
- ¡Pero si ha sido él!- digo gritando.
- Kian, calla- dice Jeremy y vuelvo la vista hacia otro lado.
- Agrecedería que os marchárais de aquí lo más antes posible. Lo siento chicos, os daré todo lo que necesitéis pero...
- Ya lo hemos escuchado, además, no me iba a quedar en este sitio- digo y me voy sin escuchar nada más.
- Kian, espera- escucho a Jeremy y paro.
- Odio a esa tía- digo crujiéndome los dedos.
- A mí me cae bien, además, está buena- dice Jeremy y supiro.
- ¿Que te cae bien? Nos quiere echar, ¿no te has dado cuenta o qué? ¿Y por qué esté buena tiene que caerte bien? Aquí las hay mejores tío.
- Como ella ninguna- dice y le pongo una mano en su hombro.
- Chico, olvídate de ella, si quieres te busco otra pero olvídate de esa bruja- le digo y él me mira mal y quita mi mano de su hombro.
- No hace falta que me busques a una, no voy a caer tan bajo- dice negando con la cabeza.
- De todos modos, nos vamos a el amanecer, no voy a soportar más a estas personas y no me voy a arriesgar a que ese tío me envenene o me quiera matar otra vez.
- ¿Envenene?- dice riendo Jeremy-. Estás loco.
- Puede.
- Bueno, pues nos vamos a Liverpool ¿no?
- Sí, chico zanahorio, y ahora enséñame la pelea que sé que la has grabado- digo quitándole la cámara de la mano.
- Esas manos, a Arabella solo la cojo yo y primero vamos a ir a la enfermería que ese labio está un poco hinchado y te está saliendo cardenales morados por la cara.
- ¡Mi cara no!- digo tocándome la cara, preocupado por mi imagen-. El subnormal ese- digo y Jeremy se ríe.
- Pero él ha quedado peor- dice y yo río.
- Pues sí- digo y nos vamos a la enfermería.
Después de curarme el labio y ponerme crema por toda la cara, Jeremy y yo vamos a comer y todos nos miran mal. Los dos nos sentamos en una mesa apartada de todos. Me doy cuenta de que el hombre con el que me peleé no ha venido, seguramente estará en la enfermería.
- Oye, Jeremy ¿Como se llama el hombre al que le metí la paliza?
- Por lo que decían todos, se llama Nick- dice comiendo macarrones.
- Uno para la lista negra de Kian- digo comiendo y Jeremy se ríe.
Pensando en la pelea, recuerdo a mi hermano Joe. Él solo tenía 16 años, no sé si estará vivo o no, pero tengo asumido que en esta nueva vida no puedes tener ni familia, ni novia y si tienes amigos que sea solo uno, cuantas menos personas en tu vida, más fácil será todo.
Sin darme cuenta una lágrima sale de ambos ojos pero la limpio rápidamente y empiezo a comerme la manzana.
- A las siete, que más o menos amanece, nos iremos con un coche, espero que nos lo dé o si no lo robaremos- digo y muerdo la manzana.
- Seguro que nos lo dará ella, eso espero- dice Jeremy apartando la manzana.
- ¿No te gusta?- digo mirando la manzana.
- No, además no tengo ganas de fruta- dice-. ¿La quieres?
- Claro- digo y me la da.
Algunas veces pienso en como sería la vida de Jeremy antes de toda esta mierda pero cuando estoy a punto de preguntarle me callo. Además, no soy nadie para remover pasados de otra persona y yo tampoco querría contarle mi historia.

Una vez que comemos los dos, nos vamos a hablar con Liv. Esta nos dice que va a preparar un coche con armas y comida y agua para todo el viaje.
A la tarde nos vamos a dormir ya para coger fuerzas.
Al amanecer, antes de marchar de la prisión, Jeremy le pide a la presidenta que pose para una foto con él. Esta accede y Jeremy, ruborizado, saca una foto de los dos para mantenerla como recuerdo.
Luego nos montamos en el coche, yo conduciendo y Jeremy con su cámara.
- Mucha suerte- nos dice Liv.
- Igualmente- le dice Jeremy.
- Espero no volver- digo con una sonrisa falsa.
Abren las puertas traseras y salimos en el coche lo mas rápido posible, esquivando zombis.
Cuando salimos de la ciudad, me permito suspirar de alivio.

Apocalipsis ZombiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora