CAPÍTULO ONCE

503 79 26
                                    

Do what it takes to survive,
'Cause I'm still here.

New Jersey - 24 de Diciembre 2014

1

Una corriente eléctrica le recorrió la espina dorsal, esa sensación de querer escapar pero estar demasiado entumecido como para mover algún musculo.

Tal vez había sido una mala idea, tan pronto como se bajó del taxi se arrepintió de estar ahí, pero era muy tarde ya, su madre se acercaba a él con pasos apresurados y con los brazos abiertos.

-¡Gerard!.- Le dio un fuerte abrazo a su único hijo y besó sus mejillas.- ¿Cómo has estado, hijo?

-Yo... eh....- Ni siquiera le estaba prestando atención a su madre, sus ojos estaban perdidos en la casa de junto, había un letrero en su entrada en el que se leía "A la venta", sus ventanas estaban cubiertas con gruesas cortinas y de la puerta principal colgaban dos grandes candados. Era obvio que ya nadie vivía ahí, y eso le dolió.

-¿Gerard?.- Su madre trató de llamar su atención pero fue inútil, así que dirigió la mirada al joven que lo acompañaba.- Hola cariño, tú debes ser Bert ¿no es así?.- Le sonrió amablemente y le dio un abrazo.

-Si señora Way, es un placer.

-No me digas así, llámame Donna.- La mujer dirigió al nuevo novio de su hijo a su acogedora casa mientras Gerard seguía con su mirada perdida, tal vez tratando de buscar algún tipo de vida dentro de la casa de los Iero.

Cuando Donna cerró la puerta tras ella Gerard dejó sus maletas en el pórtico y entró a la propiedad vecina, el césped descuidado crujió bajo sus pisadas y una extraña sensación de ser observado le inundó, recorrió sus ojos por todo el lugar pero no vio a nadie.

-¿Qué crees que haces, vándalo?.- Dio un salto y se encontró con el viejo gruñón que vivía del otro lado de la calle.- Aléjate de esa casa o llamaré a la policía.

Gerard retrocedió avergonzado, tomó sus maletas y volvió con su familia. Tal vez el viejo pensó que iba a meterse en la casa o algo así, pero lo único que quería era ver si Frank estaba dentro.

¿Por qué?

Ni siquiera él lo sabía.

-Hijo.- Su padre lo abrazó enérgicamente y Gerard le devolvió el abrazo.- ¿Cómo estás?

-Estoy bien, papá.

Ambos entraron a la sala de estar donde se encontraron con Donna y Bert riendo de lo que probablemente eran fotos embarazosas de un niño pequeño y regordete vestido de Peter Pan.

2

Estaba aún despierto cuando unos familiares golpes sonaron en su ventana, tal vez había escuchado mal, esos golpes solo podía provenir de una persona, pero definitivamente no pudo haber sido Frank. Lo más probable es que él también se volvió loco y ya estaba imaginando cosas.

Los golpes se repitieron y dirigió su mirada a Bert, quien dormía plácidamente junto a él. Pensó en despertarlo y preguntarle si el también escuchaba eso, pero esa era una pésima idea.

Se levantó cuidadoso de no despertar a su novio y se acercó nervioso a la ventana, la abrió pero no había nadie ahí.

"Tal vez solo fue el viento" pensó y suspiró agitando su cabeza, definitivamente estaba volviéndose loco. Mientras cerraba la ventana vio un papel pegado al marco de la misma.

"Columpios" Se leía en letra imprenta y desordenada, para ser más exactos la letra de Frank.

Se maldijo internamente y salió de la habitación, bajó por la escalera rápidamente y entró a la cocina, pero antes de salir al patio decidió que sería buena idea tomar uno de los cuchillos para la mantequilla que su madre guardaba en los cajones.

Kill All Your FriendsWhere stories live. Discover now