Capítulo 9: ¿Celos?

Start from the beginning
                                    

No se a donde me lleva realmente, quizá a su casa, quizá no pero de algo estoy seguro. No es para algo bueno”.

Mis ojos están llorosos, estoy temblando, tengo miedo, quisiera que Usagi-san estuviera aquí para protegerme, pero no... no está.

Este es mi problema y yo solo tengo que salir de esto, aunque lo dudo mucho... no veo ninguna salida ¿qué puedo hacer?

El auto por fin se detuvo y justo en la casa de Ijuuin.

—Bajate —me habló en un tono de voz seco.

Yo dude un poco, tenía miedo así que seguí sentado con la cabeza agachada y mis manos hechas puños en mis rodillas.

—¡Que te bajes! —un escalofrío recorrió mi cuerpo entero. Si verlo enojado es feo, oírlo gritar es horrible.

—E-está bi-bien, no es necesario gritar —respondí tartamudeando.

Me bajé del auto y al momento de que iba a cerrar la puerta me empujó hacia la entrada del edificio.

—No pierdas tiempo.

Se quedó un momento ahí buscando algo en el coche.

La idea de escapar se me vino a la cabeza pero mi voz mental decía que no lo hiciera, mientras que otra apoyaba la idea. Sólo había una a la cual hacerle caso.

¡Vamos Misaki, hay que huir!

El mangaka estaba distraído. Y me decidí, tenía oportunidad y mentalmente me puse a contar.

1... 2... 3...

Para que no sospechara seguí caminando y antes de abrir la puerta del edificio caminé rápidamente a otra dirección pero... no me sirvió mucho porque una mano se posó en mi hombro impidiéndome seguir avanzando.

—¿Vas a algún lado, Takahashi? —giré hacia donde él. Ya sabia lo que me esperaba.

—N-no –—no me quedaba de otra, resignado baje la mirada.

—Pues más te vale —Ijuuin se acerco a mi oído con intenciones de amenazarme ¿para qué mas sería?—. Haz otra estupidez igual y no respondo ¿Oiste?

Y volvió a sonreir.

En definitiva, las sonrisas se convirtieron en mi nueva fobia. Esconden muchos sentimientos y no necesariamente buenos”.

Me tomó fuerte del brazo para que no escapara y así me llevó todo el camino a la puerta de su casa. Mi brazo ahora si comenzaba a doler.

Sacó las llaves de su bolsillo y las introdujo en la perilla de la puerta al momento en que la abrió me aventó hacia el sofá de su sala. Mi brazo descansó pero era demasiado pronto para que todo mi ser lo hiciera, y se abalanzó sobre mi.

—S-sensei ¡Por favor! déjeme —supliqué. Odio tener que hacerlo pero, lo tuve que hacer, por mi bien.

—¿Sabes cuánto espere para tenerte en mis brazos? —mencionó Ijuuin mientras acariciaba mi mejilla —Ahora no te dejaré ir tan fácil.

Empezó a meter sus manos por abajo de mi camisa.

—¡S-sens...! —me calló con un beso, muy violento por cierto, ya que él no mide su fuerza conmigo.

Obsesión.  [En Edición]Where stories live. Discover now