Capítulo 19

54.1K 4.1K 404
                                    


~Acosador~

Al ver que si contábamos con el presupuesto necesario la junta termino. Liz no volvió y bueno, era algo que me tenía sin el mínimo cuidado. Necesitaba ir por algunos libros de casillero, así que regrese hasta él.

—Veamos... 12...05...99 —murmura la contraseña de mi candado

—Siempre haces eso

Una voz a mi costado me hizo dar un brinco, mire y vi a Ethan recargado en los casilleros junto al mío, con los brazos sobre el pecho y sonriéndome.

—¡Dios que susto me has dado!

Soltó una suave risilla

—Lamento eso, no quería parecer un acosador

Reí

—Si, bueno creo que no lo estas logrando —saque los libros de mi casillero y lo cerré, esto era incomodo es más de mil maneras—¿Qué hago siempre? —pregunte con curiosidad

—Murmurar cosas, lo haces también al estudiar

Lo mire sorprendida y a la vez extrañada—¿En serio?

Asintió

—No me había fijada —reí por lo bajo

—Yo si

Rei

—¿Puedo acompañarte a tu coche?

Lo mire por un momento, tratando de que mi mente no comenzara a trabajar a mil por hora, como lo hacía normalmente cuando estaba cerca de él.

Me maldije a mí misma por hacerlo...

—Claro —le sonreí

Juntos comenzamos a caminar por el pasillo hasta el estacionamiento.

Esto no terminara bien

Una pequeña vocecilla lo repetía una y otra vez.

Pero sabía que no pasaría nada, tenía la situación bajo control.

—Se acerca e baile —Ethan corto ese extraño silencio entre los dos. Y se lo agradecía

—Lo sé, es el baile de graduación —sonreí emocionada

—Han pasado muchas cosas en este año

—Demasiadas —lo mire, y ese fue un error, un enorme error.

Mis piernas dejaron de caminar, me quede estática frente a Ethan, él también se detuvo; ninguno de los dos apartaba la vista, era como si todo a nuestro alrededor se hubiese parado.

—Lo lamento —susurro, dando un paso hacia mí

—Ethan, ya lo hablamos

—Estos últimos meses...Savannah han sido los peores —en su rostro lo veía, decía la verdad.

—Ethan por...

—Te amo Savannah, y sé que aun somos jóvenes, y que tal vez no terminemos juntos, y que ha pasado muy poco tiempo pero lo hago, te amo Savannah Monroe

La situación ya no estaba bajo control.

No lo pensé, solo lo bese. Sus brazos rodearon mi cintura y me pegaron aún más a sí mismo, pase mis dedos entre su cabello y me quebré.

Todo lo que no había llorado en estos últimos meses, estaba saliendo justo en estos momentos. Nuestros besos sabían a sal, y solo nos separamos cuando el aire había vaciado nuestros pulmones, mirándonos a los ojos sonriendo, no hacía falta que ninguno dijera nada, no hacían falta más que miradas para que él lo supiera.

Yo también le amaba.

Siempre había pensado que decir Te amo era algo especial, algo que a muy pocas personas se lo había dicho y que hoy alguien me lo hubiese dicho a mí.

Llevaba más de 1 hora tratando de conciliar el sueño, pero parecía una colegiala enamorada, sonreía como idiota al recordar ese momento en el pasillo.

¿Cómo era posible que el me desorientara tanto?

Unos golpes de escucharon en mi ventana, me levante y lentamente comencé a caminar hacia ella. Quite el broche y la abrí, el aire fio de la madrugada golpeo mi rostro, y un susurro me hizo bajar la vista.

—¿Qué haces aquí? —mi vos era entre susurro y grito

—Vine a verte —Ethan me sonreía desde abajo— voy a subir

—¿Estás loco? —reí

—Tal vez —trepo hasta mi ventana; no podía creer que esto estaba sucediendo, pensaba que solo sucedía en las películas— pero ya eh perdido tres meses — paso a través de la ventana, entrando a mi habitación, me miro y sonrió— no perderé más.

Le sonreí de igual manera.

Pego su frente a la mía colocando una mando sobre mi mejilla—Hola

—Hola

Rozo sus labios con los míos y mi corazón dio un vuelco, rodee su cuello con mis brazos tratando de terminar con el espacio entre nosotros. Los besos se hacían cada vez más salvajes, me levanto con sus brazos y enrolle mis piernas en su cintura, sus besos pasaban de mis labios a mi cuello, pasaba mis manos por sus brazos y espalda; nuestras respiraciones se aceleraban.

—¿Me encontraste por casualidad en el pasillo? —pregunte entre besos

—Digamos que Rochelle me ayudo un poco —me sonrió

—Como no se me ocurrió antes —reí

—Es una buena casamentera

Me separe por un instante, para mirarlo, la luz que entraba por mi ventana, hacia sombras en su rostro, pero sus ojos azules me miraban atento, sonreí —lo es




¿Cómo ser una perra? Changes #1 (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora