» Ella es digna.

14.2K 889 796
                                    

Media noche era ya, cuando Jane se despertó por un ruido proveniente del patio trasero de su casa. Aun adormilada, abrió lentamente los ojos, primero uno y luego el otro, la luz que emana del televisor le lastimó un poco, — al igual que la de la lámpara situada a un costado de ella — por lo que tuvo que parpadear un poco para acostumbrarse a la luz.

Cuando sus ojos se acostumbraron, notó que el pequeño — o no tan pequeño — Simba estaba haciendo una competencia de comer caracoles con Timón. Jane sonrió, se había quedado dormida en la sala, encima de unas colchonetas mientras veía un maratón del Rey León en Disney Channel. Regresó la vista a su lado derecho y lo que vio le hizo sonreír aún más ampliamente.

Otro ruido se escuchó desde el patio.

Jane frunció el ceño, dirigió su vista hacia las puertas deslizables que dan vista al patio de atrás, las cortinas están corridas y obstruyen parte de la vista hacía el patio, por lo que ella no pudo ver mucho, sin embargo, logró ver como Katy — la pequeña gata que tiene Meredith, la vecina — pasó corriendo y aunque parecía espantada, Jane no le tomó mucha importancia.

Katy solía pasearse por el patio de Jane, a lo que siempre una maceta terminaba en el suelo. A Jane le sorprendía el ciclo de vida que tenían sus plantas, a pesar de visitar tantas veces el suelo y los cambios de macetas, estas seguían ahí con ella. Además, al menos tiene el apoyo económico de Meredith para hacer las trasfusiones de macetas, como disculpas por las travesuras de Katy y lo más importante, Jane tiene a Rose.

Ella es lo mejor que le había pasado en la vida. Y mientras Rose estuviera con ella. Jane podría estar más que feliz.

Otro ruido.

Jane negó con la cabeza, otra maceta había caído y esta vez el ruido había sido mayor. Se levantó de las colchonetas para echarle un vistazo a Rose, una sonrisa apareció en su rostro. Jane apagó el televisor, cuando Simba festejaba haber ganado la competencia de los caracoles.

— Katy te he tenido paciencia a montones — comentó en susurro Jane, encaminándose hasta el patio — pero si despiertas a...

Las palabras de Jane se vieron truncadas cuando las puertas deslizables se corrieron y la silueta de un hombre se vio que entró a la casa.

— ¿Quién es Katy? — preguntó una voz gruesa y varonil.

Jane la conocía perfectamente. Demasiado.

Thor.

— ¿Tú? Pero... ¿Cómo? — Jane no podía completar una sola frase.

Ella paseaba los ojos desde el dios nórdico del trueno, hasta el patio y viceversa. Thor la miró sonriente. Hacía mucho que no la tenía cerca y él necesitaba abrazarle, por lo menos. Examinó a la chica, de pies a cabeza, de cabeza a los pies, no perdía ningún detalle.

El cabello de Jane había sido cortado un poco, Thor la recordaba con la cabellera casi a la altura de la cintura, ahora, el cabello castaño oscuro le llegaba un poco más debajo de los hombros. Los ojos color caramelo, que tanto le gustan, ahora estaban llenos de lágrimas contenidas, haciendo que le brillasen, los labios rosados de la chica, yacían fruncidos, por el hecho de que ella aun no comprendía el cómo es que Thor estaba de regreso.

Él dio un paso hacia adelante, necesitaba acercarse. Además, a Jane le hacía falta algo, el último recuerdo de ella antes de que él se fuera, era muy distinto a como ella se encontraba ahora.

Jane se acercó a él también. La chica posó sus manos en el brazo fornido de Thor, le dio un ligero apretón — a lo que el dios sonrió de lado — ella necesitaba saber si esto era real o si era una especie de visión.

ELLA ES DIGNA » THOR. Where stories live. Discover now