Capítulo IV... "Bajo la compañía de alguien no deseado"

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Capítulo IV

"Bajo la compañía de alguien no deseado"

El duque Brandon jamás imaginó que había sentenciado un viaje lleno de tranquilidad a uno bajo la compañía de alguien no deseado. Personas como Keyra y él se repelaban a tal punto que había sido algo que había tenido con lo que convivir mientras él se dignaba a comportarse como un caballero. Había perdido la cuenta de cuántas caras de enojo había tenido que soportar cuando ella se dignaba a guardar silencio. O cuántos reclamos había tenido que resignarse a escuchar mientras una nueva discusión empezaba entre ellos.


- Es necesario que vaya rápido.- había inquirió Keyra, una vez más, al ver de nuevo lo rápido que iba aquel cochero.

- Debo llevarla a Bristol, antes de continuar mi camino a Surrey. Creo que debo ocuparme de que llegue sana y salva a su hogar, señorita Middleton.

- No será necesario... Usted no fue el responsable de lo que le ocurrió a mi coche.- expresó en un tono serio-. Con que me deje en un pueblo cercano en donde pueda tomar un coche de alquiler a mi hogar, será más que suficiente.

- ¡Definitivamente no se puede discutir con usted!- sonrió con más picardía, haciendo un gesto con una mirada. Un gesto que a cualquier señorita podía dejar sin aliento, al mismo tiempo, que sonrojar-. Aunque he de admitir que me he divertido como nunca antes al discutir con usted, señorita. Es difícil de llevarle la contraria... Aunque insistiré, quiera o no, en llevarla a Bristol. La llevare personalmente a su hogar para no tener que preocuparme de si llega sana y salva... Y no aceptare su negativa.


¡Buen señor!, pensó Keyra. ¡Ahora sí que se volvía más pedante e insoportable aquel caballero! ¿La llevaría hasta Bristol? Pues por los vientos que soplaban, aquello era lo más inevitable. Y apenas llevaban una hora de viaje.


Luego de aquello. Ambos continuaron en silencio hasta que finalmente, después de una eternidad fueron entrando a Bristol. Hasta llegar al lugar en donde vivía Keyra.


El cochero del duque se detuvo al escuchar la orden de que se detuviera. Segundos después, estaba sacando fuera los equipajes de Keyra, los cuales no eran muchos. Y los colocaban en la entrada de su casa.


Sin perder tiempo, Keyra se giró y se bajó a toda prisa hasta la acera al instante en que el duque la ayudaba a bajar. No obstante, ya no deseaba su ayuda. Ya había sido suficiente para ella haber tenido que soportarlo en todo aquel viaje.


- ¿Lo ve? He cumplido mi palabra... La traje sana y salva.- expresó el duque con su habitual actitud tan parecida a la de ella-. Ahora podré retornar mi viaje con tranquilidad...

- Gracias... Su excelencia.- le expresó en un tono indiferente.


El mayordomo del padre de Keyra y un sirviente le dieron la bienvenida al verla y le ayudaron con aquel equipaje, mientras Keyra desaparecía de la vista del duque. ¡Bastaba más que seguir soportando su presencia!


- ¿Ha regresado tan pronto señorita?... ¿Y su tía vino con usted?- le preguntó una de las sirvientes antes de que Keyra subiera las escaleras para dirigirse a su habitación.

La Princesa de Hielo ( 2do libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora