Capítulo 1

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Sentada en la cafetería como siempre sola, soy la típica chica que no tiene amigos, que al término del horario de clases corre a casa. Estoy en mi último año de estudio. Mi familia es adinerada, pero eso no lleva a que tengamos una buena conexión familiar. Mi sueño es seguir estudiando diseño gráfico, pero el de mis padres es que cumpla el suyo.

-¿Te molesta que me siente en esta mesa?- me pregunta una chica castaña, con ojos Azules.

-No, yo ya me voy, va a quedar desocupada- tomo todas mis cosas y me levanto para dejarle la mesa libre.

-No te tienes que ir, de hecho soy nueva y como te vi sola pensé que podríamos hablar-

- Pensaste mal- Salí de la cafetería dejando a la niña sola. No me molesta ser agresiva con la gente, porque cuando fui agradable lo único que me provocaron fue daño.

Camine por la escuela sin rumbo fijo. Llegue al patio principal y por todos lados se encuentran adolecentes revolucionados. Mujeres sentadas en las piernas de los hombres, haciendo transfusión de saliva de una forma algo asquerosa, otros riendo y haciendo como si nada de esta vida les importara. Desvió mi vista a una banca que está sola al lado de la reja que da a la calle principal. Me siento, abro mi libro de literatura, en el siguiente bloque tengo un taller y necesito que me vaya bien.

-Perdona si te moleste en la cafetería- levante mi vista a la de esa chica ¿Qué le pasara? ¿Porque me sigue a todos lados?

-¿Qué quieres?- pregunte levantando una ceja.

-Solo conocer a alguien y de este colegio nadie se me ha hecho interesante más que tu-

-¿Eres lesbiana? Porque te digo que yo no-

-NO- rio y eso me pareció extraño -Como se te ocurre, solo quiero hacer una amiga y la que me pareció inteligente por decirlo de esa manera eres tú- Es alta pelo castaño, ojos azules muy azules, con una gran sonrisa. Cuerpo perfecto y vestida a la moda

-Dudoso ¿Cómo te llamas?-
-Soy Cassandra Pitt, me puedes decir Cass no me molestaría ¿Tu?- me estiro su mano.

-Heather Adams- respondí tomando su mano

-Lindo nombre, permiso me sentare- se sentó a mi lado, es una niña muy risueña, se nota típica adolecente devora libros -¿Cuántos años tienes?-

-Dieciocho y tú-

-Yo diecisiete- me miro dudosa de hacer la típica pregunta ¿Porque quedaste un año atrasada? -Si no te has dado cuenta estoy en tu clase-

-Perdona no lo sabía- esta niña si me sorprende, en realidad no me importan mis demás compañeros, me siento en la última fila al lado de la ventana, y como todo el mundo parece tenerme miedo me siento sola.

-¿Si quieres me siento contigo?- dijo ella, suspire.

-Si lo deseas hazlo y ahora vamos el timbre esta por sonar- respondí tomando todas mis cosas nuevamente

Solo quedaba esta clase y se terminaba el horario, nunca imagine conocer a alguien con quien poder hablar libremente, estamos en la tercera semana de inicio de clases. Este es mi segundo año aquí, mis padres me cambiaron a mitad del año a "Stevenson College". Perdí mi pasado, a mis amistades. Bueno los que decían ser mis amigos y amigas, solo hablo con uno, Daniel ha sido el único el que no me ha dejado sola y no me ha juzgado.

En mi otro colegio era de las más populares, creo que eso me jugo en contra. Era la típica chica que todos los hombres se peleaban solo por sentarse en la cafetería con ella, la que se le caía los libros y todos corrían por recogerlos. Hasta que se me ocurrió la genial idea de enamorarme de él, un inteligente y guapo estudiante. Jamás le hacía caso a nadie muy misterioso, solo sé que en ese entonces su padre era de una empresa socia a la del mío. En estos momentos quiero olvidarlo y el dolor llevarlo lejos.

Se escuchó el timbre sonar. Los alumnos se comenzaron a llegar y nosotras ya estábamos sentadas. Soy la niña invisible que nadie conoce su pasado y espero que nadie lo conozca.

*

-Nos vemos mañana- le digo a Cassandra, ella es muy efusiva, me da un beso en la mejilla y se fue directo a su auto.

Saque las llaves de mi auto, saque la alarma, subí tire las cosas a la parte trasera y arranque. El colegio queda más o menos a una media hora. Al bajar me abrió Lili una empleada a la cual quiero mucho.

-Buenas tardes señorita Heather, el niño Ethan está arriba-

-Buenas tardes Lili, gracias-

Cerro la puerta después que yo entrara, le di una última sonrisa, gire viendo a mi madre sentada en su gran y lujoso colección de sillones.

-Por dios Heather mira lo que traes puesto- mire mi cuerpo y traía unos pantalones negros una polera negra con el nombre de mi banda favorita, mis converse negras y una chaqueta de cuero negra.

-Ropa- respondí haciendo una mueca, mi querida madre movió la cabeza negando

-Nose donde quedo la Heather la de antes-

-Ahí mama, en el antes ahí quedo esa Heather, y si esta no te gusta lo lamento- subí mis hombros en señal de que no me importaba lo que me dijera.

-Es que ese el tema, antes era la señorita pero desde que....-

-No comiences con eso, para ti ese es tema obligado en todas nuestras discusiones, las cosas ya están hechas y ahora no hay nada que hacer, acepte su castigo, sé que fue mi error, acepte que me transfirieran de colegio, que nos mudáramos aquí dejando mi pasado, sabiendo perfectamente que donde vivíamos todo seguiría normal-

-Eres hija un empresario muy reconocido en todas las cadenas de abogados, debes comportarte como tal y tu jueguecito no termino muy bien-

-Claro no sería bien visto que la hija de Edison Adams fuera madre a los dieciséis años ¿Verdad?-

Se quedó callada sin responder nada. Cometí el error de una adolecente enamorada, que no le pudo decir a su novio que estaba embarazada por el simple hecho que el padre de él y mis padres decidieron que llevarme fuera del país sería lo mejor que podría pasar. Peter no sabe que tiene un hijo llamado Ethan. Mi familia ha hecho lo imposible porque yo no sepa nada de él. Mis llamadas las manipulan, los mensajes, mi correo electrónico, mi tarjeta de crédito solo las ocupó cuando ellos quieren, mis redes sociales, todo lo que exista para comunicarse con el exterior ellos lo tienen intervenido. Con lo único que no me pueden molestar es cuando llamo a Daniel.

Me di la vuelta y subí a mi habitación. Al entrar esta daba con dos puertas una es de mi baño y la otra es para ingresar al cuarto de mi hijo. Ethan tiene un año y medio. Lo tuve cuando faltaba un mes para cumplir mis diecisiete años. Para no perder un año escolar mis padres contrataron a Lili para que cuidara a mi bebe.

Entre en su recamara azul con autos por todos lados, el aún no sabe hablar solo dice pequeñas palabras, es rubio al igual que su padre al igual que su gran sonrisa, con mis ojos verdes. No se enoja por nada, si el día estuvo nublado, es solo esperar hasta el término de las clases y cambiar toda esa negatividad por una sonrisa de mi hijo.

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Espero que sigan está historia, me he dado el tiempo para hacerla y que llame mucho la atención :3

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