;

115 11 0
                                    

Buscando entre miradas, encontré la tuya, tus ojos cafés me cautivaron por completo y supe entonces que estaba jodida.
Teniendo en cuenta tu veneración por tu belleza me fui haciendo adicta a ti, sabiendo que terminaría rota, si es que eso se podía más.
No me enamoré de ti, por que ni yo misma puedo explicar aquello que sentí por ti, escribo en pasado el sentimiento que aún queda vivo, para leer esto más tarde, cuando ya te haya superado, cuando ya no vivas en mi, cuando la flama haya cesado.
Y se que tardaré en hacerlo, espero leer esto más adelante y no sentir nada más, amor mío.
Tus palabras. Aquellas que me dijiste en aquella noche de sinceridad, quedan intactas, tatuadas en mi, tatuadas en mis recuerdos, en mi mente, en mi alma.
Tus besos. Aquellos besos que me dabas para que dejara de pelear, esos besos están incrustados en mi, como las piedras en la tierra, como tus palabras en mi mente, como tus caricias en mi piel.
Tus miradas. Esas miradas que me dabas cuando creías que no me daba cuenta, cuando nos mirábamos por minutos (creyendo que eran años) y reflejabas (algunas veces) aquella vulnerabilidad que yace en ti y tratas de ocultar a toda costa.
Tus roces. Aquellos roces de mano que daban indicio a todo, aquellos roces de hombros en los que rogaba que me abrazarás y jamás de soltaras, donde me sentía pequeña a ti, inferior, como una hormiga se siente frente a un humano.
Tus abrazos. Aquellos abrazos que no se pueden explicar, aquellos días que estuvimos juntos abrazados y en silencio, donde me sentía protegida, querida, amada.
Tus celos, esos nunca los comprendí, amor. No tenían ni pies ni cabeza, ¿Te haz visto? ¿Por qué dejarte?
No pido que entiendas esto, corazón. Es algo que no me alcanzan las palabras para explicar, sé que algún día tu sentirás esto que yo sentí por ti y lamentablemente no seré yo aquella que te lo haga sentir.

HeroínaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora