Capitulo XIV: Duelo

Start from the beginning
                                    

—No tiene caso que te presentes en ese estado, será más perjudicial para ti. Además— Emite una cálida risa que deambula entre la travesura y la nostalgia—, él te mandará a regresar a tu casa, diciendo que eres inconveniente para "el plan". Ya sabes lo comunicativo que es para expresarse con los demás, ese teme.

Ambos nos permitimos reír de su comentario, porque tras estás semanas hemos conocido más de esa faceta soberbia, pero dulce, de Sasuke. Aunque, por el tiempo que ellos dos han estado llevándose juntos, probablemente él ahora sabe más cosas de Sasuke que yo. Porque Naruto se convirtió en "él amigo de Sasuke" que tuvo que llevar al hospital y hacer los arreglos posibles para que le ofrecieran todas las atenciones necesarias en su recuperación. Era, entonces, obligatorio que el Uchiha visitara diariamente al Kitsune. Sí, quizás para mantenerlo en vigilia al inicio, pero a mí me parece que se han vuelto más cercanos. Que puedan pelear verbalmente sin matarse entre ambos me parece ya un buen indicio.

—Parece que Sasuke y tú se han estado llevando bien— Abandoné la custodia en la que permanecían mis manos, bajo el resguardo de unas más angostas y masculinas, para llevarla a la revoltosa cabellera rubia de mi compañero. Naruto simplemente forma un puchero en su rostro.

—Si con llevarnos bien te refieres a que nos estemos insultando todo el rato...

—Creo que ese es el modo en el que tienen definida su amistad —Le sonreí contagiada de una extraña alegría que me hizo sentir, por ese instante, ligera—. Me alivia que hayan podido lograr eso. Pienso que ahora mismo ustedes son igualmente muy importantes para mí, a pesar de como surgieron nuestras circunstancias— Naruto baja delicadamente mi mano de su desordenadas hebras doradas y emite un sonoro suspiro.

—Un kitsune tramposo que actúa de forma infantil, un humano tsundere que no deja de hablar sobre lo fabuloso que es un Clan y una humana que no quiere tener nada que ver con el asunto. Sí, somos un trío de lo más interesante.

—Hacemos un buen cóctel.

—Y una sonora explosión.

Escuchamos silencio por un rato. Naruto entonces se despidió en escuetas palabras y sin apresurado andar. Observé como desaparecía del portal de mi habitación mientras me embargaba una sublime dosis de tranquilidad, fue en realidad por un momento breve, sin embargo suficiente como para que aquella bromista trivialidad aliviara parte de mi perturbación.

—Gracias— Le ofrecí a la nada.

—Entonces, el zorro se ha ido— Me responde una voz que no viene de la nada, sino del marco de la ventana que en escasos segundo se abrió casi por obra del viento.

—No quiero hablar contigo— Le dije secamente a esa templada voz de la que comenzaba por arrepentirme reconocer con temible rapidez.

—No se trata si quieres o no hablar conmigo, es de que ambos necesitamos hablar. Ahora— El tono neutro de su voz mutó por unos instantes, en su última palabra. Le miré, azorada, contemplando como con un tenue cambio vocal sus vacías palabras tomaban la intención de comando.

No obstante, guardé silencio. Lo que menos deseé en éste día era ver a Sasori, y para mi desafortunada suerte, fue lo primero que se manifestó en los primeros segundos que Naruto abandonó mi habitación. ¿Es que acaso ya no tendré algún momento en el que pueda estar sola, al menos para lamentarme la pérdida de Deidara? A veces pienso que los miembros de Akatsuki se tienen jugada alguna apuesta para incordiarme todo el tiempo y ver en qué momento saco la ametralladora y extermino a media población.

De nosotros sólo hubo una larga pausa, en la que ninguno hablo. Apenas respiramos, apenas me ve. Y yo contemplo la sombra que besa mis pies, a la imitación negruzca y traslúcida de sus revoltosos mechones rozando la punta de los dedos.

Efusivo ErrorWhere stories live. Discover now