Capitulo VIII: Descontrol

343 25 11
                                    

1

La noche es un misterio místico. Miles de historias flotando, hundidas en la oscuridad; llamando a los demonios y criaturas deformes: salivando, de grandes dientes, ojos fieros y bestiales, pelajes brillantes u opacos y, por supuesto, un apetito feroz y obsesivo por los humanos. Que humanidad más humilde. Que imaginación más vivaz y poco productiva. Después de todo, el único aliento a la obediencia es el miedo.

Esta noche hay que tener cuidado, las almas en pena buscan a otro que condenar.

La sangre fluía cual río en el pecho de Naruto, su respiración se descontrolaba y entre tiempos producía espasmos. La mano derecha le temblaba demasiado, uno de sus ojos se entrecerraba lastimosamente al ser invadida por un poco de su propio fluido sanguíneo, su rodilla izquierda producía un crujido muy extraño cuando intentaba levantarse; el labio inferior partido, su rostro cubierto de arañazos y raspaduras, ambas manos lastimadas con pequeños moretones y cortadas; las piernas flaqueando, una más incapaz de mantenerlo de pie que la otra.

¿Cómo llegó Naruto a quedar en ese estado?

Mis lágrimas empezaron a surgir con descontrolada abundancia, mordí intencionalmente mi labio inferior para reprimir un poco mi debilidad e intentar recordar la situación que estoy viviendo en esos momentos.


2

—Es tiempo Sakura. Necesito que me entregues a... "Naruto". Si lo que quieres es dejar Akatsuki y volver a tu vida normal, entonces es mejor que me lo entregues pacíficamente— Su tono despedía aires de autoridad. Mis manos empezaron a temblar notablemente mientras miraba a Naruto, preocupada.

No puedo, no puedo dejar a Naruto.

—Lo siento, Sasuke —Mi disculpa provoco un brillo de molestia en los ojos de Sasuke—, pero me niego a que Naruto forme parte de esto— Lancé una mirada fugaz a Sasori para observar su reacción, supuse que permanecería indiferente de la situación. Pero lo que presencie me dejo sorprendida, no, más allá de sorprendida, me dejo completamente impactada: Sus labios se habían curvado levemente en una sonrisa.

Una sonrisa de satisfacción.

No lo entendía ¿Por qué esa cara? ¿No debería darle igual las cosas que son ajenas a él? ¿O es que acaso... él piensa que mi contestación recibirá una consecuencia, y que esa consecuencia, es la causante de esa sonrisa?

Sasori advirtió mi mirada puesta en él y la expresión de azoramiento; ahora el alargo más su sonrisa.

—Sasuke-kun, tú estás aquí porque deseas reclamar tu puesto como candidato a Akatsuki ¿no es así? —El comentario del pelirrojo nos obligó a Sasuke y a mí verlo con demasiada atención a sus palabras. Analicé por un momento sus palabras dirigidas a Sasuke... la conclusión a la que llegué fue tan espeluznante que me obligué a desecharla. Si es verdad este juicio analítico, no quiero creer que Sasori está sugiriendo que...—. En estos casos, lo mejor es que ambos nos demuestren si son dignos de Akatsuki. Así que, esta es la mejor ocasión para saber que tan bien manejas tu Sharingan— Los ojos de Sasori se entrecerraron un poco y pronunció aun más su sonrisa. Un mortífero escalofrío me recorrió la columna vertebral.

Estuve a punto de decirle a Sasori que se dejará de tonterías. Desgraciadamente, de mi boca no salió palabra al ser violentamente callada por la ronca voz de Sasuke-kun, quien empezó con un tono bastante firme.

—Estoy de acuerdo con eso —Mi terror aumentó al notar que el iris de Sasuke empezaba a tornarse de un color escarlata—, la única forma de solucionar este predicamento es en un combate— Un ataque epiléptico era una sugerencia seductora a mi temeroso cuerpo. Saber lo que toda esa prepotente oración puede llegar a significar para el Kitsune y yo, me supone un destello de luz verde que nos anuncia huir del peligro inminente.

Efusivo ErrorWhere stories live. Discover now