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Los tres chicos salieron del gran centro donde se encontraba la convención de juegos, la cual había culminado, el trio tenía una sonrisa en sus rostro, la habían pasado genial.

Los nuevos proyectos era espectaculares y la tienda de regalos aún más.

Miguel entre sus manos poseía colecciones de muñecos de video juegos pronto en salir exclusivo y algunos comic.

-Bueno, aquí es donde nos separamos.-Dijo Lana llevando un mechón tras su oreja.

-¿No esperaran a Rubén?.-

-Oh, no te preocupes ambos vivimos a unas cuadras de aquí.-Explicó Willy.

-Sin duda la pasamos genial.-Lana se acercó y besó su mejilla de modo de despedida.-Hasta el lunes, ¿Tal vez?-

-Sí, hasta el lunes.-

Los dos chico tomaron ruta hacia sus respectivos hogares, Miguel empezó a buscar con la mirada a Rubén pero no veía el auto de este.

Caminó hacia el estacionamiento, pero este estaba completamente vacío, bufó y se sentó en una banca a esperar.

Por otro lado Rubén hablaba con su novia vía Skype, la chica lucia tan hermosa como Rubén la conmemoraba.

-Pronto estaremos juntos, bebé.-Dijo Scarlet melosamente.

-Estoy ansioso por ello.-Sonrió.-Scarlet te he extrañado tanto.

-Y no sabes lo mucho que yo a ti.-El castaño sacó su teléfono observando la hora.

-Mierda.-Musitó

-¿Pasa algo?.-

-Sí, Scarlet te llamo después debo ir a buscar a el idiota de Miguel.

-¿Quién?.-

-Miguel, mi tutor.-

Sin más cerró su laptop y salió corriendo hacia el taller.

-¡Papá, necesito un auto!, ahora.-El hombre le lanzó aquellas llave que el castaño tomó expertamente.

-Es del Kia.-Rubén corrió hacia el auto donde se subió aligerando hacia el centro donde tenía que ir por su tutor.

Miguel ya tenía frio, las calles estaban solas y temibles para el pelinegro.

Decidido se levantó y comenzó a caminar a lo que creía él ser la dirección de su casa.

-Hey niño..-Una voz le hizo detenerse, bajó la mirada hacia el auto que estaba andando lentamente al ritmo de sus pasos, rodó los ojos al ver al castaño.-¿Quieres dulce?.-Bromeó abriendo la puerta desde adentro, Miguel entró dejando todas sus cosas en su regazo llamando la atención de Rubén.-

-No es divertido tu acotación.-

-No empieces, no quiero discutir.-Pidió el castaño poniendo en marcha el Kia.

-Bonito auto.-Musitó Miguel observando el interior.-Es diferente al que me trajiste.

-Así es...-

-Tus padres deben de tener una millonada.-Rubén rió a carcajadas por el comentario de Miguel.-¿Qué es lo gracioso?.-

-Lo que acabas de decir. No son los autos de mi padre y menos mío, son los de nuestros clientes.-Explicó observando fijamente la carretera.

-¿Ah?-

-De nuestro clientes, papá es mecánico, y yo le doy un capote.-Encogió sus hombros.

-¿Y son buenos?-

-Los mejores de la ciudad.-Sonrió.-Y no es por ser presumido.

-Ah, se nota.-Habló con sarcasmo.

-Bien, llegamos.-Miguel salió del auto cerrando la puerta con dificultad.-¿Entonces hasta mañana?.-

-¿A qué te refieres?.-Miguel achinó sus ojos.

-Ya sabes...eres mi tutor.-

-Creí que tenía cosas que hacer.-

-Las tengo, pero realmente quiero pasar el penúltimo año.-

-Entonces hasta mañana.-El moreno sonrió de lado, Rubén asintió y puso en marcha el auto para ir nuevamente al taller.

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Al día siguiente se levantó temprano por las quejas de su padre, las cuales llegaban a sus tímpanos.

-¿Y es que ya uno no puede dormir?.-Masculló levantándose de la cama y saliendo hacia el baño.

Afuera un auto marca Volvo fue estacionado bajando de allí Rubén, con su típica americana de cuero, sus anteojos oscuros y su encantador flequillo.

-¡Maldito auto!.-Escupió el padre de Miguel golpeado la rueda delantera de su Audi.

-Disculpe ¿Aquí vive Miguel?.-El hombre se percató de Rubén y luego del auto.-¿Tiene problema con su Audi?.

-Oh si.-

-¿Puedo echar un vistazo?.-El hombre asintió y Rubén se aproximó hacia el capó abriéndolo y observando de una vez lo que este tenía.

-Ya se. Debe lubricar el motor, bueno tuvo que hacerlo hace mucho.-Cerró el capó.-En unos meses seguro tendrá que cambiar el motor.-El padre del moreno observaba curioso al castaño.

-¿Tú quién rayos eres?.-El hombre sonrió.

-Rubén, lamento no presentarme, vengo a recibir tutoría de parte de Miguel.-Sonrió de lado. Regresó de nuevo al auto sacando su billetera y de ella una tarjeta, se la tendió al señor el cual la tomó gustoso.

Desde la lumbrera del bañoun Miguel observaba la escena.    



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Dedicaciones:

@SALSEOxD

@IsaftLutaxx

Gracias por todo, las quiero apapachar :cc


Miguel; El chico nuevo ↬ Rubelangel (Pronto corregida y culminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora