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Definitivamente Miguel y Rubén eran como el agua el aceite, sus sangres chochaban y no había ni un segundo en donde no quisieran insultarse en toda la jornada escolar.

Eran rivales, Miguel observaba a Rubén como un completo patán que no tenía vida general y se encargaba de arruinárselas a los demás. Mientras que Rubén observaba a Miguel como un estúpido marginal desubicado.

Lo que ambos vivían era aborrecimiento a primera vista.

-¿Me estas escuchando?.-Preguntó Samuel a el castaño, este sacudió su cabeza fijando sus ojos verdes a su amigo.-Me lo imaginé.-Resopló.

-Lo lamento. ¿Decías?.-

-Lo que te trataba de contar era que...-La mirada de Rubén se paseó nuevamente hacia Miguel quien lo observaba de vez en cuando retador, definitivamente ese niño lo atiborraba. Y Miguel sabía lo que causaba, pero este no iba a ser nada para ''tratar de mejorar la relación de ambos''.- Cuanta tensión.

-¿Qué?.-El castaño arrugó su ceño, volviendo la mirada a Samuel.

-Entre tú y el nuevo.-Rubén sonrió confundido mientras negaba.

-¿Qué?.-Repitió.-El idiota no deja DE MIRARME.-Elevó la voz para que este lo escuchara.

-El que me estas mirando eres tú.-Prosiguió Miguel elevando una ceja.

-¿Yo?.¡Ja!.Sigue soñando niño.-

-¿Yo, soñar contigo?, que gran imaginación.-Rubén oprimió sus puños.

-Eres un maldito bastardo.-

-Y tu un hijo de puta.-

-Doblas y Ruiz a detención.-

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Ambos entraron con cierto fastidio al pequeño salón donde aparte del profesor, una chica y otro chico de diferentes años se encontraban, Miguel se sentó en un extremo de la esquina mientras que Rubén en la otra.

-¿Tú eres Rubén?, ¿No es así?.-Preguntó la chica con innegable emoción al ver al hermoso chico con apariencia ruda sentarse tras ella.

-Sí, te han dicho bien.-Le giñó el ojo a la pelirroja haciéndola sonrojar, Miguel observaba la escena con repugnancia.

-Me han contado muchas cosas de ti.-La pelirroja coqueta quiso tomar la mano del ojiverde que rápidamente la alejó.

-Cree un cincuenta por ciento de ellas.-

-¡JAJAJAJA!.-Empezó a reír como una completa maniática cubriendo su boca para verse tierna, pero realmente espantó a Rubén, este frunció el ceño preguntándose; ¿Qué le pasaba?.-Eres tan, tan gracioso Ruby.-

-En primera es Rubén, en segunda estas chiflada y en tercera no hay, así que adiós.- Se levantó y caminó lo más lejos que pudiera estar de ella, alado de Miguel.

-Lo que me faltaba.-Musitó el moreno.

-No seas idiota.-

-Los dos de atrás silencio.-Mandó el viejo profesor que se encargaba de las horas de detención.

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Después de una larga hora en detención donde Rubén se había quedado dormido, la extraña pelirroja había llorado y el otro chico quien nadie sabía quién era comía, el moreno se dio cuenta de que jamás, jamás de los jamases quería ir a detención.

El timbre sonó y todos salieron a excepción del dúo de atrás.

El moreno se encontraba en el dilema de despertarlo o no hacerlo y que llegara tarde a la próxima clase.

Suspiró hondo y caminó hacia la puerta.

-Rubén.-Musitó.-Rubén.-Volvió a musitar.-La clase comienza en unos segundos.-Dijo lo más bajo posible.

Al ver que obviamente este no iba a despertar encogió sus hombros y salió.

-Conste que traté de despertarlo.-



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Miguel; El chico nuevo ↬ Rubelangel (Pronto corregida y culminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora