El Secreto de Harry Styles (M-Preg) Larry Stylinson

Capítulo 16: El primer beso

-Siento haber tardado tanto -el chico moreno se disculpó al llegar al restaurante-. No encontraba aparcamiento por esta zona.

La piel del rubio se erizó al oír su voz y alzó la cabeza para mirarle. Sabía que un escáner completo de su ropa sería algo descarado, pero no se resistió a darle una ojeada rápida a aquellos pantalones vaqueros ajustados. Zayn era realmente distinto a él. Un chico con apariencia de duro y un look que la mayoría de las chicas de su instituto denominarían como "muy sexy". Ya no tenía razones para esconder aquella opinión compartida ni para negársela a sí mismo.

-No te preocupes, a mi también me ha costado aparcar -dijo intentando mostrar seguridad en sus palabras.

Zayn se sentó frente a él y se quitó la cazadora de cuero para dejarla colgada en el respaldo de la silla. Ambos comenzaron a leer la carta mientras compartían miradas de nervios e incertidumbre por lo que les depararía la noche.

Su conversación comenzó por temas sencillos: la comida, el ambiente en el local e incluso el tiempo que hacía en el exterior. Poco a poco la comodidad se hizo presente entre ambos. Al fin y al cabo, llevaban muchos años siendo amigos y otros tantos compartiendo piso, no había razón aparente para que la situación se volviera tensa entre ellos.

-Y, ¿qué tal con tu familia? -preguntó Niall tratando de dejar un poco de lado las conversaciones superficiales.

-Safa me llamó para ver como estaba. Supongo que fue mi madre quien le dijo que llamara ella, porque aún se siente avergonzada de lo que pasó con... Yaser.

El rubio tragó saliva al darse cuenta de que aquel tema era demasiado delicado para tocarlo aún. Si Zayn llamaba a su padre por su nombre significaba que aún no había solucionado los problemas con él, y quizás ni siquiera pensaba solucionarlos. Decidió probar con algo más sencillo.

-Tu hermana es una niña adorable, a mí me encantan los niños -comentó con una sonrisa.

-¿En serio? No sé si sería capaz de imaginarte cuidando de un bebé -rió Zayn-. Seguro que le darías el biberón demasiado caliente y le pondrías los pañales del revés. Sería gracioso verte.

-¡Hey, yo sería un padre genial! -Niall se hizo el ofendido-. Cuando era pequeño siempre jugaba con las niñas a "papás y mamás" y todas querían ser mi novia. Eso demuestra que era el mejor padre.

-O que eras el único que jugaba con las niñas a las muñecas.

Aquel comentario dejo al rubio callado y pensativo. Él tenía buenos recuerdos de su infancia jugando con sus amigas en el patio del colegio. Aunque sus padres nunca les había gustado demasiado aquello, e incluso les había escuchado discutir por su culpa... Su padre creía que jugar con niñas le convertiría en "un maricón", pero su madre siempre intentaba convencerle de que Niall era apenas un niño de siete años y que si se juntaba con chicas probablemente sería porque ellas le gustaban. Y realmente él era demasiado joven a esa edad para darse cuenta de lo que hablaban sus padres.

Su familia era cristiana y católica, por lo que siempre le había enseñado que los hombre debían estar con mujeres y viceversa. Aquello no le había hecho rechazar a los gays, por supuesto que no, pero las palabras de sus progenitores habían calado tan hondo en él que jamás se había planteado otra opción distinta a esa. ¿Y si realmente era gay? ¿Y si encontraba a la persona con la que deseara pasar el resto de su vida y resultaba ser un chico? ¿Sería su familia capaz de aceptarlo?

-Niall, ¿estás bien?-interrogó Zayn al ver como su expresión había cambiado por completo.

-Ejem, sí... -contestó él sin ni siquiera levantar la mirada.