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Capítulo 11 - Como bomba de tiempo

Capítulo 11: Como bomba de tiempo.

No sé cómo no lo vi venir.

Él debía estar acechando.

Después de lo que me había contado Gabriel, sabía que venía por Elena y no iba a detenerse hasta obtenerla. No lo había hecho con ninguno de los otros y ella había tenido suerte con él la noche anterior pero no se rendiría tan fácilmente.

Debí saberlo.

Su mirada se deslizó sobre nosotras a medida que se paseaba alrededor. No podía moverme pero sabía que estaba disfrutando tenernos a las dos sin el menor esfuerzo. Sé que la siguiente es Elena, ¿pero había forma de que él nos llevara a ambas? No quería averiguarlo.

―La última vez que nos vimos pensé que eras más inteligente, Vryce.

Los vellos de mi nuca se dispararon en respuesta, no sabía exactamente si por el tono de su voz o por escucharlo decir mi nombre completo.

¿Qué sabía él sobre mí?

¿Qué sabía sobre nosotros?

Intenté concentrarme en lo que Elena había dicho sobre el encuentro de la noche anterior. Había averiguado que la voz lo distraía así que debía responderle. Cerré mis ojos para concentrarme en encontrar mi voz. Estaba aterrada y probablemente ese era otro punto a su favor por lo que debía tranquilizar mi respiración y los latidos de mi corazón.

Respira.

Inhala.

Exhala.

Nada.

Estaba completamente bloqueada.

Luché para siquiera respirar a un ritmo controlado pero me encontré ajena a mi propio cuerpo. No podía manejar ninguno de mis movimientos.

―¿Cansada?

Abrí mis ojos bruscamente para encontrarlo a pocos centímetros de mi rostro. Llevaba los mismos lentes oscuros de la noche anterior y sentí como si eso fuera lo mejor, algo me decía que nada bueno podía encontrar al mirar directamente dentro de él.

El resto, sin embargo, daba miedo. Su piel era demasiado blanca y su cabello de un rubio inusual. Lamentablemente, a una distancia considerable podría parecer un humano normal por lo que no estaba segura de si alguien lo viera vendría en nuestra ayuda.

¿Pero qué pasaba si la madre de Elena regresaba?

¿Qué pasaba si Ollie decidía salir?

Gabriel no había dicho nada sobre lo que podría hacer el Venator cuando se viera amenazado aunque la noche anterior había desaparecido cuando regresó la familia.

¿Cuánto tiempo se mantendría alejando cada vez que alguien más interrumpiera?

Mis pensamientos también fueron bloqueados cuando el Venator extendió una mano hacía mi rostro y deslizó sus dedos sobre mi mejilla. El frío de su piel penetró a través de la mía. Me habría estremecido si no estuviese paralizada en mi lugar, lo único que podía hacer era mirarlo fijamente.

―Tu turno pronto se acerca, tic-tac ―se burló, imitando el sonido del reloj. Luego sacudió la cabeza y se enderezó en toda su altura―. Pero no será ahora.

No sentí alivio ante esto porque lo único que tenía ahora era tiempo. Tarde o temprano él iría por mí y esto sucedería una vez que se llevara a Elena.

―Supongo... supongo que el... impedimento soy yo, ¿no? ―la voz de Elena llevó la mirada en su dirección.

Ella lo miraba fijamente, manteniéndose firme aunque su posición era desfavorable. Vi que le había costado hacer un esfuerzo para hablar pero ella lo había logrado, yo sin embargo, continuaba sin ser capaz de hacer algo más que ser una espectadora.