Cambiaste Mi Vida. Capítulo 59

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  POV CAMILA

Una pequeña niña de cabellos castaños y potentes ojos verdes nos recibió, mirándonos a cada una fijamente, una mirada conocida, se detuvo en mi mamá y la recibió con una sonrisa. –Hola Nati.- le dijo mi madre y la pequeña la abrazó. Una voz de mujer vino de atrás asomandose a la puerta, Lauren tomada de mi mano estaba más tensa de lo que la vi jamás. –Hola, las estábamos esperando, pasen.- dijo la mujer y pasamos a la sala, se notaba bastante joven. –Tú debes ser Lauren.- le dijo directamente a ella cuando estábamos ya en la sala. –Soy Andrea, es un gusto conocerte.- se acerco y beso su mejilla con cariño. –Como sabes que yo soy Lauren?- le peguntó. –Tus ojos verdes se me hacen muy familiares.- dijo la mujer con una sonrisa mientras miraba a su hija, la cual estaba enredada en sus piernas. –Ella es tu segunda hija no?- le preguntó a mi mamá mientras me saludaba, ella asintió. Saludo a mi mamá y nos invito a sentarnos. –Quienes son ellas mamá?- preguntó la pequeña, era realmente hermosa, al ver sus ojos de frente, no pude evitar no ver los de Lauren. –Ella es Lauren y ella es Camila, recuerdas que te dije que vendría una prima hoy? –Sí! –Bueno, Lauren es tu prima.- le dijo y Lauren sonrió tímidamente cuando los grandes ojos verdes de la pequeña se fijaron en ella. Ella le sonrió y después dijo que iría a ver a su hermanita. –No le he dicho aún que eres su hermana, es muy pequeña y no va a entender nada. –No se preocupe, es entendible, yo también estaba algo preocupada por eso. –En serio me alegra que hayas venido Lauren, Sinu me dijo que vivías en Los Angeles, siempre quise comunicarme contigo. –Yo realmente no sabía nada de ellas, personalmente decidí no tener contactos con Nicolas, me acabo de enterar hace unos días por medio de él. –Esta acá?- preguntó con cierto temor. –Sí, pero dudo que se quede por mucho tiempo, no lo soporta.- se produjo un silencio algo incomodo. –Su hija está hermosa.- dijo Lauren rompiendo el silencio. –Sí, Nati es linda, traeré a Vero para que la veas.- dijo levantándose. –Todo bien?- le pregunté a Lauren y asintió media ida de sí. –Sabes, ahora ya sabemos de dónde vienen tus ojos claros.- dije acariciando su mejilla y la vi sonreír. –También son verdes no? –Sí, y cambiantes.- respondió mi mamá y Andrea entro a la sala con una niña más pequeña en brazos. –Ella es Vero.- dijo Andrea saludándonos con la delicada mano de la niña, la otra sujetaba una galleta. –Las dos tienen los ojos verdes.- dije algo admirada, los de ella eran mucho más claros que los de la mayor. –Sí, pero los de ella son cambiantes, es algo extraño.- dijo Andrea sentándose al frente nuestro, reí viendo a Lauren. –Tú también?- le preguntó. –Sí, grises y azules.- respondió Lauren sonriendo, una sonrisa exageradamente sincera y llena de sentimientos. –Wow! Son iguales!- dijo Andrea algo emocionada. Natalia vino con una especie de rompecabezas y se sento en el suelo a jugar con él, la mirada de Lauren estaba perdida en las niñas mientras que mi mamá y Andrea conversaban. –Ellas lo conocen?- preguntó. –Nati si, pero sabe que está de viaje. –No vives con él? –No, nos separamos cuando Vero tenia meses de nacida.- Andre suspiro pesadamente. –Yo no sabía nada de ti y tu mamá, cuando Vero nació a él se le escapo algo, dijo que ella se parecía a Lauren, ya lo había escuchado decir tu nombre antes, así que me pareció muy extraño y mas por cómo se ponía él cuando le preguntaba, averigüé y ahí encontré a Sinu, ella me dijo toda la verdad. Yo no tenía idea de todo el daño que les había hecho.- Lauren escucho atenta pero con la mirada perdida en alguna parte. –Usted lo dejo? –Sí, fue lo mejor, ellas se hubieran encariñado con él y eso no hubiera sido bueno para ellas. –Estas con él jamás es bueno.- dijo Lauren y Andrea sonrió. Ella nos conto un poco sobre todo, pasaron unos cuantos minutos para que Lauren no resistiera más y se ponga a jugar con Natalia, la pequeña estaba encantada con su presencia, decía que era su prima favorita. Yo creí que no había nada más tierno que ver a Lauren con Taylor, pero verla sentada en el suelo jugando con su hermana superaba todo, se le veía tan contenta, tan tranquila, la sonrisa que tuvo al cargar a Vero era una que nunca había visto. Mi mamá le conto rápidamente el incidente con Nicolas y algunas cosas sobre Lauren, Andrea era realmente muy agradable, se notaba que se preocupaba por el bienestar de sus hijas ante todo, algo que quizás la mamá de Lauren nunca pudo lograr hacer. –Fue un gusto conocerte.- le dijo Andrea a Lauren mientras la abrazaba, mi mamá ya había salido. –El gusto es mío, me alegra saber que ellas tienen una madre como usted, se que estarán bien y eso me tranquiliza muchísimo.- dijo Lauren abrazando a Natalia, la niña estaba triste porque su "prima favorita" se iba. –Vas a volver? –Espero que sí, tú puedes venir a visitarme cuando deseas!- le dijo acariciando sus mejillas, a Lauren prácticamente se le estaba por caer la baba de tanta ternura que sentía. -En donde vives? –En Los Angeles! Podríamos ir a Disney a pasear si vienes!- le dijo con un tono exageradamente infantil haciéndonos reír, la niña asintió contenta. –Pequeña, tus ojos serán mortales cuando crezcas.- le dijo a Vero rascándole su barriga. –Ya lo son!- agregó Andrea. –Nadie puede negarnos algo cuando los vemos a los ojos.- dijo mirándome y dejando un suave beso en mi frente. –Ahora estoy en pleno cambio de mudanza, cuando este ya plantada en algún lugar yo te llamaré, quizás podrían venir a vernos.- dijo ahora ya caminando hacia la puerta. –Igual tú también podrías venir, esta es tu casa. –Gracias, espero volver pronto.- dijo y nos despedimos, vi cierta nostalgia en su mirada mientras que el auto avanzaba y sus medias hermanas se quedaban atrás. –Cómo estás? –Renovada. –Eso es bueno? –Muy bueno, solo falta algo más para ya terminar con todo. –Que cosa? –Mañana después de dejar a Ally iremos.- dijo sonriendo. Ya era de noche así que dejamos a Lauren en la casa de Dinah y nos fuimos a la casa. Ally, Marielle, Sandra y Sofi estaban acostadas en la sala en una noche de películas, mamá y yo nos unimos, papa ya se había ido a dormir así que hoy seria noche de chicas, quizás pase un largo tiempo para estar nuevamente juntas otra vez.
POV LAUREN
Quizás para completar mi viaje me faltaba una cosa más, algo que postergue muchos años, y una de las razones fundamentales por la que no volví. Fui a desayunar con Dinah para contarle todo lo de ayer, ella estaba feliz por mí, y yo estaba feliz de haber encontrado una nueva amiga. Siempre me había caído bien. Al medio día almorzamos todos juntos, las chicas no fueron al colegio y Alejandro y Sinu se quedaron para así despedir a Ally. Era como volver al pasado, solo con la leve diferencia de que ahora tengo 25 y una de las hermanas me tiene abrazada. Igual se seguía sintiendo bien, era algo extraño ya que para ellos era nuevo ver a Camz con una mujer, pero se lo llevaban bastante bien, lo cual me sorprendía. Ya estábamos yendo al aeropuerto, me había llevado el auto de Dinah, no todos entrabamos en el auto de Sinu así que Camila, Sofi y las maletas de Ally se vinieron conmigo. Era triste ver como Ally se iba sola, siempre íbamos a todos lados juntas, recién empezaba a afectarme el hecho de que ya no viviríamos más juntas. –Estas bien?- me preguntó Camila haciendo una leve caricia en mi cuello, mientras yo manejaba. –Algo, todo es tan raro.- dije pendiente de la carretera. –Que es lo raro? –Antes salíamos a comer y yo estaba sentada con Ally siempre, antes ella se iba a algún lado y yo iba con ella, no sé.- la mire de lado y vi en su mirada cierta tristeza, me sentí estúpida por haber dicho eso. –No me malinterpretes, me encanta estar contigo, pero es raro, siempre me costaron los cambios, por eso mismo en cinco años nunca los tuve. –Te entiendo, se a que te refieres, y no te sientas la única.- la mire sorprendida. –Para mi también es difícil, pase de vivir con mi familia, tranquila, a irme a vivir a Los Angeles con mi hermana y su mejor amiga, me enamore de su mejor amiga, y ahora dejo a mi hermana y a mi familia para irme a Nueva York, a un lugar en donde no conozco a nadie, creo que no solo para ti es difícil. –lo siento.- dije mirándola por unos segundos, me sentí mal por no pensar en el cambio que ella también hacia. –No tienes que disculparte, estar normal estar asustada amor, pero de eso se trata vivir no?- dijo sonriendo, ella era tan madura para su edad. –A veces me pregunto cuál de las dos es la que tiene 24 años.- dije haciéndola reír. –Igual, no estarás sola, yo estaré contigo.- dije acariciando su rostro. Ella sonrió y miro la carretera. –Ya se a donde vamos.- dijo mirándome y no respondí. Cuando llegamos ella camino hacia uno de los stands y compro unas flores. Me quede apoyada en el auto mirando todo el lugar hasta que ella regreso. Tome su mano y camine, no había vuelto desde el día del entierro, pero recordaba muy bien el lugar. –Hay flores.- dije sorprendida, estaban ya algo marchitadas, pero alguien había venido hace poco. –Mi mamá solía venir.- dijo Camila cambiando las flores por las que tenía en su mano. Me agache para poder ver de más cerca y Camila se paro atrás mío.
POV CAMILA
-Perdóname por no haber venido nunca, y por haber perdido cinco años tratando de olvidarte. No fui la mejor hija, no debí haberte juzgado tanto, tanto en vida como en tu muerte, quizás fue porque no te entendía, porque jamás entendí ese sentimiento de amor absurdo que poseías.- suspiro fuerte, yo sentí las lagrimas caer por mis mejillas. –Ahora te entiendo sabes, fuiste valiente mamá, te enamoraste, solo los valientes lo hacen. Recuerdo las veces que me reía cuando me decías que el amor es para las personas capaces de luchar. Quizás por eso es que no lo había encontrado, porque había dejado de luchar. Tenía miedo de sentir lo mismo que tú, pero ahora estaría orgullosa de ser como tú, bonita.- mi corazón se contrajo al escuchar la palabra que su mamá usaba para referirse a ella. –Si soy lo que soy, y tengo lo que tengo, es todo gracias a ti. Te amo mamá, en serio lo hago.- vi como se seco la pequeña lagrima que caía por su rostro. Se quedo unos minutos en silencio, observando. Sentí su respiración pesada y después de controlarlo se puso de pie. Abrió los brazos y me hundí en su pecho. –Se supone que yo soy la que debería estar llorando.- dijo acariciando mis cabellos. –Soy más sentimental.- le contesté sujetándola fuerte. Me llevo así abrazada hacia el auto, cuando estaba por cerrar la puerta beso mis labios delicadamente y sonrió, sabía que no necesitaba que diga más palabras así que me quede callada, viendo como retornábamos a la ciudad. –Confías en mí?- me preguntó después de varios minutos. –Sí.- dije y ella giró el auto en plena carretera haciendo que los otros conductores se quejen por su rápido movimiento. –Que haces?- pregunté. –Quiero ir a un lugar. –A donde? –Dijiste que confiabas en mí, confía.- dijo y sonrió, me encantaba su sonrisa así que no dije nada. Nos alejamos de la ciudad, ya la noche estaba apareciendo ocultándonos así el camino. Ella se desvio de la carretera y se metió por un sendero marcado. –Sabes a donde vamos?- le pregunté cuando vi que se detuvo a observar los dos caminos. –Creo que sí. –Crees? –La última vez que vine tenía 17 años.- dijo encogiéndose de hombros. Creo que ella había olvidado lo nerviosa que me ponían los lugares nuevos y cerrados, sentí como empezaba a agitarme y ella se detuvo para observarme. –Mirame, no te pondría en peligro, es por acá, lo sé.- me aseguró viéndome a los ojos, rápidamente su verde intenso logro una paz difícil de explicar en mi interior. Estabamos en un sendero marcado por las llantas de los autos, vimos un pequeño cartel "El Mirador" con una flecha, Lauren sonrió y siguió ese camino llevándonos a un tipo de estacionamiento, varios autos y camionetas. –Te dije que sabia como llegar.- dijo saliendo del auto. –Que es esto? –Sinceramente no sé.- me tomo la mano y me llevo por un camino. –Como que no sabes? –Antes era un campamento, ahora no sé que es. Ahora nos vamos a enterar. –Como conoces este lugar?- le pregunté mientras caminábamos. –Recuerdas que mi mamá siempre me llevaba a un campamente en las vacaciones de mitad de año? –Si claro, Ally iba con ustedes.- dije, recordaba que siempre se iban juntas. –Bueno, aquí era donde acampábamos, es el mejor lugar para ver las estrellas, la luna y pasar un buen rato.- dijo y se quedo parada viendo como el camino terminaba dando paso a unas cabañas, mesas para parrillas, una piscina y varios juegos para niños. –Aquí había un monte, antes esto no existía.- dijo observando todo confundida. –Buenas noches.- dijo un hombre acercándose a nosotras. El tenía una camisa con el logo de "El Mirador" que vimos en la entrada. –Buenas noches, ya no existe el monte?- preguntó Lauren algo decepcionada. –Si claro, hemos modificado algunas cosas, pero si sigue por ese camino llegara a unas escaleras, esas la llevaran a la cima. –Ah gracias, esto luce tan diferente. –Hace dos años compramos el terreno, hicimos una especie de club campestre, queríamos algo elegante, pero rustico.- dijo el hombre claramente orgulloso. –Sí, luce bastante bien. –Gracias, se van a quedar? Desean alguna cabaña?- nos preguntó y sentí como empezaba a ruborizarme, Lauren giro para verme y vi esa sonrisa ladeada en su rostro, era sin duda mi sonrisa suya favorita. –No, solo vinimos a conocer, podemos subir al mirador? –Si claro, no hay problema, espero que vuelvan pronto!- nos dijo amablemente y siguió su camino. Caminamos y cuando ya estábamos por las escaleras Lauren comenzó a reírse escandalosamente. –Porque te ríes? –Por ti! Viste tu rostro? Casi te mueres cuando nos pregunto si nos quedaríamos.- la mire sorprendida, se estaba burlando de mí. –Tu cara fue tan graciosa amor. Dijo y seguimos subiendo las escaleras, ella no paraba de reírse y cuando llegamos me quede mirándola fijamente haciéndome la ofendida. –No te molestes bebe, tan nerviosa te pongo?- pregunto y me envolvió en sus brazos por atrás acomodando su cabeza en mi hombro, todo mi cuerpo vibro al sentirla tan cerca. –ehhhh, te pongo nerviosa?- volvió a preguntar pasando su nariz por mi cuello, estábamos caminando en esa posición y me detuve con su caricia. Mi cuerpo era tan vulnerable cuando se trataba de ella. –Mira esto! Esta tan diferente, antes era unas piedras y un árbol.- dijo admirada, aun me tenía abrazada pero ahora miraba hacia el frente. –Porque me trajiste acá?- pregunté. –Porque sin duda este es el mejor recuerdo que tengo de ella, quería venir a recordar un poco. –Me siento orgullosa de ti.- dije mirando el bosque, el cielo y las estrellas, desde este punto se veía todo. –Porque? –Porque volviste, porque estás por fin dejándola ir a ella y dejando de vivir en la sombra de él.- dije acariciando su rostro, solo las estrellas y un leve farol iluminaban la oscura noche, todo era hermoso, la luna, las estrellas, el paisaje, todo, pero sin duda no se comparaba a la hermosura de la persona que me tenía abrazada, jamás dejaba de hacerme sentir especial. –Vine por ti, pero me llevo más de lo que esperaba.- beso tiernamente mi mejilla. –Sabes, en el fondo agradezco todo el daño que me hizo Nicolas. –Porque dices eso? –Porque si no hubiese estado tan frustrada y tan dañada, es muy probable que mi vida haya tomado otro camino, quizás no estaría contigo ahora. Siento que todo lo que pase fue porque en algún momento tu volverías. –Volver? –Sí, estuviste cuando yo estaba ciega, cuando yo no debía verte, y ahora volviste para quitarme la venda, luego de ya haber vivido lo suficiente. –Tú crees en eso de que en algún lugar está escrito con quien compartirás tu vida? Tú crees que está escrito que estaríamos juntas? –Yo siento que toda mi vida te espere, inconscientemente lo hice, cuando te vi en el aeropuerto sabía que estaba perdida, lo leí en tus ojos, sentí algo extraño, me asusté.- gire en sus brazos para verla a los ojos. –Hasta ahora no puedo creer que estemos juntas, que me quieres.- dije perdiéndome en ese brillo intenso que gozan sus ojos verdes. –Yo no te quiero.- dijo arrugando su frente. –Yo en serio te amo.- dijo y mi cuerpo tembló. –Jamás sentí la necesidad de abrazar a alguien, de hacerla sentir cómoda a mi lado, de asegurarme de que se sienta bien, de consentirla.- acaricio mi mejilla. –Tú me haces mejor persona y me gusta lo que soy a tu lado.- era increíble como podía decir tantas cosas bonitas a la vez. –Tanto me amas?- pregunté llevando mis manos detrás de su cuello. –Ves las estrellas?- alce la mirada, el cielo lleno de estas. –Sí. –Ni la cantidad de estrellas se asemeja a todo el amor que siento por ti. – derretido, esa palabra justificaba a como estaba mi corazón. –Porque eres tan linda? –Solo contigo amor, solo contigo.- dijo antes de envolverme por la cintura y juntar sus labios a los míos. Sus labios me acariciaban en un beso tierno, lleno de cariño y emoción por las palabras recién dichas. Solo nos alejábamos lo suficiente como para respirar, no entendía porque no habían personas en este lugar siendo increíble, pero ahora lo agradecía, la soledad era algo buena si estaba Lolo conmigo. Pasaron varios minutos entre palabras, besos, caricias y silencio, un silencio nada incomodo. –Es en serio?- pregunto Lauren mirando el cielo. Alce la mirada y una gota de lluvia cayó sobre mis labios. –lloviendo?- pregunte sorprendida. Las gotas aumentaron y en pocos minutos llovía sin cesar. Lauren se saco su abrigo y me cubrió a mí y a ella para no mojarnos demasiado. Caminamos de regreso con cuidado ya que todo estaba mojado. –Alta lluvia no?- nos pregunto el hombre que vimos hace un rato, ahora llevaba un paraguas. –estaría más feliz si tuviera un paraguas como tú. –Lo supuse, ya se van? –Sí, no queremos ahogarnos.- dijo Lauren algo exagerada haciéndonos reír. –No van a poder irse, por la lluvia no notaras el camino, es peligroso que manejes, podrían perderse. –Y entonces que podemos hacer?- pregunté. –Podrían quedarse a pasar la noche en una cabaña, o por lo menos esperar a que la lluvia pare.- Lauren me observo medio preocupada. –Nos quedaremos, como hacemos?- dije cuando ya sentí que la lluvia empezaba a sobrepasar el abrigo de Lauren. Seguimos al hombre y el nos dio unas llaves y nos dijo cual era la cabaña, entramos en silencio y Lauren llevo su abrigo al baño para que se secara en la bañera. –Te juro que esta no era mi intención al traerte acá.- dijo Lauren mientras que yo mirando el tejado de la cabaña, era mitad madera, mitad vidrio, dejando a la vista como caía la lluvia. –Lo sé amor, nunca llueve.- dije mirando todo, era bastante acogedor. –Creo que lo mejor sería que llames a tu mamá y le digas que llegaremos mañana en la mañana- dijo tendiéndome su celular. Marque a mi mamá y le conte resumidamente todo, ella no estaba enfadada ni nada, parecía que le causaba gracia la situación. –que te dijo?- me preguntó cuando colgué. –Nada, que todo estaba bien, que nos cuidáramos. –Perfecto! Ahora tu mama pensara cualquier cosa, sinceramente nada me sale bien.- dijo con cierta incomodidad mirando la ventana. Camine hacia ella y la envolví con mi brazos dejando un beso en su hombro, ella giro rápidamente para verme. –Que te pasa?- pregunté. –No quiero que te sientas presionada a hacer algo por estar aquí.- dijo bajando su mirada al suelo. –Porque creerías qué pensaría eso? –No sé, antes te pusiste tan nerviosa. –Me agarro por sorpresa, ya hemos dormido juntas amor, no hay problema.- dije con más seguridad de la que sentía. –Tienes razón.- dijo y sonrió. –Dame un beso.- pedi rozando mis labios por los suyos. Sonrio y llevo una de sus manos a mi mejilla y con la otra me abrazo por la cintura llevándome más cerca a su cuerpo. –No tienes que pedirlo, hermosa.- dijo y elimino la distancia entre nosotras, una mezcla deliciosa de amor y pasión me desbordaba, empece a retroceder y cuando llegue a la cama gire nuestros cuerpos haciéndola sentarse, nuestros labios no se soltaban y ella con un impulso me llevo hasta su regazo haciendo que envuelva mis piernas a su cuerpo. Ella estaba con una blusa y como de costumbre dejaba a descubierto su cintura, mis manos aprovecharon ese espacio para asi poder acariciar su piel caliente, su rostro cambio al sentir mis caricios y mordí su labio inferior para provocarla, sus abdominales se formaban en mis manos. –Estas tratando de seducirme?- pregunto traviesa con la voz bastante ronca. –Esta funcionando?- pregunté y ella sonrió de lado haciéndome delirar, como disfrutaba de ver su sonrisa. Me saco el abrigo y lo tiro al suelo, mordí su labio y seguimos con el beso, cuando sus labios estaban desabrochando mi blusa ella se detuvo bruscamente. –Vas a lograr que pierda mi autocontrol, mejor lo dejamos hasta acá.- dijo soltándome, no podía creerlo. –Piérdelo.- pedí viéndola. –No amor, no quiero que te sientas presionada. –Quien dijo que me sentía presionada? Deja de pensar tanto.- no entendía como podía ser tan buena actriz, estaba a punto de caer derretida a sus pies por el miedo que sentía pero aun así me mostraba segura. Bese su cuello y volví para verla a los ojos. –Te amo.- dijo con una sonrisa. –No te imaginas cuanto te amo yo.- dije y hundí mi rostro en su cuello. Sus brazos me envolvieron y me sentí pequeña otra vez. –No sé como lo haces, pero me siento tan nerviosa, jamás alguien me hizo sentirme así. –A mi nadie me hizo sentir de la manera en la que tu lo haces con solo verme.- dije y acaricie su mejilla llevando mis labios al encuentro de los suyos. Sus ojos estaban cerrados y sus manos empezaron a acariciar mi torso haciéndome delirar, levanto mi blusa por arriba y la dejo tendida en el suelo, sus ojos se detuvieron en mi ropa interior superior y sonrió tímidamente, volviendo a besarme. Parecía una niña que no sabía lo que estaba haciendo, sus caricias eran inseguras, pero con una terrible acción sobre mi cuerpo y con todo el amor que jamás sentí.
POV LAUREN
Esto no estaba en mis planes, no era que no lo deseaba, pero no lo necesitaba tanto como lo necesitaba con otras personas. Camila suficientemente me llevaba al cielo con sus labios y no tenía previsto hacia donde me llevaría con su cuerpo. Mis manos empezaron a recorrerla, inexperta, eso era, tan inexperta cuando se trataba de querer y demostrar todo el amor que sentía. Jamás tuve lo que estaba teniendo con Camila, este juego sincero de caricias, siempre fue para mí un acto, netamente carnal, ahora no era así, ahora era amor, amor en esencia. Sus delicadas manos empezaron desabrochar los botones de mi blusa con cierta torpeza, la ayude sin despegar mis labios de los suyos, jamás tendría suficiente de ellos, cuando nos deshicimos de la blusa la lance al suelo. Envolví a Camila en mis brazos y me levante, rápidamente ella llevo sus brazos a mi cuello para sostenerse. –No te voy a soltar pequeña.- susurré mientras giraba mi cuerpo y caminaba hacia el lado derecho de la cama. Bese su cuello delicadamente, y deje una leve mordida, una pequeña marca. La tendí sobre la cama y me acosté encima de ella solo apoyándome lo suficiente para así no lastimarla, la veía tan delicada. –Lau.- dijo mientras yo me deleitaba con el sabor de su cuello. –Lau.- alce la mirada para verla, sus cabellos desordenados, sus ojos chocolates intensos, sus labios hinchados por el contacto con los míos, sus mejillas enrojecidas, si me preguntaban cual era el significado de belleza diría sin pensarlo dos veces, Camila Cabello. –Que pasa amor?- pregunté mordiéndome los labios, esta belleza era mía, yo jamás tuve a alguien para proteger, y ella ahora era tan mía. –Te amor.- sonreí como una estúpida, jamás creí que me gustaría tanto escuchar esas dos palabras. –Yo también pequeña.- bese sus labios, mis manos acariciaron sus abdominales, descendí con pequeños besos por su cuerpo, deje uno entre sus pechos y baje a su estomago, lo saboree y mordí, llegue a sus jeans y los desabroche con sutileza. Cada vez que descendía, dejaba suaves besos en la piel que iba quedando al descubierto. Jamás tuve tanta belleza en mis brazos, y estaba tan asustada, no quería hacer las cosas mal, así que la bese delicadamente. –Lau, me hubiese gustado que seas la primera.- dijo acariciando mi espalda controlando los leves gemidos que escapaban de sus labios. –Lo sé amor, no esperaba ser la primera.- dije y me miro con ternura. –Lo que si espero es ser la última.- una gran sonrisa vino de sus labios. –Aunque si eres la primera.- sus caricias quemaban mi piel, las sentía tan sinceras, las otras mujeres no lo hacían como ella, me tocaban con pura ansiedad, solo para provocar lo que ellas querían, no con amor, no para recordarme, y eso era lo que sentía que ella trataba de hacer, y me hacía sentir sumamente especial. –Vas a ser la última.- dijo y volvió a besarme, había tanta seguridad en sus palabras, yo jamás dejaría que nadie la tocara, ella era mía y deseo que sea así siempre. –Hace unas horas me dijiste que estarías conmigo. –Estoy contigo. –Para siempre?- preguntó y sonreí, lo decía con timidez, con intriga. –Para siempre. –Lo prometes? –Lo prometo, no te dejaría aunque me lo pidieras.- jamás prometi algo, nunca tuve la necesidad de hacer un pacto con alguien. –Te amo. –Yo también Camz, yo también.- dije volviendo a sus labios y por primera vez en mi vida dejándome llevar por mi corazón. Me dedique a besarla, a acariciarla, a hacerla sentir amada por mí, cuando ya la necesidad nos embriago, la hice mía, de la forma más delicada e intensa, su cuerpo tiritaba debajo del mío y completamente satisfecha me estire a su lado cubriéndola con la frazada. Gire su cuerpo para acomodarlo al mío haciendo que su cabeza descansara entre mi hombro y mi cuello. –Para mí también fuiste la primera.- dije y ella levanto levemente su cabeza para verme. –Literalmente eres la primera a la que le hago el amor. Eres la primera en todo lo que respecta a mi corazón.- dije estirándome y dejando un leve beso en la punta de su nariz. Su respiración aun estaba entre cortada, solo me observaba, con esos grandes ojos chocolates que poseían la inocencia de una niña pero también toda la pasión de una mujer. –Jamás lo hiciste por amor?- preguntó. –Nunca, jamás sentí tanto interés por satisfacer a otra persona más que a mí misma. –Y cuál te gusta más?- la mire confundida, creo que era bastante obvio cual me gustaba más. –En serio me estas preguntando eso? Quieres que te demuestre cuanto me gusta hacerte el amor?- dije girando mi cuerpo rápidamente poniéndome encima de ella. Una sonrisa victoriosa surgió de sus labios haciéndome reír. –Resultaste traviesita.- dije haciendo una caricia con una de mis manos en su torso desnudo. –Te amo.- dijo y me beso. Vi como luchaba contra sus ojos cansados y me acomode de nuevo a su lado. –Duerme preciosa, luces cansada. –Lo estoy, ha sido un largo día. –Con una estupenda noche.- complete haciéndola reír. –Duerme.- bese sus ojos obligándola a cerrarlos. La mesi en mis brazos hasta que se quedara dormida. Yo estaba en una digna batalla con Orfeo, no quería dormir, esto se sentía tan bien que tenía miedo de despertar sola nuevamente, quería recordar cada instante de este día y sobretodo de esta noche, cada caricia, ella jamás comprenderá lo que me hace sentir, creo que ni yo lograre comprenderlo, es una inmensa necesidad de amarla cada segundo, de dejar que cada segundo cambie mi vida, una vida en donde me aseguro que ella es la actriz principal.  

Cambiaste Mi Vida (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora