No sé cuantos segundos pasaron hasta que se detuvo, pero para mí se sintieron como siglos.

- ¡¿Qué estás haciendo, Dinah?! -Escuché gritar a una voz conocida.

Era Lauren, quien con todas sus fuerzas intentaba mantener a Dinah alejada de mí. Yo estaba en el suelo, paralizada.

No tenía lugar donde huir. No había cerraduras en ese lugar ni rincones para esconderme.

Me duele admitirlo, pero comencé a creer que Dinah quería matarme y encontraría alguna forma de hacerlo.

Supongo que el saber que yo pronto moriría me estaba volviendo loca.

- ¡Quiere darme lastima, Lauren! -Exclamó mi vieja mejor amiga, pero la verdad es que esa no había sido mi intención- ¡Quiere que volvamos a ser amigas luego de la forma en la que me trató! ¡Quiere hacerme creer que su vida es una desgracia cuando la mía está peor!

Si hay algo de lo que estoy segura es que, en esos momentos, esa chica realmente no era mi Dinah.

- ¡Yo perdí al amor de mi vida cuando comenzaba a tenerlo! ¡Mis padres han muerto! ¡Yo voy a morir! ¡¿Realmente ella cree que hay algo peor que esto?!

Esa chica no era mi Dinah, pero aun así sus palabras me afectaban.

- Necesito que respires... -Le suplicaba Lauren, pues mi vieja amiga solo parecía enojarse cada vez más.

Aún estaba enojada con mi esposa, pero mi corazón latió un poco más rápido al ver que ella me miraba con preocupación y parecía gritar, en el silencio, que me amaba con locura.

- Calma -Suplicaba mi esposa.

- ¡No puedo! -Gritaba ella en respuesta- ¡Solo quiero golpearla una y otra vez Lauren! ¡Quiero golpearla hasta que deje de gritar!

Me aterró su confesión.

Sabía que, luego de la muerte de Mani, mi antigua mejor amiga estaba teniendo problemas para controlar su ira, pero no pensé que fueran tan graves.

- Vete de acá, por favor -Suplicó mi esposa a Dinah.

- No -Se negó-. Yo quiero estar acá...

- Pero vas a hacerle daño.

- Quiero hacerle daño -Admitió entre los brazos de la mujer que yo más amaba en el mundo.

Y mientras Lauren me miraba como si fuese la cosa más preciada en el planeta, Dinah lo hacía como si yo fuese una sucia basura que se necesitaba tirar.

- No puedes hacerle daño, Dinah. La amo, y sé que tú aun la quieres.

Pero ella negaba con su cabeza frenéticamente.

- Será mejor si muere. Me entenderás a la perfección.

Las palabras de mi amiga me helaron la sangre. ¿En qué tipo de monstruo el amor la había convertido?

- Ve a la habitación, por favor -Le suplicó, y percibí el dolor en su voz.

Esta vez mi amiga se fue sin protestar, pero no sin antes dirigirme una mirada que contenía miles de amenazas.

- Yo... supongo que también me iré -Murmuró Lauren después de un tiempo mientras comenzaba a retroceder, buscando de esta forma seguir a mi antigua mejor amiga.

Me hirvió la sangre al escuchar esto.

¿Realmente planeaba irse luego de que Dinah me llenara de comida, me golpeara y, sin exagerar, me amenazara de muerte?

¿Realmente iba a marcharse sin preguntarme como me sentía?

- No me has dado los buenos días... -Susurré con dolor.

- No creo que sea posible tenerlos.

La visión de la muerte afecta a todos de forma distinta, supongo.

Ally intentó negarla, Normani la ignoró, Dinah se enojó, yo fui aislada...

Y Lauren se deprimió.

- Por favor, Lauren. Quédate conmigo. Cinco minutos es todo lo que pido.

Ella suspiró.

- No puedo, Camz. Lo siento.

- Pero...

- Ella quiere matarte, Camz. No puedo permitir que lo haga. Debo vigilarla.

- ¿Qué importa si me mata? ¡El virus lo está haciendo! -Comencé a sollozar- Me siento sola, Lauren. Te necesito. Tú me haces sentir un poco más viva. Un poco más sana.

Ella me miró a los ojos, y pude ver las miles de lágrimas que estaba conteniendo.

- No puedo permitirme perderte antes de tiempo...

Ella no se dio cuenta, pero era eso lo que estaba haciendo.

Se giró y caminó hasta la habitación de Dinah sin mirarme. Cada paso rompió mi corazón, y cada segundo significó una lágrima.

- Lauren, soy tu esposa. Ya no pasas tiempo conmigo, ni me besas, ni dices que me quieres. Pareces haberte olvidado de mi -Comencé a hablar antes de que ella se marchara-... Si cruzas esa puerta creeré que has dejado amarme, y yo dejaré de hacerlo -Me atreví a amenazarla.

Ella solo suspiró, me miró y abrió la puerta de la habitación de Dinah. Entró sin dudarlo, y cuando la puerta se cerró con un ruido sordo juro que mi corazón se rompió.

Historia escrita por: @AllysonDeVil

Recuerden que pueden dar su opinión de la historia en twitter usando #VirusLetalCamren.

Gracias por leer.

PD: Sé que he tardado bastante en actualizar, y lo siento, pero tengo trabajo atrasado y algunos problemas que estoy intentando solucionar. Prometo compensarlos por esto.

Virus Letal |CAMREN|Where stories live. Discover now