Capitulo 4

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« ¡No te vayas!». Despierto totalmente llena de sudor frío, estaba ajitada, y tenia miedo.

Mire a todos lados, estaba oscuro, no sabia que hora era...ni siquiera alguien estaba despierto. O si ya casi amanecería...

Hacia frío, y mi voz no salia... La ventana estaba abierta, dejando entrar una brisa de viento helada. Comienzo a temblar... Miro a mis todos mis lados, viendo un cuerpo alado mio. Me acercó a él lentamente.

- Perdoname...- murmuro esa persona. Cuando estaba en un ángulo, donde podía ver... Que se trataba de Luke. Suspire y solo baje de la cama. Me estire y busque algún reloj en la habitación. Pero no lograba ver alguno.

Salí lentamente de mi habitación y mire él reloj principal eran las 4:30 de la madrugada. Vuelvo a suspirar aburrida. Prendo la luz de la cocina, tomo la leche, y me sirvo hasta la mitad de un vaso que se encontraban allí. Tomó un pequeño sorbo.

«Se fuerte Helena, la vida no me te permitirá ser feliz siempre »...

Aun recuerdo su cara de tristeza mientras me lo mencionaba... Yo a mi pequeña edad y mi inocencia pura. No pudo comprender ese tipo de comentario...

- Eres un idiota, ¿Como te atreves a decir eso?- grita Luke desde mi habitación. Quedo en silencio. - ¡Tu no sabes nada, eres un imbécil homosexual que cree que tener sexo es de toda la vida! - vuelve a gritar.

Solo se escucha que se rompe algo, Luke sale de la habitación y me observa. Solo me ignora un poco, se apoya en la mesa del comedor. Mientras eschucho como solloza en silenció.

No me atrevo a preguntarle que a pasado hace un momento. Solo me siento a su lado, tomó otro pequeño sorbo de mi leche.
No puedo evitar, sentir que mi corazón se siente mal a verlo así...
Acaricio su cabeza cariñosamente.

- ¿Estas bien? - me atrevo a decir, él me mira con tristeza. Él siguió sollozando como un niño herido. Sus puños estaban atrapado, él estaba frío... Algo malo había ocurrido.

Me senté en la silla de alado, y me quede allí mirandolo en su mal estado. Era pequeña... No sabia que hacer... Jamas había tenido que superar una situación así... Siempre hay alguien que me ayuda.

— Solo... Que hay... Personas, hipócritas... En él mundo — murmura — ¿Lo sabes? — me mira directamente. Me sorprendo al ver que a actuado rápido.

— Mhm...— alzo mis hombros — Quizás si... Quizás no — estaba confundída, él había cambiado rápidamente, además, solo a dicho algo que todo él mundo sabe. Hasta hoy. — ¿A que te refieres? — mencione viéndolo curiosa.

— Me refiero a la idea que debes tener cuidado — suspira — de un día son mariposas... Y al siguiente son arañas ... es peligroso tenerlos cerca — dice — Solo quieren herirte ... Tomar lo mas valioso para ti y irse, es su plan de siempre — vuelve a suspirar. Me toma de ambos hombros — te ruego que tengas cuidado — se levanta y va a su habitación cerrándola.

Me levanto apagando todas las luces, aun con la poca luz que trasmite la luna. Observo aquella fotografía de Mama y Papa siendo felices.

« Ayudame Mama... Es un trabajo tan difícil... Tener que estar alado de ellos, fingiendo no saber nada, ser fuerte, tener Stamina»

Un Perfecto Papa ( Editando) Where stories live. Discover now