Capítulo 18

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Peeta

Aunque es inevitable ir a esa estúpida revisión algo debe ocurrirsenos para que el Capitolio no se entere, al menos por ahora.

Sabemos que el furor que causaría lograría sacar de sus cabales a Snow y que fuera (y aún dentro) de sus cabales, Snow es una persona muy peligrosa.

Podría hacer que en nuestra comida pongan algo que mate a nuestro bebé, o lastimar a Katniss sin importarle.

Debemos entrar a la arena sin que nadie se entere de que mi esposa está embarazada.

- ¡hey chico! Apresúrate - dice Haymitch del otro lado de la puerta.

- ¿dónde está Katniss? - pregunto al no verla junto a mí.

- En el balcón; rápido, los necesito a ambos.

Al instante me levanto de la cama y trato de ducharme lo más rápido posible, me visto con la ropa que se encuentra en los cajones y salgo a paso apresurado.

Camino directamente hacia el balcón, ignorando los llamados de Haymitch, para encontrarme con una Katniss concentrada en la vista que se aprecia.

Me ubico a su lado tratando de entender qué es lo que mira con tanta concentración.

- Es increíble cómo un lugar que guarda tanto odio y maldad puede ser al mismo tiempo tan misterioso y maravilloso - dice sin dejar de apreciar la vista que da hacia el Capitolio.

Es allí cuando la entiendo, y tiene razón, la infraestructura de el Capitolio es simplemente única, con tantas calles y pasajes llenos de gente colorida, tal vez sea un lugar sombrío para los ojos de todos en los distritos, pero si lo miras de cerca y tratas de ignorar la maldad que puede encontrarse dentro de él, te darás cuenta de que puede llegar a ser algo admirable y hermoso.

- Tal vez sólo sea increíble porque siempre lo viste de forma diferente - sonríe ante mi comentario - Haymitch nos necesita - digo.

- Lo sé; tengo hambre - confiesa.

- Lo sé - imito su respuesta.

Caminamos juntos al comedor.

Al vernos Haymitch levanta ambos brazos - ahora que fuiste por ella, ¿podríamos sentarnos a desayunar?

- De acuerdo - bufo.

Comemos en silencio por un buen rato, hasta que a Haymitch comienza a hablar.

- ¿qué haremos hoy? - pregunta.

- Ya sabes, entrenamiento y luego la.. - me callo.

Ambos nos miramos y luego a Katniss, quien al escucharnos levanta la vista rápidamente.

- Necesitamos una solución, ahora - recalca devorando un pastelillo.

- Yo me encargo - interrumpe Effie - ustedes no se preocupen, sólo déjenmelo a mí - sonríe explicitamente.

Concluido el desayuno nos dirigimos a prepararnos para el entrenamiento.

Como en todas las situaciones tenemos trajes adecuados para la ocasión.

- Recuerden buscar aliados - nos recalca Haymitch antes de que subamos al ascensor que nos llevará directo al centro de entrenamiento - en éste tipo de situaciones serán un recurso invaluable.

Sólo eran juegos (En llamas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora