(12) Poco a poco

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No tenía ninguna duda de que el rostro que vi en el restaurant, el rostro que vi en mi sueño, y el rostro que me secuestró, era el mismo, y le pertenecía a una sola persona...Oscar. No recordaba muchos detalles de mis días de encierro, pero les puedo asegurar un bosque, una cabaña y ese hombre cerrando la puerta de una habitación, obligándome a comer e incluso golpeándome.

"Qué dijiste, Julissa?" preguntó Tomás con su rostro lleno de preocupación y confusión.

"Quien me secuestro, Tomás, no tengo duda de que fue Oscar..." mi cuerpo temblaba con solo mencionar su nombre.

"Estás segura de lo que dices, Julissa. A penas viste a ese hombre..." este me observaba, limpiando las lágrimas que aun corrían por mis mejillas.

"Estoy segura, Tomás. No te podría dar todos los detalles, pues no recuerdo mucho. Pero te puedo asegurar que fue él... Puedo recordarme de él cerrándome en una habitación, obligándome a comer, gritando mi nombre mientras aparentemente corría, incluso..." no dije más, no debía decirlo, o sí?

"E incluso qué, Julissa? Dime que te hizo ese hombre" el rostro de mi esposo estaba acompañado ahora de rabia también.

"Me golpeó...varias veces..." respondí mirando mis manos. Sentía miedo de la reacción de Tomás ante mis palabras.

"Cómo se atrevió ese maldito! Lo voy a matar!" exclamó este levantándose de la cama y caminando hacia la puerta.

"A dónde vas?" pregunté realmente preocupada, corriendo casi detrás de él.

"Llamaré a la policía... Cómo ese desgraciado se atrevió a acercarse a nosotros anoche? Porqué te hizo eso?" Tomás me tomó por los hombros, mirándome detenidamente.

"Solo quería que sufriéramos, verte caer..." no sé de dónde salieron estas palabras, pues no recordaba que me lo hubiese dicho; tal ver era mi subconsciente?

"Por lo que veo Oscar nunca superó el que lo hayas dejado, el que yo haya obtenido varios logros... Mi vida, qué más te hizo ese desgraciado?" su rostro cambió de rabia a dulzura, mientras pasaba su mano por mi rostro.

"No sé, no sé que más ocurrió. Eso es lo único que recuerdo... Por lo menos...parece que tengo esperanzas después de todo" no pude evitar la sonrisa en mi rostro luego de este comentario.

"Parece que tu memoria llegará poco a poco. Viste? No tienes porqué desesperarte...Ahora, ve y duerme, yo llamaré a la policía" dijo este besando mi mejilla.

"No Tomás, no quiero dormir, mucho menos sola. Siento como si ese sueño me fuese a atacar nuevamente..." sentí mi corazón comenzar a latir rápidamente; en realidad, aun tenía miedo.

"De acuerdo, ven, vamos a hacer la llamada. Luego, dormiremos. Quieres venir conmigo al viaje?" preguntó Tomás sonriéndome.

"No suena mal... Honestamente...me siento segura a tu lado" respondí mientras colocaba mis brazos a su alrededor.

Tomás sonrió nuevamente, colocando sus brazos alrededor de mí y caminando juntos hacia su oficina. Inmediatamente, llamó a uno de los detectives, quien dijo que se presentaría el día siguiente antes de que nos fuésemos de viaje.

Durante la noche, desperté varias veces más; la misma pesadilla persiguiéndome. En una de las ocasiones, decidí salir de la habitación ya que Tomás no se había dado cuenta y no quería despertarlo.

Caminé por la casa, por los pasillos a penas alumbrados. Pasillos que estaban vacíos y se sentían extraños verlos de esta manera. Llegué hasta la cocina, donde me serví un vaso de leche y me senté en una de las sillas, intentando recordar más de mi sueño...o de Oscar.

Mi vida presidencialWhere stories live. Discover now