EN EDICIÓN © HOTLINE ↳ ( YOONMIN ) [LINE SERIES #1]

[3] HOTLINE

third chapter
D O L P H I N S

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— Podía jurar que los delfines respiraban bajo el agua. No tenía ni idea.

— Pues, no lo hacen — siguió riendo.— Esa es la razón por la cuál salen del agua de vez en cuando, ya sabes, cuando hacen esos saltos increíbles.

— ¿Por que me voy enterando de esto? Deberían enseñarnos esto en primaría. Estoy a punto de demandar al Ministerio de Educación.

— No se a que escuela fuiste tú, pero yo aprendí esto en primaria. Es educación básica, ¡vamos!

— De seguro fuiste a una escuela privada donde enseñaban tres idiomas, incluyendo el lenguaje de señas, ¡En la mia apenas había agua caliente! — Bromeé ganandome un reproche del chico en la otra línea.

Había pasado casi dos meses desde que llamé por primera vez a la linea caliente donde Suga trabajaba. Siempre trataba de llamar a la misma hora para poder pedirlo a él, ya que era la única persona del servicio con la cuál me sentía cómoda y estaba seguro que no iba a juzgarme por querer pasar todo el rato hablando de cosas aleatorias en vez de un tópico con contexto sexual.

— Desviándonos del tema, ¿que tal estuvo la cena laboral con el chico nuevo? ¿cumplió tus estándares? — apostaba todo a que una sonrisa estaba marcada en su rostro, podía sentirla.

— Jongin estuvo espectacular. Creo que es el pasante que más llama mi atención para el puesto. El darle el empleo no depende de mi, al final, pero espero que los altos cargos puedan ver su potencial y decidan aceptarlo en la compañía.

— ¡Eso es genial! Por fin podrás dejarte de tener tanto trabajo y descansar un poco más. Estos últimos diez dias te he notado mas agotado de lo usual, espero te estes cuidando y no agarres ningún resfriado.

sonreí cabizbajo.

— Estoy bien, no te preocupes. No debes preocuparte por mi, lo último que busco es agarrar un virus y perder una semana en cama por no poder si quiera levantarme.

— Siento la honestidad en tu voz, pero aún asi no me convences lo suficiente.— chasqueo su lengua y pude escuchar un leve golpeteo de un lapicero contra, probablemente, una mesa. — Busca algo donde apuntar y anota este número que te diré.

— Mm, claro, dejame buscar — al conseguir una pluma y un papel, le di luz verde para que pudiera dictarme el número. — Okay, anotado ¿Ahora que? ¿debo hacer algo con esto?

— Si, envía un mensaje por mi ¿quieres? — accedí y envié la oración que me comenzó a dictar segundos después. Al instante de enviarlo oí una notificación de un nuevo mensaje, pero al chequear mi teléfono no había nada nuevo. — Ya me llegó el texto. Ahora tienes mi número y yo tengo el tuyo, espero no te importe, asi puedo estar más pendiente de tí y no esperar a que me llames por la noche, muñeco. Prometo usarlo de manera sabia.

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