☹ Cuatro ☹

7.3K 542 180
                                    

Golpeé el pie contra el suelo varias veces, siguiendo el ritmo de la canción. "...When all you got is these four walls, it'sno hard to feel so small, or even exist at all..."*

Era el único que se encontraba en la sala, también era la primera vez que llegaba a tiempo, de hecho temprano. Había decidido ir a la sala sólo porque el aburrimiento entre las cuatro paredes existentes en mi habitación podían conmigo, aparte de que el estar solo y aburrido en una habitación no era bueno para mí. Me hacía tener cosas en que pensar, y si pensaba mucho, solía estar decaído, más de lo normal.

Y sí, sonaba triste, pero el estar decaído era totalmente normal en mi vida.

- Oh, hola Jared -volteé y puse pausa a la música. Ryan entró a la sala junto con Sam.

- Hola Jared -dijo Sam con una sonrisa. Me quité los audífonos.

- Hola -contesté desanimado.

- ¿Qué te pasa? - preguntó Sam con el ceño fruncido.

- Nada, sólo estoy cansado -sonreí tímidamente.

No era del todo mentira, había logrado dormir como máximo tres horas la noche anterior, mi cara parecía sacada de uno de los caminantes de The Walking Dead*. Y eso era porque mis pastillas se habían acabado. Le había pedido un frasco nuevo a David, pero no me lo iba a otorgar hasta hablar con mi madre.

Desventajas de ser menor de edad, y haber tenido un intento de suicidio con sobredosis de pastillas.

Por otro lado, se me había hecho costumbre contestar "Sólo estoy cansado" cuando alguien me preguntaba cómo estaba. No iba a contestar "Bien", no me gustaba mentir, y no iba a contestar "Mal" porque no me gustaba que me miraran con pena. "Sólo estoy cansado" era algo así como un intermedio.

- Deberías dormir más amigo -dijo Ryan séntandose en su ya habitual silla.

"Deberías dormir más" Sí, eso ayuda a una persona con insomnio, gracias, ahora podré dormir las ocho horas necesarias.

-Sí, debería -contesté en un susurro. Sam imitó el acto de Ryan séntandose a un lado.

Ellos siguieron con su platica, y yo me sentí más desanimado. Desearía poder tener una conversación con alguien tan fluida como la que tenían ellos dos. Sería genial.

- ¡Hola personas! -dijo Hannah entrando a la sala, tenía una libreta entre sus manos- ¡Jared! Llegas temprano -me abrazó. Seguía siendo raro.

- Sí -respondí simplemente, con media sonrisa.

Ella se sentó en la silla a mi derecha.

A veces Hannah me sorprendía, ¿cómo podía estar tan feliz siempre? Necesitaba su secreto.

- ¿Dónde está Hayley? -pregunté.

- Pues yo la acabo de ver en la oficina de David, su madre vino por algo de sus antidepresivos, creo que se le terminaron, algo así me dijo ayer -Hannah respondió.Fruncí el ceño.

Era una muy extraña coincidencia.

Sólo asentí y ella empezó a hablarme de un tema random.

- Ahí viene tu Julieta, Romeo -dijo Hannah cuando Hayley entró a la sala, detrás de ella David. Me sonrojé.

- Hola -saludó Hayley séntandose en la silla a mi izquierda.

- Hola -sonreí aún sonrojado.

- ¿Comiste mucho jitomate, o por qué tan rojo? -preguntó con todo divertido.

DepressionWhere stories live. Discover now