Capitulo 8

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VIIIEnemies as sisters

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Cerca de las once media noche, la familia Robards despedía a sus invitados a las afueras de la mansión; pero mientras Kalahan se disponía a acompañar a los señores hasta su carruaje, Dorothy le susurró una rápida sugerencia que pareció agradar sobre manera al señor Robards.

–Señoras y Señores, mi esposa y yo agradecemos muy cordialmente su visita. Lastimosamente ya es hora de dar por finalizada la velada, siendo que mi hijo requiere de una noche tranquila.

Todos los presentes se despidieron dando las gracias a Kalahan y su esposa, a la vez que deseándole lo mejor al joven Robards.

–Le agradezco mucho la velada de esta noche señor Robards. Su hija es una señorita encantadora.

Dijo Wauters con tímida seguridad, tras recordar el rostro aporcelanado de esa joven de cabellos rizados y mirada suspicaz.

–No hay nada qué agradecer joven Wauters, al contrario- Kalahan guardó silencio, mirando a su mujer quien le rozaba el brazo con un dedo, recordándole aquella sugerencia, que al parecer podría dar buenos frutos –Mi esposa y yo pensábamos en invitarlo a pasar unos días en familia, siendo que se acerca una muy buena temporada de caza. Sería muy gratificante tenerle por aquí.

El joven Wauters se incomodó ante aquel ofrecimiento tan personal. Miró con disimulo a la señorita Anne, aquella chiquilla con la que había compartido unas horas de gratas conversaciones, risas y hasta caricias disimuladas. Aun cuando a los pocos pasos, sus padres estudiaban complacidos cada uno de sus movimientos.

–Le agradezco mucho a usted y a su familia por el detalle. No quisiera parecer entrometido; pero creo que es mucho peor quedar como un maleducado ¿No es así?- dijo entre risitas nerviosas, mirando de reojo a Anne quien sonreía tímida y a su lado Megan, quien le coqueteaba con exagerado descaro –Acepto su invitación.

Kalahan le dio un buen apretón de mano, seguido de una fuerte palmada amistosa en la espalda.

–Entonces no se hable más. Le diré al ama de llaves que prepare una alcoba para usted. También le pediré mañana temprano a Jöel, que mande traer un baúl con todas sus pertenencias. Lo primordial es la comodidad de nuestros invitados. ¿No es así querida esposa?

Kalahan le rodeó los hombros al joven Wauters, reflejo de camaradería mientras caminaban tras las señoritas y la señora Robards.

Megan estaba furibunda, no soportaba ver la suerte de su hermana. ¿Por qué su padre tenía tales consideraciones con ella, ¿Acaso ser un año menor la hacía más valiosa?

Corrió tras las faldas de su hermana para alcanzarla y darle una sacudida en el brazo, seguido de un arañazo cruel en su vestido nuevo.

–¿Qué te pasa Megan? Te has vuelto loca- chilló Anne con las mejillas arreboladas en rubores de pena enamorada y por el cálido clima del sur –¿Por qué lo has hecho? Ya sé que estás enojada porque soy más bonita que tú, y porque mi futuro prometido es mejor que los príncipes de las historias que lees. Pero no tengo la culpa de nada.

–Eso no es verdad... te apuesto lo que quieras que ese tal Walker es un...-

Megan no pudo terminar la oración, porque sus padres las llamaban con agitada insistencia a las afueras de la mansión. Las dos jovencitas entraron siendo escotadas por sus padres y el joven Wauters a sus espaldas.

–Mañana será un día muy importante, así que yo creo que lo mejor será irnos a dormir todos.

Exclamó Dorothy.

Preciado Secreto (Romance historico- época) completoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora