-¿Podéis dejar el espectáculo para luego? Hay alguien que quiere salvar a Emily- Me sonrojo ante las palabras de Alex y aprovechando el momento y el despiste del chico de tatuajes, propino una patada a alguna parte de su cuerpo.

-¡Puta niñata!- Observo como el cuerpo de Stephen se retuerce en el suelo mientras se sostiene su paquete.

¡Doble punto para mí!

Sonrío y sigo a Alex hasta la salida.

-Tú no vienes- Dice dándome la espalda y esperando a que Stephen se recomponga para marcharse con él.

-Por favor, Alex, prometo portarme bien y hacerte caso- Pongo ojos de cachorrito y levanto el labio inferior y lo coloco sobre el superior.

-Ya veo donde está el parecido entre tu prima y tú, sois bastante adorables.

La risa de Alex me hace sonreír.

-¿Puedo?- Señalo con el mentón la puerta entre abierta.

Después de unos minutos Alex asiente.

-Pero nada de irte de nuestro lado. No quiero que os pase nada a ninguna de las dos.

-Yo también te quiero Alex- Dice Stephen con tono burlón, a mi lado.

Alex lo ignora y se pierde por la puerta, yo lo sigo. Pero mi camino es interrumpido cuando alguien cierra la puerta.

-Puede que te esté ayudando en esto, también que haya estado contigo en una cama porque me lo hayas pedido, pero nunca, escúchame, nunca, vuelvas a hacer eso,- Su voz se alza a medida que habla y su expresión sigue seria y fría- sino te las veras conmigo, niñata. Y cuando quiero puedo ser demasiado malo.

Sale por la puerta y me deja ahí parada con sus palabras rodando por mi cabeza.

¿Cómo pude haber pensando que era mi amigo?

Sigue siendo el chico rudo y metido en cosas ilegales, de siempre. Además de un imbécil integral.

° ° °

Los tres vamos en el coche mientras que nadie habla. Los nervios y la tensión se palpa en el ambiente.

-¿Se puede saber a dónde vamos?- Pregunto.

-Al local preferido de tu amiguito- Espeta Stephen mirandome por el espejo retrovisor.

-¿Creéis que allí tendrá a Emily?

-No lo sabemos, pero por eso hay que comprobarlo- Contesta Alex.

-Tú te quedas en el coche- Frunzo los labios resignada ante las palabras de Stephen.

-No, voy con vosotros. Eso mismo dijo Alex: siempre debía estar a vuestro lado.

-Es un no definitivo, niñata- Espeta Stephen sonriendo burlón.

-Estoy de acuerdo con Steph- Dice Alex.

Yo solo me pongo de morros durante todo el camino.

Es entonces cuando se me ocurre una idea para salir de aquí sin que ellos se den cuenta.

Alex aparca el coche frente a un bar, aunque sinceramente parece de todo menos eso. El aspecto externo es horrible, una cloaca tiene más higiene que este local. Arrugo la nariz cuando veo salir dos hombres demasiado borrachos.

Cuando ellos salen del auto, hago lo planeado, coloco algo que haga de palanca en la puerta y no llegue a cerrarse. Utilizo mi zapato para ello.

Me percato de que entren al bar y abro la puerta, mientras me coloco el zapato de nuevo.

Miedo. [#Wattys2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora