Capítulo 2: Señales I

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El día de los jóvenes Titanes terminó más rápido de lo que creían. Su rutina diaria seguía siendo la misma, enfrentando a los pocos villanos que aun quedaban en la ciudad, como ladrones locales entre otros. La noche llegó a Jump City, nuevamente fue adornada por la resplandeciente luna llena, y el cielo nocturno cubierto de estrellas. Robin ya estaba mejor de su estomago, le costó decirle a su adorada novia alienígena, que esas malteadas no eran de su agrado, en pocas palabras, que no eran comestible. A lo primero ella se puso un poco triste, pero luego se animó y decidió aprender mejor la recetas, leyendo en libros y buscar en lo que llaman internet.

Cyborg lo primero que hizo al llegar a la Torre fue ir a reparar su queridísimo Auto T, ya que fue ensuciado por lodo. El hombre mitad- robot, casi mataba a Chico Bestia, porque fue su culpa por estar queriendo tomar el volante, el cual por obvias razones, Cyborg negó rotundamente causando una de sus típicas peleas estúpidas al parecer de Raven y que el auto se desviara por una colina donde había lodo y estiércol en ella. Raven mas que irritada por tener que aguantar a sus amigos, al llegar a la Torre se fue directo a su habitación a meditar y relajarse, mas tarde tomaría su preciado Té de hiervas.

Actualmente en el living se encontraban Robin y Chico Bestia sentados en el sofá. El chico maravilla leía un periódico tranquilamente mientras bebía una taza de café caliente, el joven verde cambiaba con aburrimiento la televisión, canal por canal sin encontrar nada interesante que ver. Por último en la cocina, Starfire con un lindo delantal rosado y un gorro de chef del mismo color, preparaba la cena para sus grandes amigosRobin para ser exactos, esta vez tenía un libro de cocina a la mano y se aseguraba que todo quedara igual. Aunque tú y yo sabemos que eso no pasaría ni en un millón de años.

Ha Viejo, estoy aburrido—Suspiró resignado el joven verde, levantando los brazos dramáticamente— ¡300 canales y no hay nada que ver en la televisión!

Robin cambio la página de su periódico y con toda la calma del mundo le respondió a su amigo: —Chico Bestia, un poco de tranquilidad no le hace mal a nadie, deberías de hacer algo productivo, en vez de perder tu tiempo en la televisión.

A Chico Bestia se le encendió un bombillo en su cabeza— ¡Eso es Viejo, jugaré videojuegos!

No era lo que quería decir—A Robin le salió una gotita de sudor en la sien.

¡¿Qué mejor que jugar videojuegos hasta desfallecer?! —Comentó alegremente con los ojos iluminados.

El chico maravilla cerró su periódico y miró al Titán verde—Lo que quiero decir, ¿por qué no leer un libro, o entrenar? Necesitas fortalecer tu mente y cuerpo por lo que veo.

Robin no tengo ganas...—Toda la energía que tenia se alejo en un suspiro.

Bueno amigo tú te lo pierdes—Él se paró del sofá y se fue a la cocina a dejar la taza de café, luego se retiró con el periódico envuelto debajo de los brazos a la sala de entrenamientos, hacer un poco de trapecio nocturno; le gustaba mucho. Aunque eso lo mantuviera en secreto por tener relación con su identidad.

Richard "Dick" Grayson aún no estaba listo para revelar su pasado. Y agradecía de todo corazón, la comprensión dada por sus amigos y compañeros de equipo.

Chico Bestia resopló fuertemente y se recostó en el sofá mirando al techo con la mano derecha en su frente, el aburrimiento que tenía le provocaba un tremendo cansancio, sus ojos se cerraron lentamente sin su voluntad, hasta quedar totalmente dormido.

Corazones en batalla【Los Jovenes Titenes】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora