Rodó los ojos una vez más

— Suertudo, a ti te ha tocado con alguien bueno pero a mí...

Buscó su nombre rápidamente en la lista y casi suelta un grito al ver con quién le había tocado. Con el ceño fruncido, volteó a ver a Darren por tercera vez en el día. Le fulminó con la mirada al verlo acercarse a ella con una enorme sonrisa triunfal, como si acabara de ganar un premio.

— Buenas tardes, compañera —dijo con galantería una vez delante suyo, apoyando las manos sobre el pupitre—. Será interesante pero desde ahora te pido que, por favor, dejes de comerme con la mirada

Abrió los ojos desmesurados e intentó alejarse lo más posible cuando se inclinó hacia ella.

— No te estaba...

— No mientas, Kendall, no funciona así —rió y tomó uno de sus mechones—. Eres muy graciosa cuando te sonrojas...

— Déjala en paz, Ford

De pronto Kyle lo había empujado lejos de ella con tanta facilidad que pudo respirar con normalidad.

— Olvídalo, Darren, eso nunca sucedió

Siguió a Kyle apenas un par de pasos cuando la detuvo, tomándola del brazo.

— Será mejor que empecemos esto lo más pronto posible, ¿no crees?

Rió ligeramente al pensar en lo desesperado que se veía por querer acabar el trabajo pronto. Y, bueno, no le culpaba, una larga monografía a su lado no sería nada interesante.

— Como quieres —Se encogió de hombros y tiró de su brazo para que le soltara—. Podemos hacerlo en mi casa o si prefieres en la biblioteca no tengo ningún...

¡No! En tu casa está muy bien, a las cinco

Asintió extrañada por el repentino cambio de humor del chico. Mirándolo confundida mientras se iba con el mismo porte elegante de siempre.

¿Cómo se supone que irá si no tiene mi dirección?

— Es un idiota, Kendall, prométeme que tendrás mucho cuidado con él

Rió ligeramente ante la idea de Darren y ella juntos. Se veía tan retorcido e imposible que le causó mucha gracia. Él era el tipo de chicos que, simplemente, no salían con chicas como ella.

— Vamos, Ky, no es como si fuera a fijarse en mí —bromeó, caminando con él hacia el estacionamiento—. Es el tipo de chicos que no se interesan en esas cosas.

— Precisamente porque conozco a ese tipo de chicos sé que no dudaría un instante en estar en una chica como tú.

Bufó ligeramente, pensando en lo ridículo que eso era. Imposible porque Kendall, además, se negaba a caer en el mismo error otra vez.
¿Darren y ella? Imposible

Había transcurrido cerca de una hora desde que Darren llegó a su casa para, supuestamente, hacer el trabajo en parejas. Una frustrante hora en la que lo único que el chico había hecho fue flirtear con su hermana menor todo el tiempo.

Allí seguían los tres, Kendall mirando con fastidio cómo el castaño estaba prácticamente encima de Jane, haciéndola reír. Su hermana era muy atractiva y no lo negaba, en absoluto, pero le era imposible no fastidiarse al ver que la trataban como un pedazo de carne fresca.

— Quizá podrías ayudarme en eso, preciosa —lo escuchó murmurar con diversión.

Rodó los ojos ante aquel apelativo tan común que, obviamente, chicos como él decían. ¿Qué seguía, nena quizá? Con mucha suerte recordaría su nombre, hablaría seriamente con Jane respecto a ello.

KENDALL ©Where stories live. Discover now