Cristian me tiene atada a la silla con las piernas abiertas y un vibrador metido entre ellas. Gimo, ya que no para de moverlo. Cristian está sentado entre mis piernas, besando mi rodilla mientras observa como mi sexo se humedece.
Estoy a mil. No puedo estar quieta en la silla a pesar de estar atada. Con una de sus manos, Cristian masajea mis tetas.
- ¡Oh, Cristian! No puedo mas - músito.
Llevo asi como unos 15 minutos, a punto de llegar al orgasmo cada cinco minutos y Cristian detiene la acción cada vez que ve que me voy a correr, necesito liberarme pero no me deja.
- Dime ¿qué quieres?
- Quiero tu polla - le digo - la quiero dentro de mí, quiero correrme, por favor señor.
- Esta bien - acepta finalmente.
Se pone de rodillas frente a mi, apuntando su sexo hacía el mio. Saca el vibrador y sin más preámbulo me penetra. Siento un maravilloso placer recorrer mi sexo y extenderse por todo mi cuerpo. Empujo hacía él, quiero sentirle dentro, liberarme. Luego Cris me sujeta por las caderas y empieza a empujar, haciendo que en pocas embestidas alcance el tan ansiado orgasmo. Cristian sigue empujando hasta que también él alcanca el orgasmo. Cuando terminamos, Cristian me desata y me lleva a la cama. Y mirándome a los ojos me dice:
- Te amo.
- Te amo - le respondo.
Luego se acuesta mi espalda y pegándose a mí, posa sus manos sobre mi barriga acariciando a nuestro bebé. Así nos dormimos.
Son las ocho de la mañana, y Cristian y yo ya hemos desayunado. Miro el reloj por enésima vez, pues es raro que Fer aún no esté aquí para que vayamos a la facultad.
- ¿Por qué no le llamas? - Me propone Cristian.
- Sí, será mejor.
- Bueno, yo me voy, tengo que hacer un masaje en el centro médico, en media hora.
- Vale. Nos vemos. Te quiero.
Cristian me da un dulce beso en la boca y se marcha.
Cojo mi móvil y marco el número de Fer. Y me sorprende oír una voz femenina que dice:
- ¿Diga?
- ¿No está Fer? Le estoy esperando para ir a la facultad.
- ¡Oh, no creo que vaya, se está duchando en estos momento!
- Gracias - le digo a la voz femenina y cuelgo.
No estoy demasiado tranquila, y sé que esa voz femenina es de su ex y que probablemente algo ha pasado entre ellos esta noche, así que decido ir a verle. Cojo mis cosas y salgo hacía su casa en mi coche.
Cuando llego me encuentro a Fer y la chica en la puerta, y él le está diciendo:
- No quiero volver a verte nunca más.
Fer lleva solo un slip, ella está ya vestida, sale tranquila y al pasar junto a mí me mira con desdén. Llego hasta Fer y tras darle un beso en los labios entro y le preguntó:
- ¿Era tú ex?
- Sí, y antes de que lo preguntes, sí, he follado con ella esta noche - me dice visiblemente enfadado.
- Bueeeno, tranquilo, vale. No he venido a pedirte cuentas, solo he venido a ver como estabas.
Lo cojo de la mano y lo llevo hasta el salón comedor. Nos sentamos en el sofá y cogiendo su cara entre mis manos le pregunto:
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ATADOS
RandomSegunda parte de la historia Atada. Ana y Cristian emprenden una nueva vida tras su boda, Ana vuelve a la universidad y conoce a un encantador chico por el que se siente atraida. A Cris le cuesta volver a compartir a Ana con otro hombre, ahora que e...