Son casi las ocho y estoy nerviosa. Cristian está terminando de preparar la cena. Se está esmerando mucho para que todo funcione y eso me encanta. Me hace feliz. Me he puesto un vestido estrecho con escote de pico recomendación de Cristian para recibir a nuestro invitado. No dejo de andar de un lado al otro del comedor.
- ¿Quieres parar quieta ya, cielo? Me está poniendo nervioso a mí.
- No puedo, ¿De verdad estoy bien con este vestido?
- Estas maravillosa, sino le da un infarto es que no sabe apreciar las cosas hermosas.
Cristian se acerca a mí y me abraza, luego me besa apasionadamente y siento como su polla crece entre su cuerpo y el mio.
- ¿Has visto el efecto que causas en mi?
- Sí.
- Pues seguro que en él también. Tranquilizate.
Vuelve a besarme y justo en ese momento suena el timbre. Me deshago de él diciendo:
- Fer – mientras corro feliz hasta la puerta.
Cristian me sigue y se coloca a mi lado.
- Vamos abre – me anima.
Abro la puerta y antes mí aparece Fer, con su dulce sonrisa, sus ojos azules y su enmarañado pelo rubio. Va vestido con un traje de pantalón gris oscuro y camisa a juego sin corbata.
- ¡Guau, estás preciosa! – Exclama al verme.
- Gracias.
- Bienvenido. Llevo media hora diciéndoselo – le dice Cristian, ofreciéndole la mano que se estrechan amigablemente – Pasa.
Fer entra y cierro la puerta. Cristian la pregunta:
- ¿Quieres tomar algo?
- Una cerveza, por favor.
Cristian salió hacia la cocina, mientras yo le decia a Fer.
- Siéntate.
- ¿Cómo estás?
- Bien.
- ¿Supongo que no tomarás alcohol hoy?
- No, no te preocupes.
Cristian sale con los vasos, a mi me trae una cola y él y Fer tomarán una cerveza. Se sienta a mi lado y empezamos una agradable conversación en la que Cristian le pregunta a Fer cosas sobre su vida personal. Así sabemos que tiene dos hermanos, que vive solo y que estudia magisterio por vocación, pues los niños le vuelven loco. Después cenamos y entre Fer y Cris parece haber una buena conexión, se parecen mucho por lo que descubro en su forma de ser y eso hace que congenien perfectamente.
Tras la cena nos dirigimos de nuevo al salón y Cristian pone música y le dice a Fer:
- ¿Por qué no bailais? Me gustarias veros.
Fer se acerca a mi y muy cortésmente, ofreciendome su mano, me dice:
- ¿Me permite este baile, señorita?
Sonrio y afirmo con la cabeza. Nos situamos en el centro del salón y empezamos a bailar. Al principio ambos estamos un poco cortados, pero a medida que la música suena y bailamos, nos vamos relajando. Nos miramos a los ojos y debido al roce de nuestros cuerpos siento como Fer empieza a excitarse. Miro a Cristian, nos observa atentamente y me sonrie como dando su aprobación. Miro de nuevo a Fer, veo el deseo en sus ojos y lo beso. Es un beso largo y apasionado, que me hace sentir que su verga aún se excita más. Cristian aplaude y eso nos hace despertar, por lo que rompemos el beso. Fer mira a Cristian, este mueve la cabeza afirmativamente dando su aprobación.
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ATADOS
RandomSegunda parte de la historia Atada. Ana y Cristian emprenden una nueva vida tras su boda, Ana vuelve a la universidad y conoce a un encantador chico por el que se siente atraida. A Cris le cuesta volver a compartir a Ana con otro hombre, ahora que e...