Camuflaje

Capitulo 1: ¿Amor?

El hombre de cabellos negros tomo a la chica entre sus brazos, acercándola más hacia él, besándola y acariciándola, la luz de los primeros rayos del sol entraba por el ventanal de la joven, ese mismo que ellos utilizaban como puerta de escape cuando deseaban estar juntos, no solo como compañeros carnales, sino como esos buenos amigos.

Las paredes de la habitación de la joven habían sido testigo de los encuentros carnales desde hace más de dos años, a veces ella misma se sorprendía pensando ¿Cómo es qué en tanto tiempo nadie se había enterado?

- Se me hará tarde para ir al colegio – sonrió la joven, al mayor mientras intentaba sentarse en la cama.

El hombre de cabellos negros sonrió mientras la abrazaba por la cintura; mientras ella lo observaba, pensaba en qué tenía una sonrisa encantadora, cuando lo conoció jamás pensó en que llegarían a ser tan unida a él.

- Demonios, también se me hace tarde a mí – en su bello rostro iluminado por la luz del amanecer, se dibujó una expresión de hastío.

La mayoría de sus mañanas la chica se alistaba para ir a su colegio, aquél donde solo asistían los hijos de las personas más adineradas de la ciudad. Tenía la dicha de tener una familia bastante acomodada.

Su día transcurría normal allí, contaba con dos amigas: Marron, a la que ella consideraba su mejor amiga, era una chica realmente preciosa, Pan a veces se deleitaba mirando su cabello rubio, a veces envidaba no ser tan perfecta y delicada como ella, santo cielos, era perfecta, era inteligente, ella no estaba allí por tener padres adinerados como todos los demás; Marron se había ganado una beca en el colegio gracias a un ensayo en el cual había puesto un modelo económico para insertar a los niños de escasos recursos a la sociedad, brindándoles educación y enseñándoles un oficio, su propuesta había sido tan brillante y funcional qué el colegio le dio una beca. Su otra amiga Bura, era bella, muy bella, solía ser ese tipo de chica analiza el ambiente, ¡Era tan encantadora! Y vamos no solo era hermosa como ninguna, era tan astuta, a veces Pan consideraba que también era un poco calculadora. Ella estaba tan orgullosa de ambas.

- Cariño se te ve muy feliz hoy - sonrió la mujer mayo mientras miraba a su hija comer su desayuno. – Por cierto, me encantaría que fuéramos a comprar ropa, he estado ocupando últimamente con la empresa y me gustaría que pasáramos un poco de tiempo juntas, tal vez podamos ir al cine, y algo por el estilo. – la madre de Pan, pese a tener cuarenta y tantos años era una mujer realmente hermosa, Pan a veces se sentía incomoda pues creía que la mayor parte de la gente la confundía, se sentía bastante incomoda cuando la gente preguntaba si era su hermana, o incluso salir con ella y ver como él mundo padecía ignorarla al ver lo bella que era su madre. Ella era tan delicada y parecía que siempre estaba tan feliz.

- Claro, por supuesto, me encantaría. – Sonrió a su madre. – Tal vez tú también podrías ir papá – Sonrió esta, el hombre aludido pareció pensarlo, pero luego no negó su con su cabeza.

- Lo siento tengo junta esta tarde, de hecho, creo que la otra semana no podré estar cariño, debo viajar a para firmar un negocio con la constructora. – La miro algo apenado, Su padre era un hombre de 45 años, pero parecía más joven y más atractivo que varios de sus compañeros.

- Señorita creo que se le hace tarde – entro el uno de los empleados de la familia, Walter era un señor de 60 años, Pan lo había visto trabajar desde que tenía memoria.

Los días de la joven de cabellos negros casi siempre transcurrían tan normal como cualquier adolescente de 17 años, su vida escolar era bastante normal, no era la chica popular y mucho menos alguien con calificación perfecta, su amiga Marron era la que se llevaba siempre las mejore calificaciones, y la atención de todos los muchachos, también su amiga Bura.