"El Significado De La Amistad"

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Hace tres horas Christian me llamó un tanto desesperado y asustado, dijo que necesitaba a su mejor amigo, así que estoy de camino a su casa. Si soy sincero, estoy muy nervioso por lo que puede pasar, algo me huele mal.

Llegué a la casa de Christian, me paré frente a la puerta, la observé un momento y me decidí a golpearla.

-Hola Alex, adelante por favor- me recibió la madre de Chris, pero era diferente, siempre me recibe con muchos gritos y abrazos, ahora fue en seco.

-Gracias señora, y Christian?- pregunté mientras entraba a la casa.

-En su habitación, sube, tienen mucho de que hablar- tenía la mirada triste y preocupada, con unas grandes ojeras.

-Gracias- subí las escaleras mientras pensaba en lo que había dicho.

¿Qué? ¿Tenemos mucho de que hablar? ¿A qué se refiere?

Toqué la puerta lentamente esperando respuesta.

-Pasa- se escuchó al otro lado de la puerta.

-Hola, Chris-

-Cierra con llave-

-Ah, bien- cerré la puerta detrás de mi mientras caminaba lentamente hacia mi amigo, quien estaba mirando por el ventanal de su habitación, dándome la espalda -¿y bien? ¿Qué pasa?-

-¿Recuerdas cuando éramos niños? ¿Recuerdas que todo se nos hacía fácil? El pedir dinero para comprar golosinas, mojarnos cuando llovía y luego recibir un regaño por parte de nuestros padres, hacerle mala cara a la comida, pelearnos y luego de cinco minutos estar jugando como si nada hubiera pasado. Extraño ser un niño sano, extraño mi infancia-

¿Un niño sano? ¿De qué demonios me está hablando?

-¿Estás drogado? ¿Por qué hablas como si ya no tuvieras oportunidad de vivir?- que pregunta más estúpida

-Porque no la tengo- volteó a verme, tenía los ojos rojos y llorosos, el cabello despeinado y ojeras.

-¿Qué dices? ¿De qué hablas? ¿Por qué lloras? Y ni siquiera sé por qué dejaste a Abi plantada el otro dia...-

-Abi no tiene nada que ver en esto- dijo cortándome el habla.

-No, pero también quiero saber por qué ya no me cuentas nada de lo que pasa entre tu y ella-

-¡Porque eso no te incumbe!-

-¿No me incumbe? Christian, ella es mi maldita hermana, ¿cómo mierda no me incumbe?-

-Estoy enfermo-

-Oh vamos, no quieras dar excusas estúpidas porque no te queda hacerte la víctima-

-¡Alex!-

-¿Qué?-

-Estoy enfermo...-

Hubo un largo e incómodo silencio, mis manos comenzaron a temblar, mi frente a sudar y mis lágrimas a salir.

-¿Enfermo?-

-Cáncer, etapa cuatro, los médicos dicen que no hay mucho que hacer- rompió a llorar y se dejó caer al suelo recargándose en la cama -Alex, necesito que me ayudes, tengo 15 años, no estoy listo para irme-

-Chris...- me senté a su lado pasando mi brazo por su espalda -Chris, siempre hay algo que hacer, tranquilo, yo voy a estar contigo, y no te voy a dejar solo, nunca.-

-No me quiero ir, pero tampoco quiero luchar...-

-¿No quieres siquiera intentarlo?-

-El tratamiento es complicado y doloroso, he oído muchas historias de niños con cáncer y sufren mucho, yo no quiero sufrir eso también-

-¿Entonces te vas a rendir sólo porque es difícil? Tal vez no sea el momento de decir esto, pero me decepcionas, creí que eras fuerte, competitivo y positivo- dije alejándome de él un poco.

-Alex, por favor, hablemos de esto luego-

-Lo siento-.

***************

Han pasado cuatro meses, cuatro duros meses, tanto para Christian como para mi, finalmente decidió aceptar el tratamiento, dice que duele mucho, y que preferiría estar muerto antes que volver al hospital, lo conozco bien y sé todos sus temores, metas, sufrimientos y alegrías, sé bien que quiere vivir, pero ya no quiere sufrir, me lo ha dicho miles de veces.

Ya perdió todo el cabello, está todo el día en su cama, y vomita cada tres horas, casi no come, está muy delgado, y se ve completamente devastado, se nota el sufrimiento en sus ojos, y las ganas de vivir en su sonrisa. La quimioterapia lo está matando más rápido que el mismo cáncer.

Odio pensar que quien lo alentó a aceptar el tratamiento fui yo. A veces me odio por eso.

***************

-¿Y cuánto tiempo le queda, doctor?- Pregunté

-Si no encontramos un donador de hígado, sumándole el cáncer de piel, 24 horas como mucho, lo siento tanto-

-¡NO! ¡ESO ES INACEPTABLE, USTED ES DOCTOR, TIENE QUE HACER ALGO, DARLE MÁS TIEMPO!- gritó la mamá de Chris desesperada.

-Señora, cálmese, por favor, los doctores hacen todo lo posible por su hijo- la tomé de las manos y la alejé del médico.

-Alex, ve con Chris, pero por favor, no le digas nada, no quiero que tenga miedo-

-No se preocupe, señora-

Entré a la habitación de Chris, si, en el hospital, se puso muy mal anoche y lo internaron de inmediato.

-Hola, amigo- le sonreí

-Hola Alex- me devolvió la sonrisa, y aunque suene muy gay, realmente me encanta su sonrisa, es muy única, no vas a encontrar a muchas personas que sonrían como lo hace Christian.

-¿Qué tal la comida?-

-¿Lo dices en serio? ¡Es asquerosa!-

-Pero se ve deliciosa- dije entre risas.

-Ya, mejor dime, ¿qué dijo el doctor?- puso su cara seria. Su voz cada vez se ponía más ronca y débil, y parpadeaba lentamente.

Me quedé callado un momento, hice una mueca de incomodidad-Nada, estás bien- si, tuve que mentir, casi no lo hacía con él desde que enfermó, pero no quería que tuviera miedo, le quedaba muy poco tiempo de vida, quería que pensara que todo está bien- mejor duerme un rato, necesitas descansar-

-¿Cuánto tiempo?- Preguntó viendo el techo.

-¿Cuánto tiempo qué?- claro, me hice el inocente.

-Alex, necesito que me digas, ¿cuánto tiempo me queda?- volvió a preguntar con la voz entrecortada.

-Menos de 24 horas, lo siento Christian- comencé a llorar, me senté al lado de la cama, tomé sus manos y me recosté sobre ellas -lo siento tanto-

-Está bien, creo que será mejor que la quimio-volteó a verme como pudo y me volvió a sonreír.

-¿Estás listo?- pregunté viéndolo a los ojos

-Si, desde hace tiempo, desde que comencé la quimio-

-Debí escucharte-

-No, no digas eso, tenías razón, tenía que pelear, y lo hice, pero perdí, me rindo.-

-Te amo, mejor amigo, realmente te voy a extrañar, lamento todo esto, pero como te prometí, estaré contigo, siempre, hasta el final-

-Gracias, recuerda que siempre serás mi mejor amigo, te quiero mucho- dicho esto, me dedicó su última sonrisa, y se quedó dormido.

-Está bien...- me levanté y me acerqué a él, le di un beso en la frente, me alejé un poco y le susurré -te puedes ir... Voy a estar contigo-.

Secretos y PensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora