Capitulo 3

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El descubrimiento de algo nuevo.

Un millón de preguntas y respuestas con o sin coherencia. Todo lo que quería estaba en él.

¿Quién podría dar crédito a dos adolescentes que empezaban tener su propia historia de amor?

Todo daba vueltas en mi cabeza bueno, no precisamente todo, no tenia un alto promedio en la preparatoria pero tampoco tan bajo, era buena cantante pero no una buena violinista y ni hablar de mi familia. Todo era él.

Al principio todo era normal típica historia de amor que todas la chicas querrían tener.

Todo era perfecto hasta que un jueves por la mañana Manuel fue a mi casa, siendo sincera no recuerdo lo que paso solo recuerdo mi cama, él y yo completamente desnudos y el éxtasis. 

—¿Quieres hacerlo? — pregunto Manuel con voz nerviosa y agitada, tomando el anticonceptivo.

—Si — respondí con la misma reacción que él.

Nos separamos por un momento para que Manuel se lo colocara, en el momento en que nos separamos nos vimos completos aceptándonos el uno al otro, Manuel coloco él anticonceptivo en el lugar en que debía de ir. Estaba lista, él también, esto estaba comenzando.

Amor, pasión, entrega y por su puesto la excitación. Como ya lo había dicho antes ¿Quién podría dar crédito a dos adolescentes que empezaban a tener su propia historia de amor?

Quizá el destino de ambos haya sido entrelazado por las mismas manos de Dios, ¿Pero que haría yo el día en el que nuestros camino se dividan por la mitad? ¿Qué haría yo sin el chico que me recogió desde la misma puerta del infierno?

Mi corazón dio un vuelco en el momento en el que todos los recuerdos invadían mi mente, creo que no solo sentía atracción hacia él, sinceramente no podía pensar en enamorarme cuando debía mejorar en mi carrera musical y como violinista, no debía estar sintiendo estas cosas por un muchacho que tal vez solo buscaba un acostón fácil y quien mejor que una chiquilla inocente como yo.

Tal vez solo era deseo lo que sentíamos y no sabía el amor que tanto anhelamos poseer.

No podía sentir nada mas hacía el, pero me quedaría a su lado, tal vez eso me haría olvidarme de mis preocupaciones por ese momento.

Me revolví en el sofá de mi habitación seguía sin entender como alguien como Manuel podía robarse mis pensamientos que antes eran ocupados por las nuevas partituras para mi violín.

Me levante y me dirigí al balcón, sintiendo la brisa del aire chocando contra la ligera bata color gris que traía puesta, me recargue en el metal dejando que mis pensamientos volvieran a centrarse en aquel chico ladrón de mis sueños.

—Clared — aun recuerdo cuando mencionaba una y otra vez mi nombre mientras lo hacíamos.

Fue hermoso, no era como lo había planeado, fue mejor de lo que esperaba.


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