Capítulo 26

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Cuando mi mamá se fue, me quede pensando que podría hacer para poder olvidar por fin A Sebastián.
Ya es casi un adulto bueno tiene 19 años yo soy solo una niña tengo 16 años una niña que tiene una hija. Pero ya vería yo como poder olvidar o por lo menos cómo poder superar a quién solo me considera su amiga.
No podía dejar de pensar.

Pasaron las horas y por fin los médicos me atendieron, yo estaba bien me dijeron que no tenía ningún problema y que todas mis heridas habían sanado durante el tiempo que estuve en coma.
Ya mañana en la mañana podría regresar a mi casa, y en serio era algo que estaba deseando no podía dejar de pensar en mi pequeña tantos días sin verla tantos momentos que me perdido de estar a su lado y no podía esperar más a tenerla en mis brazos, ya querías tenerla en mis brazos y poder darle muchos besitos como cuando iba a nacer.
Al fin podría verla mañana sólo quisiera que fuera hoy mismo, tome mi teléfono que estaba mi lado y llame a mi madre.
- hola mami, sólo quería decirte que mañana me dan la salida del hospital y quería decirte que por favor me traigas ropa.-

- hola cariño, ay que bueno mi amor bueno yo voy a ir mañana a plena mañana a recogerte, y si tranquila nena yo te voy a llevar la ropa que tú quieras si quieres tú te llevo un vestido, un pantalón, una falda como tú quieras.-

-Por favor madre te lo agradecería un montón y dale un besito a mi niña de mi parte. Y si está Sebas aun le puedes decir que venga o que hablemos por favor.-

-Cariño Sebas se fue al hospital hace unos minutos, de hecho quiere ir a verte.-

-Oh bueno gracias ma, hasta luego.-me despedí.

Que le iba decir a Sebastián ahora, Como le iba a decir ya no quería que fuéramos amigos, o que quería que nos alejáramos él me iba preguntar porque y yo no iba poder darle una buena respuesta es que siento que lo quiero pero no como un amigo, siento que me gusta.
Es algo que yo no planeo es algo que pasó y ya, es que le están atento, tan tierno y tan lindo conmigo que despertó tal vez un pequeño sentimiento en mí, que aún yo no estaba preparada para sentir.
Tenía que pensar en tan sólo unos pocos minutos que le iba a decir.
Justo cuando esas palabras llegaron a mi mente vi la puerta abrirse.

-Hola...-vi su sonrisa tan bonita como la de todo un caballero.

-Hola.- hice un intento de fallido de sonrisa.
Al parecer venia solo y creo que me alegra un poco eso.
El se sentó en la silla que estaba al lado de la camilla y tomo mi mano y jugo con mis dedos mirándolos solamente, mientras yo lo observaba, él volvió su vista hacia mi y se ruborizó un poco.

-Lo siento... Es que bueno es la costumbre, en todo este mes que paso siempre tomaba tu mano así esperando que despertaras.-soltó mi mano.

-Oye mírame.-le sonreí tiernamente.-Yo no dije que me molesta que lo hagas.- esta vez yo tome su mano "amistosamente".-Essss... Lindo sabes.-

Sonrío y sus ojos brillaron.

-¿Es cierto que tienes una nueva novia?- le dije con una pequeña sonrisa fingida.

-Tu mamá te dijo...- bajo su rostro, pero no soltó mi mano.-Si, pero creo que no va a funcionar... Es que creo que solo la veo como mi mejor amiga y además creo que me atrae alguien mas.-

-Entonces porque le pediste que fuera tu novia si no sientes nada por ella.- fruncí el ceño.

-Yo no se lo pedí.-levanto los hombros.-Fue ella quien me lo pidió a mi, yo le dije que no porque me gustasssss.... Me gusta Ssandy...- me soltó la mano y volvió su rostro.- Y que no iba a funcionar por eso pero ella insistió y pues le di una oportunidad para olvidart... Olvidar a Sandy.-sonrío nervios.

-¿Y quien es Sandy?-

-Bueno.- me volvió a tomar la mano.-Es una chica muy guapa que conocí hace un tiempo y desde que la vi me causo algo en el interior, siempre me preocupa como esta y así pero creo que ella ama a alguien y solo me ve como amigo.-la sonrisa que tenía se fue.

-Y porque no le dices que te gusta...-le aconseje, al menos para que estuviera con alguien que si quiere... Al menos ya se que no le gusto será más fácil olvídalo así..

-No quiero que me rechace.-sonrío de medio lado.-Pero yo se que ella es el amor de mi vida sabes..-me miro con una sonrisa.-Y aunque yo no sea el amor de su vida, seré feliz mientras ella sea feliz.-

-Eso es muy dulce, ojalá yo tuviese un admirador secreto que piense de esa manera.-sonreí.

-Seguro si lo tienes bonita.-se levanto y me dio un tierno beso en la frente y se volvió a sentar.

Mi sonrisa se hizo tan grande y sentí como mi rostro se ruborizaba por completo.

-Oye mañana ya voy a salir de acá.-

-En serio, yo quiero venir a recogerte.-

-Si tu quieres vienes, pero vendrá mi mamá y viene súper temprano... Como extraño a Sophie pero al fin la veo mañana.-

-Yo me quedare aquí, para que no estés solita en las últimas horas que te quedan acá.-

-Ay pero no quiero ser molestia, yo me puedo quedar sola.-

-No eres molestia Nat, extrañaba verte despierta y bueno ya que lo estas no quiero que te quedes sola.-

-Bueno.-le sonreí.

-Solo que iré por algo de comida y luego volveré para hacerte compañía mientras tu comes cuando la enfermera te trae la comida.-

-Gracias.-volvía a sonreír.-Tengo hambre... Solo me han dado de comer una sola vez.-

-Me imagino, si fuera tu, yo ya me abría comido hasta las cobijas.-rió.

-Jmm, lo haría pero no me gusta la tela.- ambos reímos.

Era bueno hablar con el, siempre me hacia reír, así que no creo poder decirle que debemos tomar distancia, además el no siente nada por mi me tocara superarlo y seguir con mi vida normal.

En Medio De La Tormenta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora