Aspiré hondo y me dispuse a levantarme. Empujé su cuerpo para liberarme, pero en ese acto él me apretó contra la cama aún más, negándome a liberarme—

-Quédate así—Murmuró—Quédate así un momento más...--

Mi corazón palpitó con ritmo acelerado, dejándome sin aire. Kyuhyun siempre me ponía nerviosa—

Me quedé en posición con él el durante unos minutos más. Él se había tendido sobre mí, abrazándome como podía. Pero esto no podía seguir así. Estaba mal. Y tanto como él, yo también lo sabía.

-Levante, Kyuhyun—Pedí—Es hora de irse al trabajo—

-No—Negó él ocultando su rostro en el hueco de mi cuello y mi nuca—Quiero quedarme así para siempre—

Silencio... me quedé en silencio. "Yo también quiero quedarme contigo para siempre, pero no se puede. Lo nuestro jamás se podrá"—

-Levántate Kyuhyun...-- Hablé—Levántate y sé un hermano mayor ejemplar.

El cuerpo de Kyuhyun se tensó en ese instante, endurando todos los músculos. Se empujó de mi cuerpo obligándose a apartarse—

-Tenías que decir esa mierda y joderlo todo—Habló saliendo de mi habitación y cerrando la puerta de golpe.

Me abracé a mí misma en silencio sintiendo nuevamente que me volvía a hundir; pero ya no debía seguir así. Tenía que levantarme, levantarme del agujero que estaba cavando yo misma.

Me duché con prisa, me vestí y me apresuré a preparar el desayuno. Mi padre llamó mientras cocinaba, anunciándome que llegaría junto a la señora de Cho... "Lo padres de Kyuhyun"... mi padre.

Tuve que aumentar el desayuno logrando terminar a las justas.

La mesa se sentía extraño, nuevamente. Mi padre en la cabeza de la mesa, la señora Cho a su derecha y yo a su izquierda; y Kyuhyun... Kyuhyun aún no venía y ni siquiera sabía que su madre también se encontraba aquí. Mi padre cuestionó acerca de que si había charlado con Kyuhyun, pero tuve que mentir excusándome que no había tenido tiempo.

La señora Cho hablaba con mi padre sobre planes futuros del día. Y mientras eso ocurría, quien más me temía, llegó.

-Vaya, vaya—La voz vacilante de Kyuhyun-- ¡Reunión familiar!—Exclamó en carcajadas—Un desayuno en familia.

Levanté los ojos, encontrándome con sus mirada vacía—

-Pero si está toda mi amada familia—Sonrió acercándose y parándose junto a la mesa, apoyándose en una silla—Sí. Aquí están todos—miró a mi padre—El padre que me abandonó sin ni siquiera verme nacer y se fue a buscar a otra mujer que reemplazara el lugar de mi madre, y ahora aparece exigiendo que lo obedezca porque asegura ser padre biológico—Cambió la mirada hacia su madre—

-Mi madre—continuó—La mujer que me ha mantenido engañado durante estos años diciendo que mi padre nos había abandonado y que era él quien no quería conocerme, cuando en verdad me había robado la oportunidad de saber qué era tener uno. Gracias madre—Sonrió sarcástico cambiando sus ojos hacia mí—Y por último: (TN)... la inocente y dulce, (TN)... mi dulce hermanita y la hija preferida de papá—me ahogué con el aire—La que tuvo la suerte de tener padre y la desgracia de perder a su madre—Mordí mi labio ante sus palabras agridulces—Lo lamento hermanita. Ojalá hubiese sido a tu padre al que perdieras y no a tu madre—quitó los ojos de mí—Es una lástima que no pueda quedarme—sonreí—Nos vemos familia.

Kyuhyun se marchó y después de eso nadie más movió un solo dedo para seguir comiendo. La señora Cho y mi padre empezaron a hablar sobre el comportamiento de Kyuhyun y yo me levanté de la mesa, lista para marcharme.

Las palabras de Kyuhyun me había dejado muda, enfada y con el corazón nuevamente adolorido. Me dolía que Kyuhyun actuara así, que tratara de lastimar a todo el mundo solo por error del pasado... errores que han ocasionado demasiado.

Sea lo que sea, él no tenía derecho a hablar así de mi madre ni mucho menos desear la muerte de mi padre. No tenía derecho y eso no se lo permitiría.

Apenas llegué a mi consultorio dejé mis cosas y me dirigí al de Kyuhyun. No me importaba si estuviera ocupado con algunas de sus chicas, no me importaba nada. No iba a permitir que hablara de ese modo nunca más.

Llegué a la puerta dando tres golpes a esta.

-Estoy ocupado—respondió desde el interior—

Volví a golpear la puerta—

-Que estoy ocupado—Gritó esta vez.

Respiré hondo tomando valor y lista para cualquier situación que tuviera que ver. Giré la perilla y abrí la puerta ingresando al consultorio. Lo primero que esperaba era a él sentado en su escritorio y con una mujer abierta de piernas, pero no. Él estaba sentando en su silla, con los puños a la altura de su barbilla y la mirada puesta en mí. Sus cejas se fruncieron al verme—

-Dije que estaba ocupado—Arqueó las cejas.

-Yo no veo a nadie—Crucé los brazos con la voz un poco nerviosa. Era la primera vez que me atrevía a mantener una conversación en la que yo exigía algo---

Un carraspeo de garganta me hizo dar un brinco girándome hacia atrás y encontrándome con unos ojos cafés más claros que los de Kyuhyun, un rostro bastante apuesto, mandíbula perfectamente perfilada y sonrisa traviesa—

-¿Y yo que soy, señorita?—Cuestionó levantando una ceja, causando un escorio por todos los nervios de mi cuerpo—Creo que no nos han presentado ¿No es así?—Volvió a cuestionar con aquella voz ligeramente ronca e inquieta.

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PROHIBIDO. Inocente PecadoWhere stories live. Discover now