~Capítulo 44~

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Mis ojos se habían posado en él antes de que aquella angustiosa expresión se posara en su rostro. Sus manos hacían en sus bolsillos y su expresión era aturdida. Un repentino sentimiento de enfado se asomó por mi cuerpo. Un sensación de dolor al verlo, y aunque sabía que no era culpa suya no podía impedir sentir deseos de racharle en cara lo que había causado; no obstante tenía claro que él solo había acelerado el proceso de mi aborto con el golpe. El verdadero problema había sido mi ovario.

-Ahora no, Donghae. Quiero estar sola—Pronuncié al fin dirigiéndome a mi escritorio. Le había dicho la verdad. Necesitaba estar sola—

-(TN). Perdóname. Te juro que no sabía lo que hacía—Empezó obviando mi comentario—Estaba borracho y amanecí con un maldito dolor de cabeza, pero lo recuerdo bien. (TN) lamento lo ocurrido. No era mi intención golpearlo del modo en que lo hice. No estaba en mis cabales, no pensaba—

-Tienes razón—sentencié con enfado—No estabas en tus cabales—

-(TN), no tienes ni idea del pedazo de mierda que me siento. No tenía por qué haberlo hecho... estaba molesto porque ese chico parece tener más oportunidades que yo y ni siquiera parece esforzarse. Quiero internarlo contigo, pero... pero no pude evitar tener celos de él; por lo que, cuando lo vi anoche solo pensé en golpearlo hasta matarlo. (TN), ni siquiera sé si algún día me perdonarás. No debí de insultarte. No debí porque tú no eres absolutamente nada de lo que dije—Se acercó tomando mis manos—Perdóname (TN). Perdóname— insistió.

Mis pensamientos estaban en cualquier parte menos escuchando a Donghae. Palabras de Kyuhyun diciéndome aquello en la mañana. Si tan solo no hubiese ocurrido lo de anoche, entonces yo estaría con Kyuhyun en este instante, lejos de aquí. Apreté mis puños de la impotencia y los deseos de llorar. Ya era tarde, Kyuhyun no quería hablar conmigo y yo no era capaz de decirle que había perdido a nuestro bebé porque él ni siquiera se había logrado enterar de mi embarazo.

-Está bien, Donghae—Murmuré sin haber escuchado más—solo quiero estar sola. No te preocupes. Confió en que no volverá a ocurrir—Los ojos de él me observaron con cierta desconfianza—

-No volverá a ocurrir, (TN). Tenlo por seguro—Metió las manos a su bolsillo—Cena conmigo esta noche y tómalo como un acto de disculpas, por favor—Levanté el rostro encontrándome con sus ojos endurecidos y labios en una línea recta. Él no parecía como si estuviera tranquilo—Cena conmigo, (TN)—

-No puedo, Donghae. Estoy cansada—Me encogí de hombros—Por favor. Déjame sola—

Donghae continuó posando los ojos sobre mí para luego girar y marcharse sin decir ni una palabras más, si no hasta llegar a la puerta—

-No importa si traté de hacer bien o mal las cosas porque jamás me vas a tomar encuentra ¿Verdad?—Masculló con la voz endurecida. Mis pensamientos por primera vez en la mañana se centraron en él.

-Donghae, no es eso—

-Voy comprendiendo—Replicó cerrando la puerta sin hablar una palabra más. Me quedé en silencio con las palabras y la expresión de Donghae en mi cabeza. Quizás yo tenía la culpa de su comportamiento. Quizás jamás debí de darle alguna esperanza de que podría llegar a ocurrir algo entre los dos.

La mañana pasó silenciosa, más silenciosa de lo que esperaba, y al terminar mi turno y estando a punto de abandonar el edificio, Valeria ingresó por la puerta de la consultorio, jalando a Kyuhyun con ella—

-(TN)—me llamó emocionada lanzándose para abrazarme—Es hora de irnos. El restaurant que he reservado es de lujo. Ya verás que te encantará—Un pequeño recuerdo de haber aceptado, o no precisamente, la cena de esta noche. Mi vista posó en Kyuhyun que me miraba con aquellos ojos penetrantes y vacíos, la luego desviar la mirada—

PROHIBIDO. Inocente PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora