11.

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El reloj marcaba las 20 p.m del día. Trisha no había ido a casa aún, debió ser Yaser quien se encargó de la cena y cuidar a sus tres hijas mientras la señora Malik ayudó a Anne luego del repentino desmayo de Harry en la sala.



Habían sido intensos minutos calmando la crisis que no alcanzó a desarrollarse en Zayn cuando escuchó el grito de lamento de Anne proveniente de la sala. Había sido probablemente una de las peores en la historia de Zayn a pesar que no llegó a mayores, pero Trisha oyó claramente la voz que creyó haber olvidado de su hijo repitiéndose en susurros que todo había sido su culpa.


Un nudo repleto de tristeza se acumuló en su garganta evitando que saliera cualquier palabra, su niño había hablado después de tanto tiempo y solo para culparse de algo que él no hizo. Había sido Gemma quien la ayudó a llevar a Zayn al cuarto de sí misma donde Trisha le cantó como solía hacerlo en Bradford para calmarlo por las noches. El pequeño no había demorado en dormirse en los brazos de su madre.


Sin embargo, por mucho que quiso acomodarse junto a él y rodearlo con sus brazos optó por dar las respectivas disculpas que creía debía dar. Caminando en dirección a la habitación con la puerta abierta del pasillo y la luz saliendo en dirección al pasillo vio –cuando ya se encontró bajo el marco– a Anne acariciando el rostro de un Harry dormido, pero que gracias a Dios respiraba normalmente.


 
Gemma observaba desde un rincón con sus facciones serias, pero sus ojos eran lo bastante expresivos para mostrar el dolor y la preocupación hacia su hermano.




Trisha golpeó suavemente la madera, llamando la atención de ambas mujeres.



—Lamento mucho lo que sucedió, perdón. —Habló con la voz temblorosa, en su cabeza aún se reproducía la voz de Zayn culpándose por algo que sabía no era culpa de su hijo. — Yo no esperaba este resultado de lo que queríamos con nuestros hijos —Observó fijamente a Anne— La idea era que se ayudarán, pero creo que empeoró



La castaña mirada de la mujer bajó hacia el suelo, no sabía cómo dar la cara a Anne después de lo que había sucedido. Ni siquiera sabía si había sido por Zayn, pero no podía evitarlo. Un par de silenciosas lágrimas lastimeras recorrieron sus mejillas, pero se sorprendió cuando oyó una risita de tono divertido.



—¿De qué hablas, Trisha? —Nuevamente rió, siendo la nombrada quien alzaba la mirada incrédula. Quien rápidamente secó sus lágrimas. — ¡Debería agradecerte! —



—¿Perdón? —¿Qué clase de mujer estaría feliz de que su hijo sufriera una crisis? Se preguntó la morena.



—¡Sí! —Anne ni siquiera era capaz de calmar su risa al ver a quien tomó el té con ella aquella tarde. — Las jaquecas de Harry se producen cada vez que recuerda algo. No creí que se desmayaría, seguramente Zayn lo hizo recordar algo importante y bueno, ya sabes el resultado. —



 
Trisha tenía sus labios entre abiertos por la sorpresa, pero ¡Qué sorpresa! Ahora era ella quien reía por la situación, eliminando cada mala vibra de su cuerpo por el estado del menor que aún dormía junto a su madre.



— Debería agradecerle a Zayn por esto. Bueno, no es que me guste ver a mi hijo así, pero desde que tu hijo apareció en la vida de mi bebé él no ha dejado de recordar, Trish. —Fue un duro golpe con una gran mezcla de emociones. Felicidad por lo que su hijo lograba en el rizado, pero una profunda tristeza al recordar el dolor de su pequeño por lo sucedido minutos atrás.



—¿Señora Trish, está bien? —Preguntó con un notable tono de preocupación en la voz Gemma. La nombrada alzó su mirada hacia la joven chica que estaba ahora más cerca que antes. — Está temblando —



 
Y pareció ser la gota que derramó el vaso, sus lágrimas fueron imparables. No recordaba haber sentido un dolor tan intenso desde que supo del abuso de su hijo en su vieja ciudad, incluso una vez que sintió los delgados brazos de la chica alrededor suyo lloró con más fuerza sobre su hombro.

Every Minute [Zarry Stalik]Where stories live. Discover now