La decisión.

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Aproveche que mi esposa se iva a trabajar para citarme con la maldita de Nash para saber de una buena vez que queria. Ya habia pasado tantos anos que no sabia de ella y pensaba que estaba muerta. Maldita sea por que siempre me tienen que pasar estas cosas a mi. Me vesti normal muy nervioso viendome en el espejo, me veía ya un hombre maduro. Mi rostro se habia endurecido al igual que mi cuerpo. Me habia cortado el cabello como Milk queria pero del mismo nerviosismo no pude evitar serar mis punos con fuerza. Tenia que ir a analizar a mi enemigo ver cuales cambio tenia esa maldita mujer, estudiarla. Tal vez me conocia algo de mi nines pero no sabia lo mucho que habia cambiado. Ya que desde antes de la destrucción del planeta no sabia nada de ella.

Mi padre nos habia comprometido desde que yo era un maldito crio, ella teniendo un nivel de pelea que superaba el mió. Aun asi tal vez no habia logrado convertirse en super sayayin pero su nivel de pelea era alto y mas siendo una sayayin de raza pura. Respire dirigiéndome hacia donde me había citado, alerta como siempre.

Cuando llegue al lugar no me impresiono que ya el portero sabia de quien se trataba. Me dirigio hacia una mesa muy alejada del lujoso lugar. Y hay estaba ella, la pude reconocer a leguas. Con su cabello negro corto y esa mirada fría y calculadora, sus facciones fuertes nada femeninas. Nash era hermosa ni había la menor duda pero era cruel y vil mucho mas que yo. Al mirarme curvo una sonrisa se levanto de la mesa acercándose a mi para besarme con brusquedad y fuertemente. Yo me quede paralizado y tranquilo bajo ese beso frio y molesto de esa mujer. Me dio algo de repugnancia ya que sus labios no se comparaban con los labios suaves, dulces y apasionados de Milk.

-Príncipe todos estos anos te han favorecido...estas que se te puede comer vivo.- me dijo mordiéndose el labio mirándome seductoramente.

-Y tu no has cambiado ni una mierda Nash.- le espete seriamente muy alerta.

-Hay hombre ya veo que jamás cambiaras esa actitud.- me dijo burlándose de mi sentandose en la mesa.- Por favor siéntate.-

Nos quedamos en silencio, viendo como Nash me analizaba con la mirada sonriendo. De tan solo estar bajo su presencia me daban escalofrios. Tenia su ki muy bajo la muy maldita sabia que la estaba analizando, Yo tambien se jugar tu juego Nash pense bajando mi ki de la misma manera.

-¿Qué demonios haces aquí mujer?- le pregunte sin ningun respeto aun que fuera una princesa.

-Vine a buscarte amor mio.- me contesto tranquilamente tomando una copa de vino.- Vine a cumplir mi propósito como princesa y heredera al trono.-

-Bah que estupidez Nash nuestro planeta fue destruido hace muchos anos ya no hay trono que valga.- le conteste muy aburrido.

-Tal vez no en el planeta Vegita pero si en este...- contesto ella maliciosamente.- Miralos Vegeta son seres débiles, se matan entre si es por eso que necesitan nuevos reyes o mas bien nuevos dioses.- explico Nash mirando con repugnancia a los humanos del lugar.- Es por eso que e venido a buscarte mi príncipe o ¿debería llamarte mi Rey?-

Sus palabras me conmocionaron poniéndome a pensar. Era verdad mi padre estaba muerto al igual que mi madre y mi familia antera dándome hace mucho tiempo el rango de Rey de los sayayines. Al ver mi rostro Nash sonrió complacida.

-Tenemos la obligación de de unirnos Vegeta y procrear sayayines puros y con linaje.- Me dijo orgullosamente sacado un cigarrillo de su bolso.- Es por eso que vine hasta aca a buscarte.-

Me quede en silencio. Sus palabras tenían lógica para mi pero una parte de mi encontraba todo eso una estupidez. La pureza ya no importaba habían sayayines mitad humanos y mitad sayan que eran mucho mejores guerreros que los mismo de sangre pura. Aun que ese era uno de mis deseos cuando estaba bajo la tutela de Freezer poder restaurar mi raza completamente y reinarla como era debido. Suspire recordando esos demonios internos viendo a Nash tal vez si hubiera llegado antes hubiera aceptado su propuesta, pero ahora era diferente. Yo era diferente.

-Has cambiado Vegeta pensé que mi proposición te pondría feliz.- me dijo muy seria aun fumando.- Este planeta te a hecho débil.-

-Cállate...- le dije muy serio para ver si subía su ki.

Esta sonrió tranquilamente tronando sus dedos, en ese momento un humano trajo un sobre amarillo. Sacando de el unas fotos poniéndolas en sima de la mesa.

-Esta es tu hija ¿verdad? es muy hermosa y veo que tiene sangre sayayin.- dijo esta viendo como temblaba de la rabia.- Y mira tu hijo...de otra mujer vaya no pierdes tu tiempo Vegeta....-

-Maldita hija de puta...- le dije tratando de controlar mi ira viendo como esta se reia de mi.

-Mmmm a si aquí esta tu ex esposa Bulma ¿verdad? Y aquí esta la segunda llamada Milk... si la ex esposa de tu gran rival Kakaroto el hijo del idiota y debil de Bardock. Vaya Vegeta le quitaste la mujer a tu enemigo... bien hecho...- me dijo burlándose de mi mirando la fotos.- No puedo negar que son muy lindas...pero aun no entiendo como pudiste mezclarte con semejante raza de mierda.-

Me quede horrorizado viendo como esta sabia todo hacerca de mi y mis hijos MALDICION.

-Como puedes ver amor te e estado observando todos estos ano.- me dijo seriamente. - Pero mi pregunta es... ¿Cuál de las dos es mas importante para ti? ¿A quien mataría primero?-

-No te atreverías.- le espete parándome de la mesa poniendo las manos en la mesa endemoniado.

Esta me miro con sumo odio subiendo su ki. Poco a poco caes Nash moléstate maldita arpia de mierda.

-La primera es siempre importante no cabe duda pero ¿Qué pasaria si mato a la segunda primero?- me dijo diabólicamente mirando la foto de Milk.

-NO TE ATREVERIAS...- le grite mirando como miraba a Milk.

-Ya acabo de encontrar su punto débil su alteza.- me dijo triunfante mirando la foto de Milk detalladamente.- Ya veo por que te gusta...aparte de ser sumamente hermosa parece una sayayin y tengo entendido que su nivel de pelea es bastante para ser una humana.-

Me quede callado aun mirando a Nash odiaba las amenazas y mas cuando alguien me retaba. Conteniéndome las ganas de matarla en ese mismo lugar.

-Hagamos un trato Vegeta tienes tres dias para buscarme y estar conmigo y cumplir de una buena vez con nuestro objetivo como guerreros. Casarnos y reinar esta mierda de mundo si no lo haces es simple.- dijo cambiando la voz a una mas seria. -Matare a tu esposa y a tus mocosos mestizos de mierda.-

-Me importa un carajo tus amanenazas Nash no has cambiado nada.- le espete con tranquilidad.

Este rio a carcajadas viéndome con sumo odio.

-Lo que no sabes es que no vine sola...tengo a alguien que esta muy interesado en vengarse de Kakaroto y créeme, cuando vea a tu esposa le pondrá mucho interés.- me dijo aun sonriendo.

-SI LE PONES UN DEDO EN SIMA A MILK...- estalle sin importarme la gente ni un carajo.

-Esa es decisión tuya...tienes tres dias Vegeta.- me dijo parándose de la mesa para darme un beso en la boca yo le vire el rostro de mala gana.- Piénsalo...- susuro riéndose saliendo del restaurante.

Me sente en sima de la mesa muy preocupado viendo la foto de mis hijos y la de mi esposa, incluso temía por Bulma. Maldita sea tenia que hacer algo, tenia que desaparecer del planeta por el bien de mi esposa y de mis hijos. Sabia que no podía estar con Nash ya se seria como una esclavitud sumisa al lado de ella. Tenia que irme a entrenar por un ano subir mi nivel de pelea para regresar a matarla. Sabia que ella era mucho mas fuerte que yo y no quería involucrar a los hijos de Milk en esto, ni a los mios. Esto era mi problema y tenia que resolverlo solo. Además yo Vegeta jamás accedería ante las demandas de una maldita puta como ella. Pero en ese momento recordé toda la mierda que había vivido Milk con Kakaroto sabiendo que jamas me perdonaría que la abandonara para ir a entrenar. MIERDA tenia que perder a mi esposa y a mi hija para protegerla y si tenia que hacerlo pues que asi sea, ahora entendiendo un poco mas al insecto de Kakaroto y del por que siempre se alejaba...


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