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El engreído profesor comenzó a dar la clase, poco después mis apuntes pasaban de ser apuntes legibles a ser garabatos sin sentido alguno, mientras que mis ojos se iban cerrando poco a poco involuntariamente.

-Let's take a break, you have 10 minutes. - Alcancé a escuchar a lo lejos lo que había dicho el profesor y vi que algunos alumnos comenzaban a salir, incluso él , lo que hizo que me despejara un poco.

-¿Qué sucede? - Le pregunté a Hyuna quién también se estaba poniendo de pie. ¿Acaso ha terminado la clase? ¿Me habré quedado dormida por mucho tiempo?

-El maestro nos dio un descanso de 10 minutos. Vamos, muero de hambre- Me levanté cansada y mientras caminábamos hacia la salida choqué con el profesor.

-Lo siento- Me disculpe en coreano y le hice una reverencia, como es de costumbre, el profesor me miró e hicimos contacto visual durante unos segundos ¿se habrá molestado porque no le hablé en inglés?

Simplemente asintió con su semblante serio y se dirigió a su escritorio. Me contuve para no decirle algo, ¿es que le cuesta mucho decir "está bien, no hay problema"? Simplemente rode los ojos y salí con hyuna.

-No has pasado si quiera una clase con él ¿ y ya lo odias?- Hyuna soltó una risa leve y compró un té de la maquina expendedora.

-Te equivocas, tuve una clase entera con él. - Hyuna me miró confundida mientras bebía un sorbo de su té.- Es mi maestro en el instituto. Ella sólo asintió desinteresadamente, Hyuna era mi única amiga en la academia, las demás chicas son solo materialistas y eso no me agrada en las personas.

Compré un café de la maquina y nos dirigimos al aula nuevamente. Nos sentamos en nuestros asientos correspondientes para después reanudar la clase, el café me habrá despertado porque continué la clase sin cabecear.

-That's all for today, see you tomorrow.- Finalizó el maestro y todos comenzaron a guardar sus cosas.

-Al fin, libertad- Dije una vez salí de la academia. Hyuna y yo tomábamos caminos separados, por lo que me despedí y caminamos en direcciones opuestas.

Eran casi las 8 de la noche pero la obscuridad reinaba por las calles y solamente resaltaba la luz de los faroles y puestos de comida, iba a mi propio paso ya que no quería llegar a casa, ese solitario lugar en donde vivo. Me sentía observada desde hace algunas calles, pero tenía demasiado temor de mirar hacia atrás, apresuré el paso y me escondí en un callejón cercano, no era la primera vez que era seguida a casa, pero aún así me daba miedo encarar al acosador.

Pasaron dos personas de complexión masculina en los 5 minutos que estuve escondida, esperé un poco más y salí de mi escondite, asegurándome de que nadie estuviera cerca.

Al llegar a la casa me asomé por la ventana y vi a un señor misterioso, que no estaba en ese lugar antes, hicimos contacto visual durante 5 segundos y después se fue.

Me aseguré de cerrar todo, no quería que entrara nadie, ni siquiera alguna brisa nocturna.

Caminé hasta la barra de desayuno y había una nota sobre ella.

"Llegaré mañana por la mañana, cena algo y duerme. Te quiero. -Ailee"

Parece que de nuevo tiene turno nocturno, no me gusta comer sola, incluso si siempre lo estoy. La comida no me sabe igual, estaba hambrienta pero tenía miedo de salir a comprar algo, opté por preparar un bowl de ramen, incluso el ramen sabe mejor cuando alguien te acompaña.

Tiré el empaque y tuve un debate entre si ducharme o no, era temprano para dormir así que fui y tomé una relajante ducha. Comencé a pensar en mi hermana, me preguntaba si había cenado, pero no la quería molestar con un mensaje. Mis padres también fueron médicos, tal vez eso fue lo que inspiró a mi hermana, o el hecho de que ella quiere salvar a las personas.

Salí de la bañera y me vestí con un camisón perteneciente a mi madre.

Olvidé todo lo que había sucedido esta noche, me dirigí a mi habitación y me dispuse a dormir, lo cuál no tardé mucho en hacer. Mañana será otro día, espero que sea mejor que hoy.

||Enamorada de mi profesor||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora