Capítulo #22 "Adiós"

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Capítulo #22 "Adiós"

Cálidos labios recorren los míos, para luego dar lugar a un aire frío cuando rompen su contacto. Desconcertada observo al hermano de mi Jefe, que aún sigue con los ojos cerrados, como si temiese a lo que se encontrara frente a sí.

-Vicepresidente...–susurro, para llamar su atención–.

Abre los ojos y el verdor resplandece en ellos, encontrándose con mi mirada castaña.

-Cara, te retirare de tu cargo como Secretaria de Presidencia. No quiero que estes junto a Lander, es una decisión tomada. Además, un nuevo proyecto se está iniciando en Manhattan y yo soy su co-fundador, te necesito allí, junto a mí. Piénsalo y me dejas saber tu decisión, pero antes debo decirte que no me arrepiento de lo que acaba de suceder y me haría muy feliz saber que podré trabajar con una gran mujer como tú.

Sus palabras escarban muy hondo en mí y mi interior se estremece nuevamente, ante la idea del porque no me pude enamorar de alguien como Liam Blumer.

-Puedes regresar–murmura alejándose de mi– a continuar con tus últimas labores.

Asiento y me marcho en silencio, rumbo a mi escritorio. Trabajar como Secretaria de Presidencia de "BLM" ha sido una experiencia totalmente increíble. Fue él, el único que confió en mi trabajo; a pesar, de mi apariencia. Voy a extrañar todo... Mis compañeros, mi escritorio, el olor a café y sobre todo a él. A Lander Blumer.

Quien no sabe que me iré hoy. No quisiera dejar la empresa, pero si no lo hago ya no seré la Cara que comenzó a trabajar. Solo seré una sombra viviente. Aun así, me pregunto si me echara de menos. Pienso que no habrá nadie que pueda hacer mi trabajo, porque fui la única que sabe su secreto además de su familia. Pero quien sabe,  para él nadie es indispensable...

Preparo un horario, evitando las salidas diurnas; arreglo su transporte para que no sea expuesto a la luz solar; también dispongo de alguien que lo cubra cuando este en problemas, y arreglo por última vez su agenda alimenticia...

Ese último punto me hace sentir miserable.

-Ahora que lo recuerdo, tuvo una "comida" ayer y todo su horario cambio; será mejor que lo organice nuevamente–susurro para mis adentros–.

Hago las nuevas modificaciones a la agenda y el teléfono suena, contesto al segundo timbrazo.

-Ven a mi despacho ahora–pronuncia con dura frialdad, a través del auricular y engancha antes de recibir mi respuesta–.

Camino hacia su puerta y toco antes de abrir. Unos pozos grises me reciben, junto a un ceño fruncido. Parado junto a su escritorio y con los brazos cruzados me escudriña con la mirada. Nerviosa, desvío mi atención hacia el inmenso ventanal tras él. Apenas son las doce del mediodía y el sol se oculta tras las enormes cortinas del despacho.

-¿Es cierto que mañana estará ausente?

-¿Cómo?–formulo confundida al ver que ya sabe de mi futura ausencia–.

-El imbécil de mi hermano me informo que pidió unos días libres.

Asiento aliviada, pero aun temiendo que descubra que hoy es la última vez que nos veremos.

-Sé que esto es repentino, así que por favor discúlpeme. Durante mi ausencia, el Departamento Secretarial estará asistiéndole.

"Esta será la última ocasión en que estaré a su lado...", pienso con pesar bajando la mirada.

Siento que se acerca a mí con lentitud y me toma de la barbilla, tomándome por sorpresa su toque. Levanta mi rostro entre sus dedos para inspeccionarme. Nuestras respiraciones se mezclan y su cercanía me abruma.

-Está muy pálida, parece enferma. ¿Es por la "comida" de ayer?

Me sonrojo ante el recuerdo de su boca sobre mi piel.Acaricia mi mejilla con delicadeza, y recorre con su pulgar mis labios, estremeciéndome. Se inclina hacia mí y anhelo su beso. Solo centímetros nos separan. Un último beso... Solo uno, ruego para mis adentros.

Sin embargo, un aire gélido atraviesa mis entrañas ante su repentina lejanía. Se posiciona dándome la espalda y una dolorosa ráfaga de su rechazo me destruye.

-Bien, eres libre. No es como si la empresa o mi trabajo se detuviera porque estas ausente–formula, mientras saca un cigarrillo de su chaqueta para luego encenderlo–.

Lagrimas pican mis ojos ante su desinteresada actitud. Yo simplemente quería que me acariciara... Soy tan patética.

-Como estaré ausente,–susurro, tratando de aparentar indiferencia–he preparado el horario de sus "comidas" por adelantado. Mañana tiene una cita con la señorita Rachel Collins y...

-Cancélela. Los negocios de su padre van cuesta abajo, por lo que ya no me sirve–musita sobre su hombro–. Además, su sangre era corriente; aunque, era bonita y no demasiado tonta. Es todo lo que tenía.

Ya veo, si ellas no son útiles las desecha como un viejo y sucio trapo. Lo mismo sucede conmigo.

-Entonces... Reorganizare nuevamente su horario de alimentos y les diré a las demás secretarias acerca de todas sus reuniones. Así que si me disculpa, me retiro.

Percibo su mirada en mi nuca, antes de colocar la puerta como barrera.

-Adiós, Lander Blumer–susurro con el corazón en pedazos–.

*Nota Aclaratoria: Está historia es una adaptación del manga "My Midnight Secretary"

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*Nota Aclaratoria: Está historia es una adaptación del manga "My Midnight Secretary".

My Boss is a Vampire!Where stories live. Discover now