Capítulo #9 "No soy nada SEXY"

24.8K 1.4K 16
                                    

Capítulo #9 "No soy nada SEXY"

Aun siento su respiración caliente sobre mi cuello y sus caricias a través de la blusa. Y vienen a mi mente, esos ojos rojo rubí imposibles de olvidar. No sé qué me ocurre, mis latidos comienzan a acelerarse nuevamente, al igual que mi respiración.

-Cara...

¿Estoy alucinando o dijo mi nombre?

-Cara–colocando su mano en mi brazo–.

De pronto me despierto jadeando, bañada en sudor, y encuentro la mirada castaña de mi madre, quien se encuentra inclinada sobre mí y con su mano tocándome levemente el brazo. Estoy totalmente desorientada, ¿qué demonios ha sucedido? Miro a mi alrededor... El cabezal de la cama en forma de luna y la habitación decorada en tonos amarillo, blanco y azul, me resultan familiares.

-¿Hija, estas bien?–pregunta preocupada–.

Estoy en mi cama, ¿cómo llegue aquí? Me incorporo de un salto, conmocionada...

-¿Cara?

Observo a mi madre y recuerdos de anoche inundan mi mente. Hace un mes que trabajo para "BLM", hace un mes descubrí el secreto de mi Jefe, y hace tan solo unas horas le di a beber de mi sangre. Miro el despertador: las seis y treinta.

-¡Mierda! ¡Mamá voy a llegar tarde!–me desperezo y salgo corriendo de la cama para ir directamente al baño–.

-¡Cara, esa boca!–me regaña desde mi habitación paralizada–.

-¡Lo siento!–grito apresuradamente entrando al baño–.

Llego a la empresa como un rayo, ya son las ocho y mi estómago ruge en protesta por no haber desayunado. Voy a la cafetería por un café y saludo a algunas secretarias de otras plantas. Me tomo la bebida caliente y cojo un panecillo para aguantar el hambre hasta el almuerzo.

Camino hasta mi escritorio a iniciar mis labores, no transcurren ni diez minutos cuando siento su llegada. Levanto la vista y efectivamente, está mirándome fijamente desde las puertas del ascensor. Lleva una camisa blanca con el cuello abierto y unos pantalones azul marino de franela que le caen sobre las caderas. Aun lleva el cabello mojado...Camina con autoridad sin dejar de posar esos ojos grises en mí.

-Buenos d-días, Señor Blumer–saludo nerviosa, temiendo a que descubra mis pensamientos–.

-Buenos días, Greace–responde secamente y deteniéndose frente al escritorio–. ¿Cómo durmió?

¿Qué? ¿Mi Jefe me está preguntando como estoy? Al parecer mi cara es un poema, porque sus comisuras se elevan con esa sonrisa maliciosa que tiene. Trato de recomponerme y no dejar que me afecte su actitud narcisista.

-Muy bien, Señor. ¿Y usted? ¿Cómo amaneció?–con voz tranquila, fingida por supuesto–.

-Me alegro de que haya dormido bien, yo estuve excelentemente acompañado–retirándose a su despacho–.

¿Será cínico? Ni modo, olvídalo Cara. Mejor concéntrate en tu trabajo que es el mejor aliado. Además, debes ser la SECRETARIA PERFECTA. Así que me levanto decidida a hacer todo lo correspondiente, tomo la agenda y voy a la oficina del vampiro egocéntrico. Resoplo y toco su puerta.

-Señor Blumer, ¿podemos verificar la agenda de hoy?

Mi Jefe está sentado en su inmenso escritorio con la vista fija en unos documentos.

-Greace, ¿dónde están las relaciones de los Departamentos?–pregunta sin dejar de rebuscar entre los papeles–.

Me desespero por su impaciencia y camino junto a él. Tomo las carpetas donde deje lo que busca y se lo entrego.

My Boss is a Vampire!Where stories live. Discover now