Capítulo 8

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-No me puedo creer que se haya vuelto a quedar dormida - se quejaba Emma.
-Ayer lo pasó regular para dormir, creo que deberíamos dejarla un rato más - opinó Juno.

Todos se encontraban en la misma mesa de todos los días en el comedor, desayunando. Jonah devoraba una de sus inseparables magdalenas con pepitas de chocolates.

Rubi no había aparecido por allí en toda la mañana y Emma empezaba a preocuparse. Jonah aún estaba cabreado con aquella pelirroja por haberlo dejado plantado al ofrecerse a acompañarla. La buscó por todos lados, hasta que se encontró con Bells que le dijo que se había ido con el idiota de Damon. Así que no. Él no estaba preocupado por si Rubi se había perdido para llegar aquí o seguía roncando.

-¡¡Jonah!! - era la voz de Emma la que le llamaba. El chico levantó la cabeza perezosamente - Te estoy hablando, presta atención.
-¿Qué quieres?
-Que vayas a buscar a Rubi, tiene tareas que hacer.
-¿Por qué no vas tú?
-Porque me tengo que ir a hacer mis propias tareas.
-¡Yo también tengo cosas que hacer! -se quejó.
-¡Cuanto antes vayas, antes acabarás, haz el favor de ir de una vez!

Jonah resopló y se levantó muy brusco del banco redondo. Juno se levantó a su lado, pero más suavemente.

-Iré contigo - y le ofreció una sonrisa.

Últimamente había pasado muy poco tiempo con su mejor amiga, con todo eso de la llegada de Rubi y el ataque de Chris. Ahora se sentía como en los viejos tiempos en los que ella nunca le dejaba solo y viceversa. Paseando y riéndose, o simplemente estando callados. Nunca resultó incómodo el silencio entre ellos. A veces él se pregunta si serian amigos si hubiera sido otra persona la que le encontró, si otra persona lo conociera mejor que sí mismo. Y no quiere pensar en ello.

Sin embargo...sentía la sensación de necesitar una disculpa de parte de ella, por no haber estado con Juno estos días. El día que encontraron a Rubi en el bosque estaba destinado a convertirse en uno ellos dos solos, amigos pasándolo bien, pero se fue al garete. Así que sí, necesitaba unas disculpas.

-Juno...
-¿Sí? - ella estaba tan feliz como siempre está, con esa mirada de ojos brillantes que tanto envidiaba. Juno era feliz, incluso ahora, cuando estaba en peligro, seguía siéndolo.
-Tengo que pedirte perdón...estos días he estado muy ocupado y...bueno, apenas te he visto.
-Jonah, no tienes que disculparte por nada - le sonrió de oreja a oreja y le dio un beso en la mejilla.
-Bueno, ya sabes que esta nueva noticia me estresa bastante.
-Claro que lo sé, y te ayudaré, no te preocupes, lo solucionaremos.

En todo aquello habían llegado a la cabaña de las chicas. Juno se paró en la puerta y se giró a encarar al chico.

-Sabes que eres el mejor mejor amigo del mundo - no era una pregunta, y eso provocó una sonrisa en la cara del chico.
-Y tú eres la mejor mejor amiga del mundo - ella también le sonrió abiertamente.

Cuando Jonah se disponía a abrir la puerta, su amiga lo paró.

-Espera, sigue siendo un cuarto de chicas, pervertido, ahí hay cosas, ¡imagínate que se está cambiando!
-No sería la primera vez que veo a una chica desnuda - se cruzó de brazos como un niño regañado.
-Ugh, qué asco, lo que hagas con Anabelle en tu tiempo libre me viene sin cuidado.
-No te he dicho lo que hago con Anabelle en mi tiempo libre - le elevó una ceja de manera pícara.
-¡Vale, cállate!¡Emma tiene la costumbre de dejar las bragas encima de su cama, espero que eso te pare!
-¡Dios! Juno, no había que ser tan detallista, entra de una vez.

Juno soltó una risita y entró, cerrando la puerta a su espalda. Jonah esperó a que las chicas salieran de la cabaña.

El pueblo estaba silencioso, todos estaban trabajando, en el colegio o descansando, pero estaban asustados y él lo sabía. Jonah también lo estaba. La pelirroja no lo entendía, no entendía cómo podía llegar a ser la guerra que se formaría, por eso no entendió cuando le dijo su mayor miedo. Que lo atrapasen.

Diferencias de poder(Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora