Capítulo 3

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Caminaba al lado de Jess mientras que la rubia le contaba cotilleos a la otra. Al parecer, en todo ese tiempo que Rubi estuvo fuera habían pasado muchas cosas y ella quería estar al día.

-Tía, te he echado tanto de menos - Jessica se colgó del cuello de su amiga. A Rubi le pareció bastante extraño, Jess casi nunca la abrazaba, ella solo tenía brazos para su novio.

-¡Y yo a ti! - le respondió al abrazo.

Kevin apareció detrás de ellas y deshizo su abrazo. Rodeó a Jessica por la espalda y le dio un beso en el cuello. Rubi volteó los ojos hacia otro lado. No era que Kevin le cayera mal, era un buen tío, pero lo que no aguantaba era que siempre estuviera detrás de Jessica. ¡Ella era su mejor amiga, por el amor de Dios!

-Rubi - la llamó el chico.

-¿Qué? - respondió ella.

-Que despiertes.

-¿Qué?

-¿No me has oído?¡Levántate ya! - le gritó.

Le asustó un poco el cambio de humor de Kevin. ¿A qué se refería con que se levantase?

-¡Vamos!

Lo próximo que sintió fue un zarandeo de hombros. La acción fue tan ruda que se despertó y abrió los ojos de par en par. ¿Y adivinad quién estaba delante de ella? Jonah. Otra vez, en su despertar.

-Levántate, bella durmiente o llegaremos tarde al desayuno.

-A la bella durmiente la despertaron con el beso de un príncipe - le recordó dándole la espalda y cayendo contra las almohadas boca abajo.

-Já, más quisieras tú parecerte mínimamente a la bella durmiente y que hubiera un príncipe esperándote.

¿Por qué no?Los príncipes existían, tal vez en vez de una Aurora rubia, fuera la moderna Aurora pelirroja.

Al ver que Rubi volvía a coger postura para quedarse frita, Jonah agarró las sábanas que la rodeaban y tiró de ellas, haciendo que la chica cayera al suelo soltando un solo grito.

-Idiota - murmuró contra el suelo.

-¡Lo he oído! - le gritó desde la puerta de donde estuvieran.

-¡Eso pretendía! - gritó aún más fuerte.

Escuchó reír al chico una vez fuera. Se volteó sobre su espalda para mirar hacia arriba y analizar la habitación en la que se encontraba. No era una habitación exactamente, era una de esas tiendas de campaña que vio la noche anterior. Había tres camas, todas pegadas a la pared, dejando un espacio al fondo que parecía una especie de armario gigante. Las otras dos camas estaban hechas, pero algo arrugadas, así que supuso que habían dormido aquella noche allí.

Y ahora que se paraba a pensarlo, ¿cómo había acabado ella allí? Recordaba haberse quedado mirando la luna, dando la espalda a la fiesta. ¿Se había quedado dormida?

¡¡¡Maldita sea, no me digas que me quedé dormida!!!

Menuda impresión que le habría dado a toda esa gente de la fiesta... Tenía que levantarse. ¿Pero cómo pretendía Jonah que encontrara el comedor? Ni que hubiera un cartel de neón que se lo anunciara. Entonces entró una chica a la habitación.

-¡Arrib... - reparó en que Rubi estaba tirada en el suelo - Ah, ¡hola!¡Vamos, levántate, tienes muchas cosas que hacer!

-¿Yo? - ¿qué tenía que hacer ella?

-Síí, ¿quién si no?

Rubi dio un suspiro. Parecía que desde que había llegado a aquel lugar no hacía más que resoplar y suspirar. Pero no fue necesario levantarse, de golpe y porrazo, la sábana quedó a un lado y ella estaba flotando en el aire. Literalmente, ¡flotando! Al mirar a la chica, vio que sus ojos estaban dilatados y sin pupila, y la miraban con una fuerte concentración. ¿Lo estaba haciendo ella? Tal vez la había enfadado.

Diferencias de poder(Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora