V

12.7K 964 318
                                    

Había pasado media hora de la clase de pociones en la que Malfoy no me había dirigido palabra.

- Las instrucciones están al final del capítulo tres, trabajen en parejas. - dijo finalmente Snape.

Y cuando decía "trabajen en parejas" claramente se refería a "trabajen con el de alado" porque ser de Gryffindor y caminar dos pasos fuera de tu lugar en clase de Snape significaba 15 puntos menos para la casa, por revoltosos.

Malfoy se estiró en su silla perezosamente, obviamente esperando que yo haga todo el trabajo. Esos Slytherin definitivamente no sirven para nada.

Unos largos minutos después tenía la frente llena de sudor por el vapor del caldero, estaba nerviosa e impaciente por que mi poción era un desastre.

- Qué es lo que quieres Malfoy?.  - dije cansada, a pesar de que él ni siquiera me había mirado.

- A qué te refieres? - preguntó arrogante.

- Por qué estás sentado aquí?

- Pues yo no fui el que se lanzó a ti en la biblioteca sangre sucia. - habló con tranquilidad.

¡Vaya que le gusta usar esas palabras

- Está bien! Lo siento! - dije rodando los ojos mientras revolvía la poción - no debí hacerlo, lo sé. Sólo déjame en paz Malfoy!.

- Pero si yo nunca te he molestado - fingió estar ofendido llevándose la mano al pecho - quieres saber una cosa?

- Qué.

Despegó la espalda de la silla para apoyar ambos codos sobre la mesa.

- Eres una cobarde, y yo, odio a los cobardes. Ser impura y pusilánime no es una fórmula que te vaya a funcionar para conquistarme, Dursley. - dijo arrugando la nariz mientras volvía a apoyarse en la silla.

Por Merlin! Podía ser más arrogante y odioso?!. Abrí muy grande la boca para después responderle lo idiota que era cuando el profesor se paró a mi lado.

- Deprimente, esta poción está tan mal hecha que podría matar a toda la clase. - dijo con su típico tono indiferente, bajo la atenta mirada de toda la clase.

- Intenté ayudarla, profesor, pero no me dejó hacerlo. Dursley cree que lo sabe todo. - habló Malfoy cínicamente.

- Tiene muchas cosas que aprender del señor Malfoy, señorita. Dos pergaminos sobre los ingredientes de esta poción para la próxima clase. 

En ese momento terminó la hora y todos salieron disparados. Nadie quería pasarse un minuto más de lo normal en clase de Snape. 

- Qué demonios fue eso?.

- Oh! Gracias a Merlin que apareces! Gracias por defenderme como dijiste que lo harías! Llegar tarde y dejar que se sentara a mi lado fue una estrategia? - solté, sarcástica.

- Lo siento! Tenía quidditch. Además por qué demonios se sentó a tu lado?.

- No lo sé Harry, porque me odia y quería fastidiarme toda la maldita clase? - suspiré metiendo  lentamente mis libros a mi mochila - solo déjame sola, nos veremos mas tarde.

Para mi suerte, mi primo me entendía muy bien. Así que no insistió y salió de la clase dejándome sola con los frascos llenos de sustancias viscosas y las plantas secas. 

Salí y camine lentamente, tomando pasillos demás para así hacer el camino más largo. Cuando doble a la derecha fue demasiado tarde, vi un grupo con el distintivo color de las serpientes. Si el diablo fuera alumno de Hogwarts, estaría en esa maldita casa.

No me quedaba de otra, seguí caminando sin mirar por el extremo opuesto del pasillo.

"Si que te resultó mal perder esa apuesta Draco, solo te sentaste con ella una clase y ahora hasta te sigue" 

Pude distinguir fácilmente la aguda voz de Astoria Greengrass. 

- Creo que le gusto, está obsesionada conmigo, hasta me siguió a la biblioteca en la mañana.

- Eso no es cierto Malfoy! - tuve que responderle.

- Claro que no le gustas Draco, solo podrías gustarle a una chica con el cerebro de una hormiga, como Pansy - dijo Daphne, que estaba parada alado de su hermana. Todos empezaron a reírse y Parkinson se limitó a rodar los ojos; al parecer no se metía con la Greengrass mayor. 

Me limité a salir de ahí mientras ellos parecían olvidar el asunto. Y me perdí en otro pasillo.

La irritante voz de Astoria no salía de mi cabeza. Así que Draco no se sentó conmigo para molestarme? Fue por que perdió una maldita apuesta! Y yo como una estupida saqué el tema de la biblioteca.

No podía simplemente quedarme callada? Por qué  tenía que hacer todo mal?.

#

Llegué a la sala común y me dejé caer en el sillón.

- _____! Por fin llegas! Ya sé que en este momento me odias pero tenemos un lesionado en el equipo y necesitamos que juegues el partido del domingo.

En segundo y tercer año había jugado quidditch, pero luego me aburrí y lo dejé. Ni siquiera era buena.

- Eso va a pasar, nunca.

- Vamos! Jugamos contra Slytherin. Si perdemos por no tener un jugador, todos van a odiarte, porque ya les dije que te diría a ti para que entres en el equipo. Y cuando digo todos, me refiero a todo Gryffindor, no solo al equipo.  - dijo Harry dramatizando y hablando entrecortadamente, se le daba horrible jugar sucio.

- Me estas chantajeando? - dije divertida - quién eres? Dudley?. 

- Vamos _____! No es gracioso!.

- Está bien! Lo haré si prometes que nunca más dejaras salir a tu Dudley interior.

"Enserio? Jugar en un partido contra Slytherin te parece una buena idea teniendo en cuenta lo mucho que te odia la realeza de esa casa?"  resonó en mi conciencia.

Vida mágica. (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora