Vida mágica. (Draco Malfoy)

I

Unos golpes retumbaron en mi cabeza sacándome del profundo sueño.

—Ya levántate ______!.

—Ya voy Harry! — grité de vuelta para taparme la cara con las manos.

Luego de ir al baño terminé de empacar mi baúl, 1 de setiembre, de vuelta a Hogwarts. Tenía que decir que no odiaba ir, pero definitivamente no amaba volver tanto como Harry. Al guardar mi varita bajé a desayunar, todos comían en silencio.

Dudley miraba la televisión, idiotizado, mientras mis padres fingían normalidad. Recién volvían a ser ellos mismos cuando me marchaba.

—Arréglense para ir a la estación, porque no pienso llevarlos — Harry solo asintió y siguió comiendo.

Vernon y Petunia siempre me han despreciado en secreto, ella un poco más; no soportaba que fuera una bruja como mi tía Lily, y alababa a mi hermano por ser ordinario como ella. A veces pensaban demasiado fuerte y podía escucharlos: 'por qué no pudo haber sido solo Dudley?' '

siento alivio cuando va a a escuela de magia y solo tengo que decir que la mandamos a un internado para niños problemáticos con su primo'.

Luego del desayuno partimos hacia Kings Cross.

—Te sientes bien?— pregunté rompiendo el silencio.

—Sí, solo estoy un poco cansado, he estado teniendo pesadillas...

Mi relación con él era simple pero profunda, habíamos crecido juntos y nos entendíamos muy bien. No necesitábamos muchas palabras.

En la estación Harry se encontró con sus amigos. Ron Weasley, el patiño de Harry; Ginny, de seguro su patronus era una bandeja de plata, porque desde que tengo memoria se le viene ofreciendo a mi primo; Hermione, tengo que admirar su inteligencia, pero es porque pone demasiado esfuerzo en ello, cualquier persona que estudie veintitrés horas al día sería igual...

—Que tal el verano?— preguntó Seamus, una vez en el tren.

—Muggle — respondí.

—El mío igual, lo pasé con mi mamá —dijo Dean, su madre era muggle y su padre mago —pero a mí me encanta, con ella voy a partidos de fútbol, mi papá solo quiere ver quidditch, es decir, me gusta el quidditch, pero es lo que veo todo el año en Hogwarts!.

Luego de unos años, el viaje se te empieza a hacer corto, y luego de un momento fuimos a ponernos los uniformes.

Cuando llegábamos siempre era gracioso burlarnos un rato de la cara de susto de los de primer año.

'Oye Potter, sabías que hay una celda en Azkaban con tu nombre? '

'No te metas conmigo!'

Fui a ver que estaba pasando.

—Déjalo Harry, es Draco Malfoy — le decía Ron, mientras Hermione le atajaba por los hombros.

—Qué pasa? — pregunté.

—Tu primita viene a defenderte Potter? — dijo Malfoy — no eres mejor que él, sangre sucia— me limité a cerrar la boca. 

—No te atrevas a hablarle así a mi prima!—gritó Harry, algo agresivo, lo que hizo retroceder un poco a los Slytherin.

'Se los dije, están locos' le decía Draco Malfoy a su pandilla mientras se alejaban.

—Estás bien?.

—Si Harry, no te preocupes, volveré con los chicos.

Había sido insultada por mi sangre en incontables ocasiones desde que estoy en este mundo, a diferencia de Harry o Hermione nunca reaccioné ante los insultos.

Porque los sentía ciertos, cosa que nunca había salido de mi cabeza, pero de alguna manera siempre me sentí segura de ser inferior por no ser hija de magos. No estaba abierto a debate en mi conciencia, simplemente estaba segura de ello, y había aprendido a vivir con eso. Tampoco me molestaba, me gustaba la magia, solo que sentía que mi vida no iba hacia ningún lado, que no tenía ninguna misión, que solo había sido arrojada al mundo mágico.