capitulo 7

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¿podria cumplirme un deseo?

—Melissa, ¿ya está lista? —preguntó James, pero no recibió respuesta, toco nuevamente, y al no escuchar respuesta abrió la puerta, se quedó boquiabierto al verla  muy tranquila dormida en su cama, aparte no tenia su ropa puesta, tenía una camisa de James. 

Él se llevo su dos manos hasta la cabeza y dió vuelta en el cuarto no sabia que hacer. ¿Por qué era tan terca?  ¿Qué le costaba cambiarse? 

Pero no,  Meli siempre hace lo que quiere y cuando quiere. 

Totalmente frustrado no evita cuestionarse y pensar: ¿Qué rayo hace? no puedo tenerla aqui, ¿como se irá de mi cuarto? tengo que lograr que se vaya, ¿pero como? se ve tan tranquila dormida, está muy preciosa, su rostro es angelical, al igual que su voz.

Se sentó a su lado dispuesto a levantarla,  no podría tenerla en su cama. 

—Melissa despierta, debes irte. 

Mencionó su nombre varias veces, hasta que ella abrió sus ojos, él la vió tan diferente a como era en realidad, su mirada risueña, tranquila y sus ojos azules no poseían ningún brillo, pero igual  sonrió levemente al ver a James. 

Verlo la hace feliz,  le hace saber que su cercanía es más importante que cualquier cosa en el mundo. 

—¿Usted podría cumplir uno de mis deseos? —preguntó  en voz baja y él la miró confundido mientras que  ella tomó su mano esperando su repuesta.

—Creo que sí, claro, si está a mi alcance —respondió, ella sonrió pero aún se mostraba tranquila, era como si hubiese perdido  toda fuerza y vitalidad.  ¿Qué le sucedía?

—Es un deseo limpio, un deseo que solo usted puede cumplir —musitó dulcemente y  James no sabía que decir pero en parte le gustaba la idea de ser él quien cumpla sus deseos y no otro hombre. 

No soportaba la idea de verla destruida.  ¿Por qué quería cuidarla?  ¿Por que ser su salvador si no la ama? 

—Pues dime cual es el deseo. 

Ella le dio un suave apretón de mano y lo miro fijamente. Quería perderse en sus ojos,  quería sentirlo a su lado.  Cuanto soñaba que ese hombre la amara sin tabúes,  rompiendo cualquier moralidad de su persona. 

—Mi deseo es dormir con alguien que yo considere especial, y usted lo es para mi, es mi amigo —susurró  con un tono de voz suave, el miró hacía los lado, buscaba la manera de poder negarse, pero algo en él deseaba hacerlo sin necesidad de propasarse, lo que el sentía era algo limpio, no la deseaba como deseaba a todas sus amantes, no, ella era diferente, en solo días ella logro arrinconarse en una parte de su corazón.

—Es que no  lo sé meli, sabes que si te quedas aquí te traería problemas con tu familia —aclaró dudoso buscando una excusa que la haga reaccionar. 

—No se preocupe, mi madre piensa que estoy con Ámbar en su casa, y solo usted dormirá a mi lado; si desea con una sabana aparte y alejado de mi cuerpo, solo es cumplir el deseo de tener su presencia en esta cama.

Ella paseó sus dedos por la suave tema de su sábana mientras que   él tenía su mano en la nuca pensando si es correcto en aceptar,  al final de maltratar su mente con reclamos,  llegó a la conclusión de hacerlo. 

—Está bien, puedes seguir durmiendo,  yo iré a ponerme una pijama en el baño. 

Ella sonrió cerrando sus ojos,  y James tomó su pijama lo cual consiste  en dos piezas:  pantalon, azul y largo y  sweater blanco.

Mi adorado tormento-  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora