capitulo 4

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Melisa bajo al estacionamiento y se subió en su moto, lloraba sin control, pero limpio sus lágrimas y se puso el casco, lo ultimo que deseaba era llegar a su casa por, ello salió sin rumbo hacia la carretera.

Ella iba de ida y James de vuelta, y él  pudo verla pasar pero no sabía si era ella ya que pasó muy rápido. James dobló en curva y la siguió, Meli no se percataba de que la seguían, tenía un dolor intenso en su corazón y solo quería estar lejos de todos, quería desaparecer del mundo y sin pensarlo o  analizarlo se detuvo en su moto frente a un puente, y al bajarse miró hacía el mar, James fue lentamente hacia ella sin saber que ella intentaría algo muy malo. 

—Yo no le importo a nadie, yo soy basura, si me muero se que todos estarán feliz, mi madre, mi papá, mis hermanas e incluso el idiota de mi profe ya que hasta el le es colmado la paciencia, por eso debo irme- gritaba meli con todas sus lagrimas aun tenia el casco puesto y eso le impedia ver la sombra de james que escuchaba todo lo que decia.
—Soy la peor escoria humana de este mundo —sollozó  intentando subirse al puente.

—Eso no es cierto —dijo James agarrandola de espalda antes de que ella pudiera caerse, y los dos cayeron hacías atrás, ella cayo encima de el, y su corazón se aceleró con la presencia de su profesor. Se miraban mutuamente, sus ojos brillaban ante la noche oscura de un cielo estrellado. 

Ver en los ojos de Meli,  era ver un universo completo. 

—Tenía que ser usted, no se cansa de impedir mi llanto —exclamó  levantándose de su cuerpo, y se quitó su casco.

—¿Pensabas suicidarte? —preguntó  levantandose del suelo. 

—No,  sólo quería darme un chapuzón en el agua —respondió con sarcasmo.

—Déjate de bromas, no te irás  en esa moto, te vas conmigo —le exigió y ella levantó sus cejas.

—¿Me estás proponiendo que me vaya con usted para su casa? —inquirió con un tono irónico acercándose a él.

—No, te estoy exigiendo que te vayas conmigo en mi auto y te llevo a tu casa —respondió con autoridad en su voz, ella se colocó nuevamente el casco e ignorandolo intentó subirse a la moto, pero él la sostuvo por su muñeca haciendo que ella se gire hacia él.
—Ya te dije  que no dejaré que te vayas, una muchacha con mente suicida no puede andar así por la vida —dijo perdiendo la paciencia. 

—Usted no es nadie para prohibirme nada, ¿por que no dejo que yo me lanzara por ese puente? así le arreglaba su vida y la de todos — gritó con agresividad.

—Jamás dejaría que te lance por ningún puente,  y menos en en mi presencia. Si está de mí evitar que tú te vayas de la universidad, pues lo haré, ¿crees que no se que eso es lo que deseas? Deseas irte de la uni, pero no te daré gusto, puedes hacer lo que quieras y no haré que te echen de ella, al menos por mi parte no te expulsaran —aclaró soltando su brazo. 

—Ya veremos querido profesor, ya veremos si usted va a soportar mis dulces travesuras —murmuró con una sonrisa de maldad. 

—Ya veremos si no logro hacer que cambies de actitud, porque aún lo digo y lo sostengo: eres muy hermosa para echar tu vida a perder con tu rebeldía —dijo y Meli se ruborizó sin haberlo querido.  Que él la considerara hermosa, era más que suficiente para ella.

—¿Usted cree que soy hermosa? — pregunto con un hilo de voz toda ilusionada,  y él decidido a poder convencerla para llevarla en su auto, respondió:

—Sí, no solo yo lo creo, todos saben lo hermosa que eres, por eso te suplico que te vayas conmigo.

Meli sonrió levemente y miró la moto, pensaba en lo que haría con ella si se iba con el profe.

Mi adorado tormento-  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora